El hombre más odiado de España, nadie lo soporta, cada vez que da un discurso oficial, lleno de argumentos propios de un psicópata mucho peor que un actor de una película de Netflix, el hombre más detestado, al que ya no se soporta en youtube cuando salen los soñadores de pacotilla soltando cuentos de tipo que a dimitir, que piensa en un plan para perpetuarse en el poder como el criminal Stalin, empleando la mentira y el sarcasmo, mientras la justicia juega a lo que se le permite y los altos tribunales con autos judiciales y este criminal se ríe como buen narcisista que no desea que lo contradigan, dispuesto a emplear las banderas de Hamas como consigna para enfrentar mediante la manipulación de masas que han provocado el desprecio más histórico de España, mucho mayor que la existencia de este infraser del infierno dispuesto a todo.
Mientras los españoles, entre los que me encuentro, siento apretar los dientes cada vez que abro el youtube para comprobar como estos demonios encarnados, que supura odio en cada discurso, en cada presencia con esa mirada chulesca, despectiva, propia de capos de la mafia, dispuestos volver a generar el clima bélico de la segunda república porque sólo saben vivir en el infierno a éste condenan al resto de los españoles, éstos, de pura impotencia, muchos de puro cuento que tienen que tragarse para poder dormir por las noches, porque pensar que nuestro país está gobernado por esta película de hampones y asesinos debería de hacer que nos levantásemos de la cama, en vez quedarnos calentitos como viles cobardes y cómplices de un crimen.
Sólo un cuadro de esquizofrenia compartida, con múltiples y una maraña de delirios creados por el mismo Satanás, puede explicar creer o compartir esta sarta de mentiras y de engaños propios de quien se trata como a niños. Para entender la estrategia hay que ver mi último artículo publicado, donde explico todo el proceso por el que la mentira se convierte en la verdad, y, no sólo eso, sino que se convierte en fanatismo ideológico que no permite disidencia, justo lo que pretende el hombre más odiado de toda España, porque es lo único que siente por el género humano, salvo por sí mismo esperando la mano tendida tras convertir el odio en amor y la empatía en sabiduría disfraza de ignorancia, no sin algunos tintes de retraso mental de carácter psiquiátrico; la confusión es clave para convertir las conciencias maduras de las personas Los niños malos cometen travesuras, ninguna de ellas parece muy importante a estos seres maravillosos de luz que parecen cuidarnos y, cuando los niños están muy asustados porque papá estado los va a castigar, entonces les ponen un paliativo y hasta una sonrisa, mientras los hunden más en su sufrimiento. Una oportunidad más para ver cómo se hunden en la desesperación desde su poltronas mal merecidas y usurpadas. Finalmente, todos son sonrisas y sueños. Vivimos en los mundos de yupi, no hay problema que nadie nos resuelva, la gente parece muy feliz y el mundo prometido por la mafia asesina de la izquierda es el mejor de todos los posibles. Finalmente se crea una especie de fantasía, una especie de matriz mil veces más dulce que la miel, en la que el éxtasis es absoluto, todo muy bien estudiado y los pobres españolitos de a pie caen la terrible tela de araña del mismísimo demonio.
Esta realidad no es sólo de España, sino de toda Europa, gobernada por criminales y dictadores encubiertos, una realidad evidente a poco que observemos el perfil psicológico de otros líderes, como Von der Leyen, Macron y tantos otros, así como los amigos tan amigos y poderosos de nuestro propio criminal sin escrúpulos que se junta con personas si cabe más malvadas y con instintos más demoniacos. Da igual quien gobierne mientras en España tengamos a este ser venido del mismísimo infierno, como tantos otros, da igual que sea un enfermo mental, un retrasado, un completo ignorante, un loco o un asesino a sueldo para matar a todos los españoles. Los hechos son los hechos y la realidad es así. Un pueblo que se duerme está condenado a su propia extinción y España como nación va caminito feliz y sin inteligencia al precipicio de su historia, como toda Europa.
Si queremos salvarnos, tenemos que abrir los ojos y ver esta surrealista y terrorífica realidad, de lo contrario, cuando pasen los años, seremos completos esclavos.