domingo, abril 20, 2025

Pedro y el lobo

Por Alfonso de la Vega

Es para mí un honor poder dirigirme hoy a quienes continuáis defendiendo la soberanía, la libertad y la democracia de vuestra patria, Ucrania, ante la brutal agresión armada de Rusia. Desde hace más de dos años el mundo entero es testigo del heroísmo, la entrega, valentía y resistencia del pueblo de Ucrania, de su Gobierno, y de sus Fuerzas Armadas.  España no puede sino reiterar la condena, en los términos más contundentes, de la invasión a gran escala que sufre su país.» (Su Majestad, don Felipe VI a Zelenski

Hace unos días cierto conocido periodista catalán filtraba una confidencia de una persona supuestamente bien informada según la cual Pedro Sánchez iba a dimitir en breve y exiliarse a la República Dominicana donde tendría un importante patrimonio a buen recaudo. La cosa desde luego no parecía creíble, y menos tras anteriores espantadas de Pedro Sánchez como el de su teatral periodo de reflexión cuando lo de la pintoresca cátedra investigada judicialmente de la emprendedora bachillera en la prestigiosa Universidad Begoñense.

Me vino a la mente el famoso cuento de Pedro y el lobo. Cada dos por tres, por puro gusto de alborotador narcisista, Pedro gritaba ¡qué viene el lobo!, ¡qué viene el lobo!, pero el caso es que el lobo no venía nunca hasta que una vez, cuando ya nadie le hacía caso, sí que se produjo la tan anunciada aparición.

Pero ha sucedido un hecho notable que acaso pudiera dar alguna credibilidad a esa tan deseada espantada del falsario. Me refiero a las contundentes declaraciones del presidente Trump acusando pública y oficialmente nada menos que de dictador, traidor y corrupto a Zelenski. No porque tales acusaciones no sean ciertas sino porque Zelenski carece de identidad en sí mismo y no ha dejado nunca de ser un títere, un peón de la política norteamericana para el acoso a Rusia elegido por su falta de escrúpulos y demostrada capacidad de devastación. Pero ahora Trump le echa la culpa de la invasión de Rusia. Sería una aplicación del famoso “Roma no paga a traidores, siendo la traición pasada”.

Hasta ahora Trump se había volcado preferentemente y con gran contundencia en lo que en la terminología marxista clásica considera la «superestructura», en este caso el wokismo, lo cultural, lo ideológico o consuetudinario. Sin embargo, lo importante, y aún más para un empresario, es lo económico, la «estructura». Los negocios, las relaciones energéticas, de infraestructuras de control y de poder. Las armas suministradas  por el complejo militar industrial que se verán obligados a comprar los títeres políticos de la UE para su nuevo, flamante y oportuno ejército europeo, necesario para apaciguar al malvadísimo Putin.

El plan pos bélico trumpiano para asentar su dominio en Europa del que se están empezando a conocer las primeras directrices atendería y satisfaría las necesidades de esa «estructura». Para poder llevarlo a cabo precisa un alto en fuego definitivo lo más pronto posible.

Para Trump el presidente ucraniano Zelenski sólo es un títere despreciable de la odiada usurpadora administración anterior del corrupto Biden, cuya desastrosa política estaba hundiendo a EEUU. Aunque Zelenski no es exactamente Sánchez, ni al revés, ambos son ejemplares notables de la vieja política woke ahora ahora proscrita.  Pedro tampoco ha querido disimular y mimetizarse con el terreno e incluso de modo imprudente se ha querido erigir en modelo de resistencia contra Trump. Pero estas declaraciones suponen un antes y un después, de modo que «cuando las barbas de tu vecino veas pelar»…. El calamitoso reino de España no es prioridad para Trump pero en este orden o desorden de cosas no habría que descartar que Sánchez hubiera tenido un chivatazo de sus patrocinadores en el Partido Demócrata y esta vez sí, prefiriese dar la oportuna espantada antes que verse desenmascarado y humillado en público con sus trapos sucios al descubierto.

Con la nueva coyuntura internacional la situación ha devenido en muy inestable e incluso impredecible. Y puede ser el momento de un cambio de planes, de una retirada estratégica que le permitiese impunidad judicial para disfrutar de su fortuna, preferible a enrocarse en unas condiciones de incertidumbre. Además, desde el punto de vista de ciertos intereses el sustituto propuesto, Feijoo, sería un recambio de transición, una especie de Kamala Harris de circunstancias, para que todo siguiese igual pero con un actor menos quemado para mantener la farsa.   

La Historia nos enseña que cuando menos se espera viene el lobo, y parece que tiene hambre.

 

EsDiestro
Es Diestro. Opinión en Libertad
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1 COMENTARIO

  1. Ni guerra,ni políticos ni nada.Todo gira en torno al tráfico de seres humanos,prostitución infantil y trafico de drogas,no hay nada más,más que un espectáculo televisivo.

    La CEE es un Cartel del crimen organizado.

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