Cuando hace unas semanas unos niños franceses fueron apuñalados en un parque, un comentario de Susana Griso en su programa se viralizó. Y es que, la única conclusión que sacaba Griso era que lo sucedido iba a dar votos a la ultraderecha francesa. Sin entrar en un asunto de un atentado que huele bastante a falsa bandera, llama la atención que, sea como fuere, lo único que le preocupe a Griso sea eso.
Pero parece que a esta chica le gusta mucho eso de tropezar en la misma piedra, porque hoy entrevistaba al líder de Vox, Santiago Abascal. Y Abascal sacó a relucir ese asunto para que comprobara la mentalidad que tienen muchos periodistas con su partido.
Ahí es cuando intervino inmediatamente Griso para tratar de explicar lo sucedido.
¿Y qué hizo? Pues volver a meter la pata porque, tratando de explicar lo que intentaba decir aquel día, lo único que hizo fue certificar que lo que dijo era exactamente lo que quería decir.
Si se dan cuenta, lo único que hace con la supuesta explicación es redundar el error que, supuestamente, pretendía corregir. Con esto queda muy claro que lo que dijo es lo que dijo y lo que todos entendimos que pretendía decir era exactamente eso. Susana Griso hace continuas loas a las meteduras de pata.