Por Alfonso de la Vega
Una de las cosas más pintorescas amén de lamentables entre las que acontecen en el régimen borbónico socialista y que contribuye a mantenerlo quizás sea la de los esfuerzos de la banda del relegado socialismo azul por hacer méritos y ser admitido como miembro relevante y de pleno derecho en la orgía.
En realidad, resulta casi imposible en la práctica distinguir las declaraciones y actuaciones de los peperos de sus correligionarios de la PSOE, incluso a veces de podemitas, sumanditas y demás compañeros por la causa agendista de la que todos se declaran fervorosos servidores. De hecho se sabe que PP y PSOE votan juntos las mismas felonías del UE. De modo que si no es por ideología declarada o por hechos ya perpetrados las causas de esta desafección deben buscarse en otras consideraciones.
La PSOE goza del favor del deep state de EEUU y del gran capital plutocrático internacional cuyos intereses sirve con inaudita devoción, como bien ha demostrado. También es favorecida por los Borbones para los que los socialistas son muy necesarios debido a su propio permanente déficit de legitimización moral y política por su histórica provocación de guerras civiles, corrupción y falta de patriotismo. En realidad, ambos vienen a ser sendos impostores, unos a izquierda y otros a derecha, que se apoyan y retroalimentan. Bien es verdad que la PSOE actual cree que ha llegado el momento de romper esa antes lucrativa UTE política y mangonear por libre sin tener que compartir el botín. Y de ahí, me parece, las actuales escaramuzas entre Pedro y Felipe.
Ahora bien, el PP mendiga el apoyo borbónico hasta ahora sin éxito. Carece de la complicidad de los corrompidos media, algunos de los cuales el sin par Mariano calzas lilas y la ambiciosa niña Sorayita entregaron astutamente al enemigo. Y son víctimas de la artificial técnica de mercadotecnia de diferenciación de producto, que pese a proceder de la misma factoría globalista o tener semejante calidad o naturaleza les condena a una menor salida comercial. Debiera proseguir con alguna forma de actualización o modernización del producto, pero no en la errada línea hasta ahora seguida de resultar indistinguible de la PSOE sino, al contrario, de fingir diferencias aunque sigan siendo imaginarias ¿Cómo hace VOX? Pero para fingir esas diferencias resulta algo más eficaz una hipócrita Ayuso que un complaciente Moreno Bonilla, que pueda ser confundido con un heroico socialista de los ERES sin mayor dificultad.
En estas fiestas, en la lucense Villalba, la patria chica del fundador, se celebra su famosa feria de capones, tótem junto a la acomplejada gaviota, una paradójica rapaz sin garras, de la banda popular. Un rayo del espantadizo sol otoñal tamizado entre las hojas de los tilos hiere el sosiego del pazo y del orden cósmico amenazado. La Ilustración y las criaturas de la Razón amenazan irrumpir en la vieja y apacible Galicia patriarcal de estafas preferentes, pedigüeños, contrabandistas de Os Peares, saludadores, normalizadores lingüísticos, carlistas y agiotistas autonomistas de varia condición.
Entre los enseres típicos del pazo destaca el capoeiro que es un banco típico situado junto a la lareira con la particularidad de que, debajo del asiento, enjaulados, engordaban en la inmovilidad, la penumbra, el calor y la ceba, los capones que habían de sacrificarse en vísperas de fechas solemnes y desde luego en Navidad. La incertidumbre política actual acaso dificulta el cebo y engorde de los capones como estaba previsto. Barruntan el cercano degolladero. Se muestran inquietos y espantadizos. Mientras tanto la alquitara oficial destila promesas estupefacientes de infinito futuro bienestar cuyos vapores aturden al sufrido, escamado e infeliz votante.
Todo tiene su rito y el mismísimo Cunqueiro rechazaría estas prisas impropias del señorío de la gente de bien. Sí. Asusta la revolución que se acerca imparable con nuevas tecnologías aunque aún no se sabe qué garganta de gente principal, cual ranura de urna cautiva y servil, rajará la afilada papeleta. No hay peligro para la de los próceres que siempre ganan. Probablemente, como es costumbre y disimulos aparte, se cebará en la del pueblo más o menos cándido o inocente que les vote. Esas gentes vulgares que no tienen un Panamá o República Dominicana donde llevar sus desfalcos, prevaricaciones, sobres ni sisas. Entre las ruinas el capón mayor del reino cacarea muy jaque desde su lujoso capoeiro que lo es por la gracia de dios. Pero, por si acaso, no se digna reñir con gallos de enteros atributos. Observa inquieto al amo de la finca quien pudiera haber decidido sacrificarlo y sustituirlo por las audaces y feroces crías de hordas abigarradas mil razas republicanas para completar el trabajo sucio ya realizado. Entre sus doradas y aromáticas cagarrutas barrunta que pudiera ser que no llegase vivo a Navidad. ¿O acaso a ésta sí pero no a la próxima?
Pero hay otros capones, la gran mayoría, que adormecidos en su capoeiro no se quieren enterar de la amenaza de ese espanto desatado hasta que el brillo del afilado cuchillo esté junto a su garganta.
Si todos ellos no obedecieran al mismo oculto amo que nos los puso aquí operando desde el extranjero ….
Una imagen vale más que mil palabras,como la foto del enunciado…para que ocultar que están al servicio de la masonería?.Y el dedo puesto así,o asa,que querrá decir?.
Ya solo falta,que se den un beso con lengua!.