Los guarros de Santander se cabrean mucho con los fascistas locales porque éstos «reivindican el uso de champú y otros productos de higiene personal y las execrables duchas, eso sobre todo, en espacios públicos en los que determinados colectivos de guarretes nos podemos sentir ofendides. ¡Ah! Y también son racistas y fascistas y machistas«.
Como es su costumbre, los zoquetes de la política y los medios oficiales han salido rápidamente al paso, para apoyar a los que se manifiestan contra la extrema derecha y el jabón, mientras afirman que no puede impedir que estas personas tan malvadas e intolerantes con la suciedad se duchen y perfumen.
«Lamentablemente, desde las instituciones no podemos interferir en los hábitos de higiene de estos fascistas, pero les pedimos que por favor se duchen menos para no discriminar a la extrema guarrez de los guarros y para no desentonar tanto en una ciudad que huele a orines y que está llena de mugre y de ratas«.
Una rata de Santander huye despavorida porque estos extremistas les hacen sentirse muy mal y muy inseguras en su territorio.
Cabreo de los guarros de Santander por la celebración de un evento patriota a favor del champú
Más de medio millar de guarros sin lavar salieron a las calles de Santander para expresar su rechazo al gel y a un festival musical señalado por acoger a formaciones consideradas “abiertamente nazis, nazis, nazis”. Y lo que es el colmo: formaciones políticas que utilizan frecuentemente champú y agua potable. Un hábito en desuso para algunas posturas radicales de extrema falta de higiene.
La ciudad vivió así una jornada marcada por la confrontación entre posturas opuestas en cuanto a lavarse o no. Por un lado, los organizadores del tema facha defendieron la celebración de un evento patriótico y el baño con regularidad, asegurando que el festival fascista da voz a lo que denominan “la verdadera Europa y no el ghetto y la favela, donde puede haber cerdos que no se lavan”. Por otro lado, numerosos colectivos sin lavar y de marranos varios exigieron su cancelación, calificándolo como un encuentro de carácter fascista que, a su juicio, no debería tener cabida en el espacio público tan sucio de Santander, donde huele a pis por todas partes y da auténtico asco vivir.
Las abundantes ratas de Santander se sienten ofendides
«Esa gente huele bien y eso nos ofende. Reivindicamos espacios públicos seguros para piojos, sarnas varias y rastas con vida propia. Las abundantes ratas de Santander se sienten ofendides y luego dicen los asturianos, con razón, que en Fachander meamos colonia«.
La concentración en contra del festival y del jabón reunió a más de 500 personajes, procedentes de barrios marginales, presidios y manicomios varios, que denunciaron lo que consideran un intento de blanquear ideologías extremistas con detergente y bajo la apariencia de un evento cultural y de «lavado de cerebros y rastas«.
El debate en torno al festival fascista ha generado un fuerte impacto en Santander, dividiendo opiniones y reabriendo el debate sobre los límites de la libertad de expresión y sobre si los guarros se deberían lavar o no. Cuestionando que la democracia sea igual de guay cuando se trata de discursos que, según los críticos del gel y la ducha, promueven el odio y la intolerancia y el champú frente a sus rastas llenas de piojadas.