Parece que el globalista que dirige los destinos de la Iglesia Católica en el mundo, el señor Bergoglio, más conocido como Francisco, está terriblemente preocupado de que su país de origen se salga de la terrible senda globalista que ha tomado desde hace años, gracias a los Kirchner y al impresentable Alberto Fernández.
Y esa preocupación le ha llevado a criticar la posibilidad de que en su país acabe gobernando alguien como Milei, de quien tampoco conocemos mucho pero parece ser algo mejor de lo que Argentina sufre ahora.
Y como Bergoglio hace mucho tiempo que ha perdido el disimulo y solo rinde cuentas a líderes terrenales, en lugar de espirituales, se ha pronunciado de esta forma sobre Milei durante una entrevista con la agencia oficial de noticias Télam: «Todos fuimos jóvenes sin experiencia y a veces los chicos y las chicas se aferran a milagros, a mesías, a que las cosas se resuelven de manera mesiánica. El Mesías es uno solo que nos salvó a todos. Los demás son todos payasos de mesianismo».
El conocido líder globalista añadía: «Ninguno puede prometer la resolución de conflictos, si no es a través de las crisis saliendo hacia arriba. Y no solo. Pensemos cualquier tipo de crisis política, en un país que no sabe qué hacer, en Europa hay varios… ¿qué se hace? ¿Buscamos un mesías que venga a salvarnos de afuera? No. Busquemos dónde está el conflicto, agarrémoslo y resolvámoslo. Manejar los conflictos es una sabiduría. Pero sin conflictos no se va para adelante».
Reconocemos que Milei nos ofrece muchas dudas, como cualquier otro político a nivel mundial y sobre todo en este lado del mundo globalista, pero hemos de reconocer, también, que si Bergoglio le ataca ya es un punto a su favor, en lo que a nosotros respecta. Cualquiera que le pueda provocar un desasosiego a ese que se hace llamar Papa, tiene ya muchos puntos a su favor.