¿Recuerdan esa frase de «no se podía saber»? Se ha utilizado en infinidad ocasiones, incluso en aquellas en las que las evidencias de la estafa política que se estaba cometiendo no daba lugar a ninguna duda.
Ahora, en pocas semanas ya, nos encontramos ante unas nuevas elecciones generales. Y como ya sabemos todos en esta España de Pedro Sánchez, y gracias a la labor de Elecciones Transparentes, es muy probable que haya un pucherazo de los que hacen época, porque Sánchez se la juega y no está acostumbrado a jugar limpio.
Imaginen, julio, mucha gente fuera de sus domicilios… ¿y a qué se recurrirá? Al voto por correo, que es precisamente la forma en la que estos amigos del fraude cometen todas sus fechorías puesto que es incontrolable y nadie quiere hacerlo, mucho menos los que deberían.
Están obsesionados con el voto por correo porque lo manejan ellos y no tienen control alguno. Hasta tal punto están obsesionados que vean lo que están haciendo. ¿Les parece normal que furgonetas del PSOE estén recorriendo las ciudades para hacer esto?
Es más que sospechoso…