domingo, julio 13, 2025

4 de julio

Por Alfonso de la Vega

La celebración del 4 de julio de este año en EEUU ha resultado agridulce. Junto al triunfalismo oficial no exento de fracturas la creciente sospecha que en realidad el vocinglero e imprudente emperador cabalga un tigre incontrolado que puede dar al traste en cualquier momento con su mandato presidencial. Trump había vuelto a la Casa Blanca prometiendo el oro y el moro. Pero sobre todo poner fin a las guerras en curso sin iniciar otras nuevas y lograr sacar a los EEUU de la barrena económico social con consecuencias sobre la hegemonía militar y del dólar en la que estaban cayendo por su dañina dependencia del deep state y la plutocracia, incluso la que posee curiosos tintes mesiánicos. Trump parecía dispuesto a arrojar nuevamente el cargamento de té a las aguas de Boston en desafío al poder pero parece que más bien habría capitulado ¡A ver qué ilustre prócer no está en la lista de Epstein! Aún es pronto para sacar una conclusión definitiva pero cabe intuir que la cosa no va bien y aún pinta peor para el futuro. Al menos en política internacional la situación parece cada vez más incontrolada y a merced de los arrebatos del prócer. 

Desde un punto de vista histórico la reflexión resulta más bien amarga. Los ideales fundacionales de EEUU han sido arrumbados. El deseo inicial de buen gobierno ha sucumbido a los intereses plutocráticos. Y no parece que el nuevo partido anunciado por el plutócrata Musk sirva para combatirlos. En cambio, conmueven, y nos duelen por el fracaso actual, las solemnes famosas palabras de Lincoln en el cementerio de  Gettysburg, tras una importante batalla de la guerra de Secesión: “… es más bien para nosotros el hallarnos aquí  dedicados a la gran obra que queda entre nosotros… que de estos muertos a los que honramos, aumentemos la devoción hacia la causa por la que dieron la más colmada medida de devoción: que decidamos aquí, rotundamente, que estos muertos no prendieron en vano; que esta nación, con la ayuda de Dios, nacerá de nuevo a la libertad ; y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparecerá de la tierra.” El propio Lincoln sería asesinado poco más tarde víctima de un complot institucional, como también un siglo después otro esperanzador hito presidencial, JFK. 

Para algunos estudiosos la democracia no dejaría de ser una especie de religión en la que habría que creer a base de fe. Pero su invocación más o menos demagógica como mantra vacío de contenido sirve al poder para legitimar su dominación social. E incluso resultaría compatible con otras creencias de carácter religioso como las que parecen tener una enorme influencia en la política estadounidense actual. Una de ellas es lo que se ha venido en llamar el sionismo cristiano, relacionado con el «dispensacionalismo» .

Este movimiento fue planteado por primera vez por el predicador anglo irlandés John Nelson Darby en el siglo XIX. Darby llegó a una hacer la distinción entre pasajes de las Escrituras que van dirigidos a la Iglesia y aquellos otros que son para Israel. El dispenscionalismo sería popularizado en Estados Unidos por el abogado sudista Cyrus Scofield en su Biblia Anotada de Scofield. Decía que entre la Creación y el Juicio final habría siete eras distintas que marcarían la forma en que Dios trata con el hombre y que dichas eras eran el marco en el que se explica el significado del mensaje de la Biblia. También se debería a Darby el origen de la teoría del “rapto secreto”, la cual postula que Cristo se llevará súbitamente de este mundo a la Iglesia, antes de que tengan lugar los juicios de la Gran Tribulación. Las creencias de los dispensacionalistas sobre el destino de los judíos, y el restablecimiento del reino de Israel, los ubican en un lugar prominente del sionismo cristiano: «Dios puede volver a injertar a Israel», una creencia que sustentan en su interpretación de profecías del Antiguo Testamento. También afirman que Dios en sus planes de bendecir a Israel no se ha olvidado de ellos, sino que así como está mostrando un favor especial a la Iglesia, de igual forma levantará un remanente de Israel para dar cumplimiento a todas las promesas dadas.

Las teorías sobre la escatología cristiana planteadas por Darby coincidían con teorías similares dentro de la escatología judía como las de Kalischer, fundador de un movimiento mesiánico judío. Los seguidores de Kalischer sostenían que los judíos debían buscar activamente acelerar la llegada del Mesías inmigrando masivamente a Israel y construyendo el Tercer Templo de Salomón en Jerusalén donde se encuentra hoy día la mezquita de Al-Aqsa, que deben destruir. Se trata de uno de los lugares más sagrados para el Islam pues fue allí desde donde Mahoma realizase su viaje a los cielos montado sobre la misteriosa cabalgadura Al-borak. No importaría el precio para acelerar el resultado.

Otro personaje similar fue el predicador Charles Taze Russel, quien postulaba abiertamente la necesidad de que los judíos inmigraran en masa a Palestina. Para ello Russel le se carteaba con Edmond de Rothschild y Maurice von Hirsch. Otro predicador, William E. Blackstone, también promocionó durante décadas la inmigración judía a Palestina como un prerrequisito para que se cumplieran las profecías bíblicas. Sus esfuerzos culminaron en la publicación de la Petición Conmemorativa de Blackstone que pedía al entonces presidente de los Estados Unidos, Benjamin Harris, y a su secretario de Estados, James Blaine, que tomaran medidas “para devolver a los judíos el territorio de Palestina”. Entre los firmantes de esta petición se encontraban los banqueros J. D. Rockefeller y J. P. Morgan, o el que fuera otro Presidente de los Estados Unidos, el siniestro William McKinley.

Aunque la influencia política del sionismo es común a ambos partidos, el Partido Republicano se encuentra muy influido por los sionistas cristianos. El sionismo cristiano estadounidense recibe muchos nombres, algunos los llaman “partidarios del Armagedón” otros se refieren a ellos como el “AIPAC cristiano”. 

Con Mesías o sin Mesías, gracias a Trump hace unas semanas que  sin declaración constitucional de guerra previa agredió a traición a otra nación hemos estado al borde de un Armagedón de consecuencias imprevisibles. La cuestión principal, por desgracia, no es la de entretenernos en buscar las peligrosas rarezas heréticas sustitutivas de las republicanas originales en un museo de anglosajones sino la influencia real que tienen en la política imperial norteamericana supeditada a los intereses del sionismo. Sin embargo, más allá de aspectos político económicos, paradójicamente hay judíos tanto en el ámbito laico como religioso que se oponen al sionismo como algo contrario al verdadero judaísmo tradicional. 

El enfrentamiento con Ben Gurion por la cuestión nuclear probablemente sería una de las causas que le costasen la vida a JFK. Parece que Trump no está por la labor de seguir sus pasos. “Rapto secreto” sí que hay pero lo de que “nacerá de nuevo a la libertad; y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparecerá de la tierra” va a quedar para mejor ocasión, ¿el próximo 4 de julio?

 

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