El reconocido actor y director Mel Gibson ha generado polémica al expresar su escepticismo sobre la narrativa oficial de los atentados del 11 de septiembre de 2001. En una reciente declaración, Gibson, conocido por filmes como Mad Max y Braveheart, afirmó que aún quedan muchas preguntas sin respuesta sobre los eventos que marcaron un antes y un después en la historia mundial. Según el artículo publicado por RT, el actor se suma a las voces que demandan una investigación más profunda sobre lo que consideran posibles inconsistencias en la versión oficial.
Gibson, aliado cercano del epresidente Donald Trump, argumentó que los ataques al World Trade Center y al Pentágono plantean interrogantes que no han sido abordadas adecuadamente. Aunque no detalló teorías específicas, sus comentarios reflejan el sentir de un sector que cuestiona aspectos como la física del colapso de las Torres Gemelas o la rapidez con la que se identificaron a los responsables. Estas posturas, a menudo asociadas al movimiento conocido como «9/11 Truthers», han sido objeto de debate y críticas durante años.
El actor, que no es ajeno a la polémica debido a declaraciones previas sobre diversos temas, expresó su preocupación por lo que percibe como una falta de transparencia. «Hay cosas que no encajan, y la gente merece saber la verdad», habría señalado, según RT. Sus palabras han resonado en redes sociales, donde algunos usuarios aplauden su valentía para abordar un tema tabú, mientras otros lo acusan de promover teorías conspirativas sin fundamento.
Este no es el primer roce de Gibson con temas polémicos. En enero de 2025, el actor generó titulares al sugerir que los incendios forestales en California podrían haber sido provocados intencionalmente, una declaración que también fue tachada de conspirativa por diversos medios. Pese a las críticas, Gibson parece mantenerse firme en su disposición a desafiar narrativas establecidas, lo que lo ha convertido en una figura polémica en el ámbito público.
Mel Gibson te lo puedo decir yo porque fueron en Iraq, fueron por 3 causas y no por el Petróleo como muchos creen: 1. Destruir el Museo de Kirkuk de la ciudad por tener escritos de nuestra historia verdadera, que tanto se esconde o se malinterpreta por interesados. 2. Exfoliar la Reserva Nacional de Iraq de lingote de oro; hay fotos de oficiales en camión con lingotes de oro, haciéndose selfi de su vida… 3. Transportar por el desierto los segmentos de un Portal Dimensional tipo (Star Gate), hay móviles y fotos como estaban cubiertos con maya de camuflajes y lo llevaron al portavíon y transportarlo a base Dulce. Este portal estuvo entregado por Gadafi en un barco mineral en época de Ceausescu y los MI6 y los Mosad se enteraron; después el Sadam Huseín lo escondía en desierto cerca de una pirámide. Por esto atacaron a IRAQ y no los cuentos de la Caperucita roja, que cuenta los medios de comunicación no solo de U.S.A…
Parece evidente que Trump no va a exponer a los que lo han puesto en la presidencia con lo que demostrará que es disidencia controlada
Al día siguiente del suceso, comentando con los compañeros de trabajo de entonces, recuerdo que muchos de ellos eran crédulos de los monopolísticos medios de manipulación.
Ya anteriormente, en los años ’80 y ’90, habían acontecimientos que yo estudiaba desde la narrativa impuesta, pero que invariablemente y de manera paulatina me encajaban cada vez menos.
El 11$ vino a ser para mí una epifanía personal. Cuando tuve la certeza que se iniciaba no la «guerra contra el terror» (‘war on terror’ como la titulaba la untada propaganda) sino la Guerra abierta y explícita de los controladores del plan-ET-a contra la Humanidad… o lo que de bueno y auténtico queda de ella. Pero ese ahora es otro tema.
«¡Cómo! ¿La luz sólo existiría mientras Ud. la pudiera ver? ¡No! ¡Es Usted quien no existiría si la luz no os viera!» (Goethe)
(Continuación)
Recuerdo que me llamaron antiamericano por no comulgar con la filfa. Y entre otras muchas increpaciones, que no escribiré aquí, también de insolidario fantasioso por haber expuesto el engaño y a los verdaderos artífices.
Luego están aquellos del nuevaerismo monetizador. Quienes se tienen a sí mismos por despiertos mientras se hallan (a sabiendas o no) manejados e instrumentalizados (por determinadas agencias). Quienes suponen y afirman que la autoría de la falsa bandera termina en el anglosionismo criminal y lacayuno del negociado religioso tentacular, su antinatural ley del Almirantazgo y su Corporatocracia.
¡Y qué les vas a decir! Si ni siquiera ahí fuera -del espanto del cautiverio y la simulación-, con más medios, tiempo, capacidades y perspectiva, han desentrañado satisfactoriamente cómo los concitados y agrupados son utilizados. De cómo ni ellos mismos están exentos de las sucesivas capas de alien-ación y engaño inducidos por parte de los que manejan y controlan este sector.
¿Y para eso ansiaban apartar, desplazar, degradar y suplantar con toda suerte de mentiras e infamias al supervisor del cuadrante caído en desgracia? El Hijo pródigo no fue el traidor sino el chivo expiatorio.
«Hay un gusano adicto a comer hojas de parra. De repente, se despierta, llamémoslo por Gracia, o lo que sea, algo lo despierta, y él ya no es un gusano. Es toda la viña y el huerto también, la fruta, los troncos, una sabiduría creciente y alegría que no necesita devorar.» (Rumi, «El despertar del gusano»)