En diciembre de 2025, una exhaustiva investigación publicada por The New York Times ha sacado a la luz detalles sobre los orígenes de la fortuna de Jeffrey Epstein, el financista estadounidense condenado por delitos sexuales y fallecido en 2019. Entre las revelaciones destaca el papel que jugó la actriz y presentadora española Ana Obregón en los primeros pasos profesionales de Epstein, a principios de los años 80, cuando ambos mantuvieron una relación de amistad con tintes románticos iniciales.
Ana Obregón y Jeffrey Epstein se conocieron en 1982 en Nueva York, cuando la actriz intentaba abrirse camino en la industria del entretenimiento estadounidense. Según el reportaje del periódico estadounidense, una persona en común los presentó. En su primera cita, Epstein la impresionó conduciendo a alta velocidad por Manhattan en un Rolls-Royce. Obregón quedó «fascinada por su encanto y su belleza», aunque finalmente decidió mantener solo una amistad.
En sus memorias Así soy yo (publicadas en 2012), Obregón describió a Epstein como «el hombre perfecto del que nunca me enamoré» y como su «ángel de la guarda en Nueva York». Relató episodios como llamadas tempranas para desayunar juntos o el envío de una limusina para llevarla a clases de interpretación. Durante ese período, Obregón mantenía una relación sentimental con Miguel Bosé, y Epstein salía paralelamente con otras mujeres, como la modelo y ex Miss Suecia Eva Andersson.
El aspecto más relevante de la investigación de The New York Times es cómo esta relación personal abrió puertas profesionales a Epstein. En esa época, varias familias españolas adineradas, incluida la de Obregón (los García Obregón), habrían perdido millones de dólares en la quiebra de la firma de inversión Drysdale Government Securities. Epstein, que entonces trabajaba en Bear Stearns y se presentaba como un «cazarrecompensas» financiero, fue contratado por estas familias para recuperar el dinero perdido.
Tras más de un año de investigación, Epstein localizó los fondos en una sucursal bancaria canadiense en las Islas Caimán y amenazó con acciones legales para su devolución. Las familias, entre ellas la de Obregón, le pagaron una generosa recompensa, lo que marcó uno de los primeros hitos en la acumulación de su fortuna millonaria. Esta operación, combinada con otras actividades (incluyendo presuntas estafas), permitió a Epstein ascender en los círculos financieros internacionales.
🟠 Ana Obregón sentencia sobre Jeffrey Epstein: «Me repugna haber sido su amiga».
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— Y Ahora Sonsoles (@YAhoraSonsoles) December 16, 2025
Tras la publicación del reportaje el 16 de diciembre, Ana Obregón ha roto su silencio en programas como Y ahora Sonsoles (Antena 3), donde colabora. La actriz ha expresado repulsa hacia Epstein al conocer años después su faceta como depredador sexual: «Me repugna haber sido su amiga, me hierve la sangre». Ha negado rotundamente que su relación fuera romántica más allá de algunas citas iniciales, afirmando que frenó cualquier avance: «Cuando hubo un pequeño avance con Jeffrey Epstein, lo frené». También ha asegurado que tuvo una «premonición» o «sexto sentido» que le impidió involucrarse más.
Obregón ha desmentido conocer detalles sobre posibles negocios entre Epstein y su familia: «Mi relación con él no tuvo nada que ver con el dinero. Desconozco si mis padres tuvieron relaciones económicas con él». Descubrió los crímenes de Epstein años después, al ver documentales sobre el caso, y manifestó asco y rechazo total.
No hay evidencia de que Ana Obregón estuviera al tanto de las actividades delictivas de Epstein, que se hicieron públicas décadas después. Su conexión se limita a los años 80, antes de que Epstein desarrollara su red de tráfico sexual de menores. El nombre de Obregón no aparece en los conocidos «flight logs» del avión privado de Epstein ni en su «black book» de contactos posteriores.
La revelación ha generado gran revuelo en medios españoles e internacionales, reavivando el interés en los orígenes opacos de la riqueza de Epstein. Obregón, por su parte, ha enfatizado su rechazo absoluto: «Que unan tu nombre a un depravado de esa magnitud es asqueroso».