Artículo escrito por Dany Eszel (Físico)
Se ha vuelto a repetir de nuevo, y esta vez de una manera más flagrante, la mala praxis de no realizar el escrutinio general, como ha de hacerse, pues así lo dice la ley y el sentido común, máxime teniendo en cuenta el historial del trilero de la Moncloa, su subvención a Indra, Scytl, los trenes de Valencia, la gente que no ha recibido la documentación de Correos y su hemeroteca desde que prácticamente tuvo uso de razón el aludido recadero de Soros, Gates y el globalismo, añadiendo las sospechas fundadas de fraude declarado por la oposición en democracias como Francia, Brasil y Estados Unidos.
Si algunos confiábamos en un colectivo con fuerza, que pudiera decir lo que muchos pensamos, en este caso sobre la manipulación electoral, es VOX; pero que no hayan solicitado –una vez más—, no solamente el escrutinio, sino también el recuento por separado del voto por correo (controlado por su amigo, ejemplo por su trayectoria y físico de lo que es un SER socialista), para comprobar un posible desvío en los resultados respecto del voto presencial, nos ha dejado huérfanos de toda esperanza.
Pero esto no es un fenómeno nuevo; siempre hay traidores en las cúpulas. Así, de la misma forma que distinguimos entre la Iglesia y sus feligreses o los nobles de Escocia y los escoceses de William Wallace, hay que hacer la distinción entre la cúpula de VOX y sus votantes. Es, por tanto, injusto generalizar y decir, por ejemplo, que los españoles encabezados por Agustina de Aragón fueron sumisos debido a la actitud de la monarquía borbónica de Carlos IV, como también lo es resignarse a aceptar que VOX es un partido más que solo favorece al okupa de la Moncloa.
Cuando se habla de VOX como disidencia controlada, hay que diferenciar entre los dirigentes de la cúpula, que pueden ser no visibles y que manejan al núcleo del partido, y la gente corriente que nutre el VOX de quienes se unieron sin haber estado en política o aún permanecen fieles a estas siglas por una esperanza de cambio; gente en su mayoría valiente, que razona, que lucha contra la injusticia, la manipulación y la falta de libertades, en definitiva, por revertir la incipiente situación de España. Es este deseo de cambio lo que ha unido a tantos miles de personas, muchas en shock en estos momentos porque no pueden entender qué ha ocurrido el 23-J. Pero la historia se repite. No es la primera vez que las irregularidades ocupan el papel protagonista.
Los apoderados de VOX han solicitado el recuento electoral, derecho que les ha sido denegado, lo que motivó que el apoderado de Burgos presentase una denuncia contra la Junta Electoral Central por dejación de funciones al negarse el secretario de la Junta Electoral Provincial a efectuar el recuento de las actas. Tras esto, el silencio de VOX cúpula continúa, lo que lleva a pensar que VOX cúpula es disidencia controlada, al menos una parte, pues sigue sin pronunciarse ni hacerse eco de la gran labor de uno de sus apoderados. Por tanto, no queda más remedio que exponer públicamente sus contradicciones, y que el VOX de la gente acabe por romper la cúpula del partido, que las bases se hagan con el control y echen a sus dirigentes sin hacer ruido, pues, en su defecto, si se formara un nuevo partido empezando de cero, generaría mucha mas abstención, pues al fallar VOX, sería muy complicado ilusionar a la gente con una nueva formación, y está claro que la abstención nunca va traer ningún cambio.
Desde la llegada de VOX al poder, lo que rechina, dejando a un lado el primer estado de alarma, que luego corrigieron al no apoyar el segundo, y los aplausos a Zelenski –pues fueron hechos inesperados sin capacidad de tomar una decisión meditada—, aparte de algunas incoherencias más, hay que exponer la tibieza de la cúpula en tres puntos importantes: el primero respecto al cambio climático. Deberán negar de forma clara que sea por acción del ser humano y el CO2, pues este gas solo representa el 0,04% del que se encuentra en la atmósfera, y exponer las verdaderas causas de los incendios provocados, la radiación y las estelas de aviones que deshacen las nubes, y no solo la demolición de presas que sí ha denunciado Abascal. El segundo punto es investigar y depurar responsabilidades por los vacunados que han sufrido efectos secundarios. Es algo tan notorio que no pueden callarlo por más tiempo. Y el tercero sobre el tema de este artículo: el recuento electoral.
Sobre estos tres puntos hay que preguntar a VOX y exponer a su cúpula para destruirla, pero, como hacen los que conspiran, de forma silenciosa, y sin hacer ruido para no generar más abstencionismo y desilusión en la política como elemento necesario, que no único, para el cambio de rumbo de España.
El cuarto punto es que expliquen por qué se han negado a que las juntas electorales provinciales sumen los votos de las actas en los escrutinios generales