martes, septiembre 9, 2025
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¿Quieres ver al diablo?

Hay un método infalible para desenmascararlo, avalado por el sabio JesuCristo. ¿No fue él quién dijo -Por sus hechos los conocerás-? ¿Y cuáles son los hechos del diablo? ¡Las mentiras! El diablo se gana la vida engañando al personal y para ello puede adoptar muchas imágenes e identificarse con muchos rostros, incluyendo el tuyo y el mío y hasta el del papa de Roma. ¿Acaso no fue el diablo quién te recomendó “vacunarte por amor”?

Jesús dio con la fórmula perfecta para quitarle el disfraz al diablo, prestando atención a sus fechorías; pero quién más y quién menos insiste en atribuirle una imagen terrorífica. ¿Te dejarías engañar por un monstruo con cuernos, rabo, que apesta a azufre? ¿No saldrías huyendo? ¿No tendría muchas más posibilidades luciendo un buen tipo y oliendo bien? Jesús se dio cuenta de que el mal no es un sujeto sino un hecho, igual que el bien, pero quién más y quién menos sigue empeñado en atender a los sujetos.

Idolatrar es precisamente eso: Pretender encerrar lo espiritual (lo que no tiene límites) en una carcasa material. Es así como, quién más y quién menos fabrica imágenes de diablos y de dioses, que nunca podrá ver en el mundo real porque viven, tan solo, en su imaginativa mente. Para evitarlo, otro sabio llamado Moisés aconsejó no imaginar lo espiritual pero ¿Quién le hizo caso? Sus paisanos no, pues todos sabemos que prefirieron (y siguen prefiriendo) adorar a toros dorados (No tanto por el atractivo del toro sino del oro).

¿Por qué tuvo tan poco éxito Jesús, siendo su método infalible y de fácil realización? Porque intentar reconocer al diablo por sus hechos nos lleva, inexorablemente, a analizar los nuestros. ¿Y si, al hacerlo, descubrimos que hemos mentido varias veces hoy? ¿Y si caemos en que, para ganarnos la vida, hemos tenido que engañar al personal? Quien más y quién menos teme hacer ese descubrimiento pero ¿No nos llevaría a comprender y compadecer al diablo? Y compadeciéndolo ¿Cómo lo podríamos ya temer?

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