jueves, diciembre 4, 2025
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La película más conspiranoica de la historia

Por Colin Rivas

¿Predijeron el futuro HG Wells, George Orwell o nos dicen lo que realmente sucede entre bambalinas como en el nombre de la rosa de Umberto Eco? Por lo que al momento de plantearnos si una película predice el futuro, hay que observar el mensaje sobre aquello que buscan predecir, no su estética, como también que dicho mensaje no trate sobre una crítica filosófica a los acontecimientos del presente, llevados a la ficción futura.

Hay muchas películas que aciertan en mensajes adaptados a una lógica previsible del autoritarismo y del ejercicio del poder, explorado por regímenes políticos o empresariales. Por lo que, más que una predicción, se trata de la previsión sobre las consecuencias de aquellas novedades que se nos presentan como un sueño o una esperanza. Las siguientes películas, con un breve análisis, pretende dar luz sobre un género distópico de ficción y no ficción que pretende reivindicar su capacidad premonitoria del futuro, y aun así ocurriendo los hechos, no existir una relación u organización que se oponga ello, tal vez porque el fin no era advertir, sino convocar y normalizar aquello que solo íbamos a percibir como un teatro de la historia. Pero eso sí, no me eches la culpa si ves cosas raras a tu alrededor. Después de la farsemia del covid, del 911 de Bin Laden, de Snowden y Wikileaks, todo ha cambiado y nunca volverá a ser lo mismo. Nos hemos convertido en unos «conspiranoicos»… y con razón.

Ya no nos creemos nada de nada, ni de nadie. Y es que la era de la información se ha convertido en la de la desinformación o incluso infoxicación. Está genial eso de informarse, de fiarse de los medios de toda la vida, de los políticos y de los médicos, pero las filtraciones probadas de internet y muchos analistas como un servidor nos han hecho ver las cosas de otra manera y que hay grandes verdades ocultas. Lo importante es comprender la complejidad de “la verdad” con mayúsculas, ahondar gracias a estas películas en secretos ocultos, en descubrimientos que amplíen o cambien nuestra forma de ver el mundo en qué vivimos. Son cintas sobre conspiraciones, y si nos volvemos conspiranoicos y más desconfiados, bienvenido sea. Para recién despiertos o despiertos a secas con ganas de escarbar tras las verdades oficiales que apestan desde lejos, pero que también comprendan que estas cintas les pueden mentir igual o más que lo que están poniendo en duda.

Así es el cine, así es la televisión, así es el mundo, un mar de mentiras llenas de verdades y de verdades llenas de mentiras. Vamos a empezar con la película Wag the Dog (1997), conocida en español como La cortina de humo o Mentiras que matan, es una sátira política que aborda directamente la manipulación mediática y el uso de la propaganda por parte del Estado para controlar la percepción pública y desviar la atención de escándalos reales. Aunque la película es una obra de ficción, su premisa se presta perfectamente a un análisis desde la perspectiva de las teorías conspirativas sobre el control de masas. Análisis Conspiranoico y Control Estatal La frase que abre la película, «Un perro mueve la cola porque es más listo que la cola. Si la cola fuera más lista, movería al perro», establece la tesis central: una entidad pequeña (los asesores políticos y los medios) puede controlar a una entidad mucho más grande e importante (el público y, por extensión, el gobierno). Desde una óptica conspiranoica, la película se ve como una «revelación» o un «aviso» sobre cómo operan realmente las élites políticas y los servicios de inteligencia para manejar a la población.

Los puntos clave de este análisis incluyen: • Creación de Realidades Falsas (Guerras Inventadas): La trama gira en torno a la invención de una guerra ficticia en Albania para tapar un escándalo sexual del presidente de EE. UU. La teoría conspirativa sugiere que eventos noticiosos importantes, incluyendo conflictos militares reales, son a menudo escenificaciones o «falsas banderas» diseñadas para manipular la opinión pública, generar patriotismo y justificar agendas políticas o militares.

El Poder de los Medios como Herramienta de Control: La película muestra cómo un productor de Hollywood y un asesor de imagen de élite fabrican pruebas, testimonios y canciones para simular la guerra. El análisis conspiranoico argumenta que las principales cadenas de televisión y periódicos no son entidades independientes que buscan la verdad, sino instrumentos del Estado o de una élite controladora para difundir propaganda y «lavar el coco» (control mental) a los ciudadanos, dictando qué temas son importantes y cuáles deben ignorarse.

• Distracción y Desvío de Atención (El «Pájaro Brillante»): La técnica central es crear un drama más atractivo y emotivo que el escándalo real. Esto se relaciona con la idea de que los gobiernos usan constantemente «cortinas de humo» para distraer al público de problemas graves o decisiones impopulares, manteniendo a la ciudadanía enfocada en el entretenimiento (el showbusiness de la noticia) en lugar de en la política real.

• Manipulación Emocional y Símbolos: La película utiliza símbolos poderosos (la joven albanesa con un gato, el «héroe» de guerra ficticio) para despertar emociones y empatía en la audiencia. Las teorías conspirativas señalan que esto es una táctica deliberada para anular el pensamiento crítico de los ciudadanos, haciéndolos reaccionar emocionalmente en lugar de racionalmente.

• La Desconexión de la Verdad: Al final, la verdad de la guerra no importa; lo que importa es la narrativa mediática. El análisis sugiere que la «verdad objetiva» es irrelevante para el Estado, que solo busca una narrativa efectiva que le permita mantener el poder y el control social. Resumiendo, desde una perspectiva conspiranoica, Wag the Dog no es solo una sátira, sino un manual que expone las operaciones encubiertas del gobierno para manipular a la población a través de la prensa y la televisión, demostrando cómo se puede fabricar el consenso público y la realidad misma. El uso de la información según el interés de la cúpula de poder es algo que nos persigue desde hace mucho tiempo… Dustin Hoffman, Robert De Niro y la tristemente asesinada Anne Heche compusieron este thriller político que ha quedado demasiado a la sombra. Quizás esa era la intención… Por algo su título es sinónimo de película de conspiraciones.

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