viernes, septiembre 26, 2025

Verborreas

Por Alfonso de la Vega

Mientras el valido de Su Majestad cada vez se encuentra más acorralado por la Justicia en cuyo nombre se administra, acontecen otras noticias quizás más relacionadas con la anterior de lo que parecen. En Nueva York entre mucho “ji ji  y ja ja” el falsario y Su Majestad se ponen de acuerdo para repartirse los papeles cara a sus discursos en la Asamblea de la ONU. Uno hablará de genocidio y el otro de masacre. El astuto valido se largó a otros menesteres más lucrativos tras breve faena de aliño y metisaca estocada pescuecera, dejando tras escaquearse a Don Felipe el apaño por si hubiera bronca.

En efecto, su discurso vino a ser una oposición al del presidente Trump en varios importantes aspectos, por ejemplo, lo de Israel y Gaza, el multilateralismo o la propia validez de la ONU. Tampoco en cuanto “Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia”, parece adecuada ni prudente su oposición a Rusia, tanto por ser un país víctima de una leyenda negra perpetrada por los mismos autores que contra España, cuanto en lo coyuntural por la propia génesis y dialéctica del actual conflicto bélico iniciado con el golpe de Estado de 2014, seguido por la agresión violenta contra la población rusa del este de Ucrania y la propia amenaza a Rusia junto a sus fronteras. Un conflicto que los ridículos títeres mercenarios europeos no sólo no quieren reconocer como perdido sino que además imprudentemente intentan agravar mediante nuevas situaciones de alto riesgo. Con su pragmatismo pesetero el voluble Trump, incapaz de poner fin al conflicto como había prometido, parece que ahora se resigna a una especie de laissez faire laissez passer con tal que los cretinos europeos le compren armas y energía y luego allá se las apañen.

Aunque su posición como rey constitucional parece que debiera ser otra lo de Don Felipe no dejaría de ser curioso: impasible el ademán consiente que en su reino todo esté manga por hombro en un circense más difícil todavía de la corrupción, la sinrazón y el desatino, por no hablar de su calamitosa situación personal y de su familia, pero muy prudente y voluntarioso se dispone a arreglar el tinglado mundial. Un peligroso morlaco corniveleto, astifino y sin afeitar que muestra aviesas intenciones de llevar al hule al más bragao. Y si no que se lo pregunten al propio presidente Trump.

Más allá de la opinión que cada quien tengamos sobre estos asuntos, postular la creación de un Estado palestino no deja de ser una posición impertinente no tanto por el contenido de la propia declaración en sí mismo como por el hecho de que una cuestión tan polémica de política exterior la sostenga sin inmutarse un monarca que presume de constitucional y exquisita neutralidad. Los primeros ministros del Reino Unido o Canadá también lo han declarado así pero no el Rey de Inglaterra. El propio artículo 97 de la constitución teóricamente vigente establece que el gobierno dirige la política interior y exterior. 

Pero conviene insistir en algunos puntos de notoria discrepancia actual entre Su Majestad y Trump, algo especialmente imprudente cundo esta labor en todo caso debiera corresponder al gobierno y no al rey: “Para evitar el silencio que se busca imponer desde los albores de Rusia o desde las dictaduras islámicas, se ha ensalzado la labor de las Naciones Unidas que son imprescindibles y son insustituibles… un mundo basado en normas que son la voz de la razón ante los ataques que han sufrido las democracias.” En cambio, según Trump “la ONU no solo no está resolviendo los problemas que debería resolver con demasiada frecuencia, sino que, de hecho, está creando nuevos problemas que nosotros debemos resolver. El mejor ejemplo es el principal problema político de nuestro tiempo: la crisis de la migración descontrolada. Está descontrolada. Sus países están siendo arruinados. Las Naciones Unidas están financiando un ataque a los países occidentales y sus fronteras. En 2024, la ONU presupuestó 372 millones de dólares en ayudas económicas para apoyar a unos 624.000 migrantes que viajaban a Estados Unidos. Piénsenlo. La ONU está apoyando a personas que ingresan ilegalmente en Estados Unidos y luego nosotros tenemos que sacarlas.”

Este problema en Europa aún es peor.  “Hemos reafirmado que Estados Unidos pertenece al pueblo estadounidense, y animo a todos los países a que también adopten su propia postura en defensa de sus ciudadanos. Tienen que hacerlo porque yo lo veo. No voy a mencionar nombres. Lo veo y puedo señalar a cada uno de ellos. Están destruyendo sus países. Están siendo destruidos. Europa tiene serios problemas. Han sido invadidos por una fuerza de extranjeros ilegales como nunca antes se había visto. Los extranjeros ilegales están entrando en Europa en masa. Nadie lo está haciendo. Y nadie está haciendo nada para cambiarlo, para sacarlos. No es sostenible. Y como eligen ser políticamente correctos, no están haciendo absolutamente nada al respecto.”

O bien otra cuestión clave de las ruinosas cuando no criminales políticas de la UE: “El desafío con el comercio es muy similar al del clima. Los países que siguieron las reglas han visto cómo todas sus fábricas han sido saqueadas. Es realmente… es realmente triste verlo. Han sido destruidos. Han sido destruidos por países que infringen las reglas…

Para terminar, solo quiero repetir que la inmigración y el alto coste de la llamada energía verde renovable están destruyendo gran parte del mundo libre y gran parte de nuestro planeta. Los países que aprecian la libertad están desapareciendo rápidamente debido a sus políticas sobre estos dos temas. Se necesitan fronteras fuertes y fuentes de energía tradicionales para volver a ser grandes. Ya sea que provengan del norte o del sur, del este o del oeste, de cerca o de lejos, todos los líderes que se encuentran hoy en esta hermosa sala representan una rica cultura, una noble historia y un orgulloso patrimonio que hace que cada nación sea majestuosa y única, diferente a cualquier otra en la historia de la humanidad o en cualquier otro lugar de la faz de la tierra.”

La visión de Trump sigue siendo rabiosamente unipolar o imperialista, (In dollar we trust) contra el pretendido multilateralismo europeo que dice ver Su Majestad en la desastrosa UE. Lo del multilateralismo para el rey parece ser que consistiría en seguir manteniendo a la desesperada y sin verdadero consenso democrático una guerra ruinosa a mayor granjería de poderosos intereses corporativos y contra el bienestar y progreso de los pueblos europeos. Una guerra que hace que Rusia se aleje cada vez más del resto de Europa y se oriente hacia China, reforzando el unilateralismo de EEUU en contra de un multilateralismo real. 

A diferencia también de Trump, Don Felipe no se ha autoproclamado candidato al Nobel de la Paz.

Para concluir, no sé muy bien a qué vienen tantas ganas de imprudente protagonismo en ambientes internacionales para “arreglar” causas difíciles y ajenas a su jurisdicción. Sobre todo cuando su reinado, donde como jefe el Estado por muy neutral que se precie pudiera poner algo de orden, resulta tan calamitoso.

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