En el día de ayer circulaba este vídeo que José Eugenio Arias Camisón, dueño del Asador Guadalmina de Marbella, publicaba en las redes sociales.
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JOSE EUGENIO DEL RESTAURANTE GUADALMINA,
HA SIDO DETENIDO ESTA SEMANA, atentos a la razón por la cual ha sido detenido porque es totalmente surrealista.💀 El régimen intimidando a las personas que se rebelan contra la dictadura Chavista que intentan imponer.😡😡😡 pic.twitter.com/UICFJJnBBy
— Edu👑💚💚💚🇪🇸🇪🇸🇪🇸 (@Eduasrnere) June 30, 2024
Resulta que, tal y como cuenta el propio protagonista, se le tenía que notificar algo del juzgado y no consiguen hacerlo en su residencia habitual pero, sorprendentemente, sí consiguen hacerlo cuando estaba alojado en un hotel de Cáceres. Y para notificarle, resulta que se le llevan a comisaría y le encierran en un calabozo una noche completa. Algo que resulta un tanto sorprendente y, sobre todo, sospechoso.
Pero de este vídeo hay algo que nos llama mucho la atención, teniendo en cuenta que queremos mostrar todo nuestro apoyo y solidaridad con este hombre por la tremenda injusticia que ha sufrido: su apoyo a los que le detuvieron.
Y es que, a pesar de sufrir esa tremenda injusticia, José Eugenio nos habla de lo bien que le trataron en comisaría y quiere dejar claro su apoyo a los que le detuvieron, algo que, ciertamente, no entendemos.
Y no lo entendemos porque, a pesar de tener ese extraordinario comportamiento con él, al final fueron los ejecutores de una detención que resulta a todas luces injusta e incluso podríamos decir que pudiera ser ilegal, sin conocer muchos detalles. Que los policías puedan justificar lo que han hecho con aquello de «cumplir órdenes», vale, aunque saben perfectamente que no deberían cumplirlas si son ilegales, recuerden los Estados de alarma, pero asuntos como estos no solo no se solucionarán, sino que irán a peor, si los directamente perjudicados encima les aplauden y les muestran su apoyo.
Para que Sánchez siga donde está es fundamental para él contar con los cómplices necesarios. No deberíamos aplaudirles, por muy bien que traten a las víctimas.
Hay que ver lo peligroso que resulta ser víctima del síndrome de Estocolmo. Desde el poder siempre pueden asesinarte con toda la amabilidad del mundo y además hacerte creer que lo hacen por tu bien o por tu seguridad
Todos somos José Eugenio. O nos organizamos y nos quitamos de encima a la masonada o la masonada nos quita a nosotros a jeringazo limpio