viernes, noviembre 22, 2024
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Una activista anti gordofobia llama a seguridad porque otra persona tiene otra opinión

No hay nada más intolerante una persona que en vez de debatir y buscar argumentos y de buscar la verdad, en definitiva, se empeña en defender sus tesis porque le convienen por motivos de complejos y baja autoestima o directamente porque vive de explotar económicamente un drama. Así es que nos encontramos ahora con que existe la gordofobia, pero de toda la vida ha estado mal meterse con los defectos de los demás y hacer sentir mal a otros, simplemente, porque son obesos o tienen algún otro tipo de tara, sea permanente o no. Sin embargo, en el caso de la obesidad estamos hablando de una situación que en la mayoría de los casos tiene algún tipo de arreglo, claro está, si el paciente muestra cierto interés y fuerza de voluntad para mejorar su calidad de vida.

Y es ahí donde deberíamos apoyar a este creciente porcentaje de personas que nuestra sociedad sufre sobrepeso con todo lo que eso significa, no sólo para la salud, pero también para la propia autoestima de estos individuos. Personas que también tienen derecho a sentirse bien con su propio cuerpo, en buena forma física, algo que es completamente incompatible con estar gordo, como se suele decir, sin ánimo de ofender a nadie.

Hablamos con una nutricionista sobre la obesidad

“Esto que comentáis es de pura lógica: ¡por supuesto que el exceso de grasa es pernicioso para las personas y empezando por la salud! De forma sorprendente, por el contrario, en los últimos tiempos nos estamos dando cuenta de que hay una determinada corriente de opinión, que encima pretende ser científica, que apuesta por la obesidad como una forma más de vida o algo así. Pero esto no es lo que los médicos y la propia lógica de la salud de las personas nos dicen, puesto que el sobrepeso es una condición patológica desde todo punto de vista. De hecho, la obesidad mórbida debe su nombre a que morbo es enfermedad en latín. Y es que una gran cantidad de problemas cardiovasculares y de todo tipo provienen del exceso de peso de las personas”.

Pues bien. Esto que os vamos a contar ahora ocurrió recientemente en una conferencia que al parecer iba sobre la gordofobia, en un auditorio de la Fnac, donde al parecer se intentaba demostrar científicamente que las personas obesas no tienen ningún tipo de problema. Y cuando hubo una persona que discrepó con las tonterías que estarían diciendo, en lugar de escucharla y confrontarla, empezaron con los mismos argumentos infantiles de siempre de tengo artículos escritos por científicos que desmontan lo que me vas a contar…

La obesidad es simplemente un problema contra el que se puede luchar

El caso es que este chico insistió en que la obesidad era simplemente un problema contra el que se podía luchar, momento en el cual la conferenciante le invita a exponer su tesis. Literalmente le dice: muy bien, dinos tú alguna solución. Y este chico simplemente contesta: dieta estricta y ejercicio. En ese momento, se desata el infierno en la sala de conferencias. No les gusta lo que acaban de oír. Y lo demuestran de inmediato poniéndose groseros con esta persona, a la que echan de mala manera del auditorio cuando es la propia conferenciante en la que se muestra irrespetuosa y le dice a ese joven tan acertado que se vaya a tomar por ahí.

Pero es que no es un caso único en la historia. Recientemente, yo mismo pude comprobar cómo se montaba una polémica de lo más absurdo en redes sociales por culpa de un malentendido en el que la madre de un niño, bastante obeso el pobre, acusaba públicamente a un médico de haberle llamado gordo a su hijo cuando ya tenía toda la problemática asociada a estar obeso y más si eres un crío. Pues bien. La mujer no solo se equivocó de médico a la hora de decir quién había sido el malvado que le había llamado gordo a su hijo, sino que además nada fue exactamente como ella lo contaba. Ni mucho menos. El médico que trató a su hijo sólo estaba haciendo su función de velar por la salud de ese chaval cuyo sobrepeso le iba a originar cada vez más problemas y cuya situación se iba a hacer cada vez más difícil de solucionar conforme pasaran los años. Como es lógico, al final, esta señora tuvo que rectificar en todos los errores que había cometido y borrar sus comentarios antes de que el médico involucrado tuviera que llevarla a los tribunales.

Un problema tan obvio y tan nefasto para la salud de las personas como la obesidad

¿Estamos todos locos lo qué nos pasa? ¿Qué sociedad absurda estamos creando en la cual los problemas se convierten en una forma de vida y no se puede hablar de soluciones? ¿Desde cuándo es bueno engañamos a nosotros mismos sobre un problema tan obvio y tan nefasto para la salud de las personas como la obesidad? Y encima de todo lo quieren confundir con lo que es el bullying puro y duro de llamar a alguien gordo/a o juzgar a las personas por su físico, pero es que eso es otro tema aparte que no merece ni la pena discutir. Porque todos merecemos respeto. Es que los problemas tengan o no solución o que ni siquiera sean problemas, simplemente, porque hay un cierto colectivo de personas que se sienten ofendiditos si no les das la razón.

En fin. Lamentable la escasa libertad que disfrutamos y que cada vez resulta más obvia para toda una sociedad dormida y acomplejada que ni siquiera se atreve a defender las cosas más básicas y que se ha acostumbrado a estar permanentemente en un debate absurdo con un elefante en la habitación. Una expresión muy útil para estos tiempos y que quiere describir lo tonto que es hablar de cualquier tema y obviando la situación más básica y principal de ese tema. Como si no hubiera un elefante en la habitación.

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