¿Se acuerdan del famoso «¡Que te pego, leche!» de José María Ruiz-Mateos al exministro de economía y hacienda Miguel Boyer? Fue uno de los momentos más míticos y más virales de la historia de España (y eso que entonces no había redes sociales).
Ocurrió en 1989 en los Juzgados de Plaza de Castilla. Ruiz-Mateos se convirtió en el enemigo número uno del gobierno socialista presidido por Felipe González debido a la expropiación del holding de empresas, RUMASA, propiedad de la familia, aprobada en un consejo de ministros en 1983. El pintoresco empresario, muy enfadado, intentó dar un puñetazo al ministro al grito de «¡que te pego, leche!» mientras Boyer le llamaba payaso, sinvergüenza y delincuente. Además, José María Ruiz-Mateos junto a su hijo Zoilo, portaron una pancarta en la que se podía leer «Boyer: Devuélvenos todo lo que nos has robado»
El exministro había acudido a declarar al Juzgado tras una querella por injurias interpuesta por Ruiz-Mateos y fue a la salida donde se produjo el famoso enfrentamiento entre ambos (ya fallecidos).
La expropiación de Rumasa -grupo empresarial formado por más de 200 empresas, además de varios bancos, que empleaba a más de 60.000 personas- supuso uno de los primeros escándalos financieros y uno de los más mediáticos de aquellos años ya que el empresario jerezano no paró de luchar durante décadas contra lo que consideró una injusticia. Entre los motivos que alegó el gobierno de la época y particularmente el exministro Boyer para ordenar la expropiación del holding, fue que se quiso evitar la crisis total de un grupo en quiebra, que, en las difíciles circunstancias económicas de aquel año, les pareció que podría tener unas consecuencias muy graves.
Ahora, tras cuarenta años de recursos y litigios en los tribunales, la Justicia ha dado la razón a la familia Ruiz-Mateos y obliga al estado a recalcular el precio de Rumasa, lo que supondrá una indemnización multimillonaria en favor de los herederos del empresario. Cifra que calculan rondaría los 13.000 millones de euros.
En resumidas cuentas, todos los españoles tendremos que pagar la indemnización por culpa de un gobierno socialista que tomó una decisión, que ha quedado probado, no haber sido la correcta.
Otra reflexión que se puede extraer es que la Justicia en este país es demasiado lenta.
Espero que, cuando cobren, paguen ellos también los famosos pagarés de Nueva Rumasa
La reflexión es que no hay justicia. Si el gobierno roba y tras años somos los españoles quienes tenemos que pagar…Que se le incaute los bienes a quien era presidente entonces y a quienes como él cometieron el error, por no decir robo. Eso seria justicia.
La reflexión es que no hay justicia. Si el gobierno roba y tras años somos los españoles quienes tenemos que pagar…Que se le incaute los bienes a quien era presidente entonces y a quienes como él cometieron el error, por no decir robo.