Lucía Jiménez González, presidente y fundadora de la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), ha fallecido de manera repentina el sábado 20 de diciembre de 2025 en Málaga, a los 60 años. Jiménez se encontraba en la ciudad andaluza para asistir a un acto de homenaje al fiscal Luis Portero, asesinado por ETA en 2001, cuando sufrió un malestar repentino que derivó en su muerte. Jiménez se sintió indispuesta durante el viaje, pero no aceptó ser hospitalizada y pidió que la llevaran al hotel, donde horas después falleció de una hemorragia interna. Esta noticia ha conmocionado al ámbito de las víctimas del terrorismo en España, donde era reconocida como una voz incansable en la defensa de la memoria, la justicia y la reparación para las víctimas canarias.
Nacida en Agüimes (Gran Canaria) en 1965, Lucía Jiménez era periodista de profesión y dedicó más de dos décadas a visibilizar el sufrimiento de las 281 víctimas de los atentados atribuidos al Frente Polisario durante los años 70 y 80 del siglo pasado. Su compromiso con esta causa no era abstracto: su padre, Francisco Jiménez, resultó gravemente herido en un atentado perpetrado en enero de 1976 en las minas de fosfatos de Fos Bucraa, en el Sáhara Occidental, y falleció años después debido a las secuelas. Esta experiencia personal impulsó a Jiménez a fundar Acavite en 2006, convirtiéndola en la principal organización que representa a las víctimas canarias del terrorismo, incluyendo ataques como asesinatos, secuestros y explosiones contra barcos pesqueros y trabajadores en la zona.
Bajo su liderazgo, Acavite logró hitos significativos, como el reconocimiento oficial por parte del gobierno español de los actos del Polisario como terrorismo, lo que permitió compensaciones económicas para las familias afectadas en 2006 y condecoraciones en 2015. Jiménez fue una crítica acérrima de cualquier iniciativa que «blanqueara» al Polisario, como reuniones políticas o apoyos en Canarias, y abogó por la inclusión de estas víctimas en memoriales y materiales educativos. En 2022, recibió una medalla de plata de la Asociación Dignidad y Justicia por su trayectoria de constancia y valentía.
Los atentados del Polisario contra intereses españoles en el Sáhara y las aguas cercanas a Canarias entre 1976 y 1985 dejaron más de 20 muertos y decenas de heridos entre españoles, incluyendo canarios. Durante años, estas víctimas fueron ignoradas por las autoridades españolas, que no las reconocían como tales, privándolas de reparaciones legales. Jiménez, descrita como una «bestia negra» para el Polisario, transformó Acavite en un referente de lucha, destacando que Canarias era la única comunidad autónoma española sin un reconocimiento pleno a sus víctimas del terrorismo.
Recientemente, en noviembre de 2025, Acavite criticó una reunión entre diputados del Partido Popular y representantes del Polisario en Gran Canaria, exigiendo coherencia en la defensa de las víctimas. Jiménez participó activamente en eventos como el homenaje a Portero, donde planeaba reclamar una vez más la igualdad de trato para todas las víctimas del terrorismo en España.
Amigos y colaboradores la describieron como una mujer tenaz, curiosa y llena de ilusiones, cuya lucha continúa a pesar de su partida. En redes sociales, publicaciones de usuarios como Yahya Lamin y Gilberto Pérez resaltaron su repentina muerte y su impacto personal.
Descanse en paz.