Peter Strzok, un ex-agente del FBI, se ha convertido en una figura controvertida especialmente por su participación en investigaciones clave durante la administración de Donald Trump. Recientemente, ha dado que hablar al borrar todas sus publicaciones en su cuenta de X, lo que ha levantado sospechas sobre sus intenciones.
Strzok, quien fue el subdirector asistente de la División de Contrainteligencia del FBI, jugó un papel central en dos de las investigaciones más notorias de los últimos tiempos: la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 y la pesquisa sobre el uso de un servidor de correo privado por parte de Hillary Clinton.
Su caída en desgracia comenzó cuando se revelaron mensajes de texto entre él y su entonces amante, la abogada del FBI Lisa Page, en los que expresaban su desprecio por Donald Trump. Estos mensajes fueron descubiertos en el contexto de la investigación sobre la posible colusión entre la campaña de Trump y Rusia, lo que llevó a Strzok a ser removido del equipo de investigación de Robert Mueller en 2017 y a ser despedido del FBI en 2018.
Los textos entre Strzok y Page no solo mostraban un sesgo político evidente, sino que también incluían comentarios sobre cómo podrían «detener» la presidencia de Trump. Esta revelación alimentó las críticas de los partidarios de Trump y de algunos legisladores republicanos, quienes argumentaron que había un prejuicio sistémico dentro del FBI contra el entonces presidente.
El borrado de sus publicaciones en X ha sucedido en un momento en el que se espera la confirmación de Kash Patel como Director del FBI, lo que ha llevado a especulaciones sobre si Strzok está intentando ocultar algo o simplemente limpiar su presencia en línea. Este movimiento ha sido interpretado por algunos como un intento de evitar escrutinio adicional o de limpiar su imagen digital tras años de polémicas.
Strzok ha sido objeto de críticas y también de acciones legales. Después de su despido, demandó al Departamento de Justicia y al FBI, alegando que la divulgación de sus mensajes privados violaba sus derechos de privacidad y libertad de expresión. En 2024, alcanzó un acuerdo de 1.2 millones de dólares con el Departamento de Justicia, aunque esto no ha detenido las críticas sobre su conducta y el impacto de sus acciones en la percepción pública del FBI.