Un ingeniero de Boeing con quince años de experiencia en la empresa, Sam Salehpour, ha levantado preocupaciones significativas sobre el modelo 787 Dreamliner, alegando que este presenta graves problemas de calidad que podrían comprometer su integridad estructural. Salehpour, quien está programado para declarar ante el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado el 17 de abril, compartió en una entrevista con NBC News que los defectos encontrados en el Dreamliner son los más graves que ha presenciado en su carrera.
El foco de su testimonio ante el Senado se centrará en los espacios excesivamente grandes entre las secciones del fuselaje del avión, donde se ubican pasajeros y carga. Según Salehpour, estas brechas, formadas durante el ensamblaje del avión, podrían dar lugar a fallos por fatiga del material después de miles de vuelos, poniendo en riesgo la estructura del avión. “Si ocurre un fallo por fatiga en altitud, el avión se desmoronará en las uniones, lo que llevaría a una caída catastrófica”, expresó.
A pesar de no tener acceso a todos los datos de prueba de Boeing, Salehpour planea urgir al Congreso a considerar la inmovilización del modelo 787, del cual hay más de 1.100 unidades operativas globalmente. Argumentó que es imperativo verificar el tamaño de las brechas para garantizar la seguridad de la flota.
Cuando se le consultó sobre si permitiría que su familia volara en un 787 en las condiciones actuales, Salehpour fue categórico al decir que no lo haría. Además, reveló que fue retirado de su rol en el proyecto 787 en 2022 tras haber planteado internamente sus inquietudes, algo que él considera una represalia por parte de la compañía, aunque Boeing niega estas alegaciones.
Boeing ha reconocido los problemas relacionados con las brechas en el Dreamliner y ha estado investigando estos defectos durante aproximadamente cinco años. La compañía encontró que algunos espacios superaban las especificaciones permitidas, que establecen un límite máximo de cinco milésimas de pulgada. Esto llevó a Boeing a suspender las entregas del 787 durante cerca de 18 meses mientras realizaba revisiones exhaustivas en busca de soluciones a estos problemas críticos.
Claro que si BOEING, el aparato de vuelo CONCORDE fabricado por franceses e inventado por el rumano, Henry Marie Coandă no valía y no tuvo nunca un solo acídente; pero los intereses no solo sionistas borra cualquier talento de la faz de la tierra, solo vale lo que propone los: Yanquis, Ingleses e Israel, el llamado el círculo vicioso de intereses mutuos, que nunca podrá ser tumbado…
Volar es muy seguro,solo hay que ver los pocos accidentes que hay.
Es mas peligroso coger el coche,o ir en patinete.