Lo del nuevo Ministro de Transportes, Oscar Puente, lleva camino de convertirse en uno de los casos más surrealistas de cualquier político en España. Puente, al que cada día está más claro que parece faltarle un hervor, está tan obsesionado con la red social Twitter, que a lo largo del tiempo en el que fue alcalde de Valladolid llegó a llevar las discusiones que mantenía en esta red social a los plenos del ayuntamiento.
Pero ahora, tras ser nombrado ministro, parece que la cosa, lejos de mejorar, ha empeorado por completo.
Hace apenas veinte días que Óscar Puente asumió el cargo de ministro de Transportes, pero ya ha protagonizado un notable número de desencuentros políticos con la Comunidad de Madrid. El último episodio de esta serie de confrontaciones es el bloqueo selectivo que el ministro ha impuesto a varios dirigentes del Partido Popular de Madrid, incluido el alcalde, en la red social ‘Twitter’. Este acontecimiento peculiar sigue a la solicitud urgente de una reunión realizada por los dirigentes populares para abordar las persistentes averías en el sistema de Cercanías de Madrid, así como críticas al ministro por su silencio ante dicha petición.
El consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, principal interlocutor del ministro en estos temas, fue testigo del bloqueo por parte de Óscar Puente en ‘Twitter’. Rodrigo había estado solicitando una reunión durante toda la semana para abordar los problemas en el sistema de Cercanías que afectan a cientos de miles de madrileños. Tras no recibir respuesta a su carta del martes, en la que solicitaba la reunión, volvió a insistir el viernes después de un tercer descarrilamiento en menos de dos semanas. La respuesta del ministro llegó finalmente el sábado, pero no con una reunión, sino con el bloqueo, según fuentes autonómicas, aparentemente para evitar más mensajes incómodos del consejero.
El mensaje que pareció irritar al ministro el viernes fue el siguiente: «Ha habido un nuevo descarrilamiento en Cercanías y ya son tres en menos de dos semanas. ¿A qué espera el Gobierno de Sánchez para hacer algo? Exigimos reunión urgente con el ministro Óscar Puente y que se pongan medidas para garantizar la seguridad de los madrileños».
Este bloqueo no se limita al consejero de Transportes; el delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid y segundo teniente de alcalde, Borja Carabante, también confirmó que Puente lo había bloqueado. A pesar de este obstáculo, Carabante prometió seguir denunciando los riesgos de los descarrilamientos en Cercanías, insistiendo en la responsabilidad del ministro de garantizar la seguridad de los madrileños en los trenes.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, no se libró del bloqueo después de reprocharle a Puente: «Óscar Puente descarrila como los Cercanías, pero que esto pase ni le va ni le viene como buen sanchista que es». La respuesta de Puente fue un bloqueo en redes sociales que, según Almeida, no puede tapar «la vergüenza del caos en Cercanías del Gobierno de Sánchez».
Los bloqueos del ministro no se limitan a políticos del PP; también se extendieron al presidente de CEIM, Miguel Garrido, quien calificó de «lamentable» la gestión del Gobierno en Cercanías. Garrido compartió su bloqueo en redes sociales, expresando con orgullo: «A mí también me ha bloqueado. Un honor estar en el lado correcto».
Es importante destacar que Puente bloquea desde un perfil oficial que se presenta exclusivamente como ‘Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible del Gobierno de España’, enlazando directamente con el Ministerio. Más allá de las controversias en redes sociales, la Comunidad de Madrid aún espera una respuesta a su solicitud de reunión sobre los problemas en el sistema de Cercanías.
La magnitud del problema es evidente en las estadísticas: tres descarrilamientos en las últimas dos semanas y un total de 710 incidencias en Cercanías Madrid en lo que va del año. Unos 650,000 madrileños utilizan Cercanías cada día, y se estima que alrededor de 315,800 usuarios se ven afectados diariamente por las incidencias en la red, siendo las líneas C3 (Aranjuez) y C4 (Parla) las más afectadas. La situación subraya la urgencia de abordar las preocupaciones en torno a la seguridad y eficiencia del sistema de Cercanías en Madrid.
Para los predicadores del catecismo de ultraizquierda la clave de los males españoles (gerontocidio por el protocolo genocida de la OMS incluido) la tiene Ayuso. No es que yo la defienda (está en el complot del mejunje venenoso, del pucherazo del 23J,…) pero el que los problemas de los Cercanías afecten especialmente a los territorios con los usuarios más izquierdistas, y sabiendo en lo amigos que sus líderes son de las falsas banderas (la verdad no importa, lo que importa es lo que la gente crea, Felipe dixit), no me extrañaría que sean averías planificadamente provocadas. Nos quedaremos con las ganas de que una investigación realmente independiente investigue para rechazar/aceptar esta hipótesis