Por Alfonso de la Vega
Dando por buenos los resultados facilitados y la ausencia de pucherazo significativo, Extremadura no se ha quedado fosilizada en el tiempo y el socialismo agendismo WOKE cambia de siglas. Lo del mito del “reparto” y de “los pobres de la tierra y la famélica legión” ya vende cada vez menos salvo para los más obtusos o recalcitrantes. Y esta vez las cosa habrían cambiado algo pero no tanto como parecería.
Si damos por buenos los datos publicados, (s.e.u.o.), cabe hacer algunos comentarios a propósito.
Censo 860376
Votantes 539251
Abstención 321125
Abstención 1-,06267 = 37,32 %
Los resultados en votos, en % respecto al censo total y al % que ha votado serían:
PP . 228.300 43, 18 27, 06 3, 8 % menos
PSOE 136.017 25, 72 16,11 pierde casi la mitad
Vox 89.360 16,90 10,59 88 % más
Podemos 54.189 10,25 6,42 47,1 % más
La abstención ha sido enorme, del 37,2 %, la gran vencedora con 321125 no votos, casi 100.000 más que la lista ganadora entre las votadas. Lástima que ello no tenga mayores efectos en escaños sin cubrir o en la deslegitimación del proceso como indicativo de la falsedad o inoperancia del régimen para intentar resolver los auténticos problemas de los súbditos. Un régimen que a falta de alternativas reales se limita a proponer simples cambios en las siglas para la gestión del socialismo globalitario agendista dominante. Un bipartidismo para la gestión que no para alternativas reales.
También se habría producido el consabido o habitual apagón, tras el cual los comunistas WOKE aumentaron dos escaños a costa de PP y VOX.
El PP recoge el recambio del socialismo, aunque pierde votos respecto a la anterior votación de hace dos años. Por tanto cabe deducir que ha fracasado en su empeño en conseguir mayoría absoluta lo que ni siquiera ha podido lograr en tan ventajosas condiciones. Un fiasco pese a haber sido el menos malo. Desde el punto de vista del régimen es una buena noticia lo de un socialismo menos salvaje, que compensa el descrédito de la gran abstención. Se trata del voto útil promocionado para el régimen pero completamente inútil para que el sufrido súbdito pueda levantar cabeza y salir del actual marasmo. Pero se trata de un voto de simulación agendista, de pura incoherencia moral y política. La misma que el sábado se iba a ofrecer flores a la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres, luego se proclama firme y convencida abortista. En realidad desde el punto de vista de la ideología manifestada por la candidata Guardiola lo más lógico o coherente sería que formara gobierno con Podemos.

El PSOE pierde cerca de la mitad de los votos, que van a la abstención y en parte a Podemos. Siempre había ganado hasta ahora en esta tierra cautiva, de modo que la debacle es significativa. Para colmo, lo de poner de candidato a un procesado por la Justicia por muy presunto “cuñadísimo” que pueda ser y más que presunto futuro condenado, como trágala del gran timonel no parece haber sido buen negocio para el partido. Y eso que un votante socialista actual tiene grandes tragaderas o en su podredumbre moral por lo que se vislumbra en estos casos aspiraría también a seguir el ejemplo de las presuntas grandes hazañas delictivas de sus próceres.
VOX ha subido mucho, casi doblado los votos en la autonómica anterior, pero poco más que en las últimas generales, de modo que tampoco es como para echar cohetes.
También se ha producido el consabido o habitual apagón tras el cual los comunistas WOKE aumentaron dos escaños a costa de PP y VOX.
El PP y VOX vienen a ser como el aceite y el agua. Pero Extremadura, pese a su dependencia del saboteado sector agrario, no habría sabido aún colocarse en la misma línea que los patriotas europeos en un proceso de desestabilización propulsor de posibles futuros grandes cambios en la UE, aunque “menos da una piedra y hace más daño.”
Al cabo, no parece que vaya a cambiar nada importante más allá de la pedrea de cargos y cargas. Veremos cómo juegan sus cartas unos y otros en una partida que trasciende esta baza o la simple cuestión regional extremeña. Me recuerda el juego de las siete y media, que como decía don Mendo es “un juego que no hay que jugar a ciegas, pues juegas cien veces, mil, y de las mil, ves febril que o te pasas o no llegas. Y el no llegar da dolor pues indica que mal tasas y eres de otro deudor. Mas ¡Ay de ti si te pasas!¡Si te pasas es peor!

