Llevamos tanto tiempo haciéndolo que ya hasta cansa seguir denunciando los efectos secundarios provocados por las inoculaciones, pero parece que hay mucha gente que sigue sin enterarse, sobre todo por culpa de los miserables medios de comunicación subvencionados que siguen ocultando y camuflando esos efectos.
Como ya muchos de ustedes sabrán, en la mayoría de los casos en los que se están produciendo efectos adversos nos encontramos con trombos, infartos, ictus… en general, con que la sangre de los afectados está llena de coágulos. Dense un repaso a las muertes repentinas que se producen a diario y lo comprobarán.
Bien, pues a pesar de que las consecuencias graves de esas inoculaciones se ven cada vez más a nuestro alrededor, la prensa subvencionada sigue ocultándolas o, lo que es todavía más grave, manipulándolas para seguir escondiendo lo que está sucediendo. Hoy nos hemos encontrado en el diario ABC con uno de esos artículos que ya produce hasta asco leer: «Piernas que se vuelven azules, el último síntoma asociado al Covid de larga duración».
«La emergencia ya pasó, pero muchos de los supervivientes del Covid aún viven la infección como si estuvieran en plena pandemia. Son las víctimas del Covid persistente que arrastran una plétora de síntomas difícil de acotar. Desde la llamada niebla mental (dificultad para pensar o concentrarse), los problemas respiratorios, renales y gastrointestinales o la pérdida del olfato. Incluso se estudia si el haber estado en contacto con el virus podría precipitar la diabetes.
A esta larga lista de secuelas, un médico británico acaba de sumar un nuevo problema: la acrocianosis, una decoloración azulada, también llamada cianosis, que se produce en manos y en pies».
Como podrán observar, lo que se está describiendo no es más que el efecto del brebaje y también el efecto de la irradiación de las antenitas de marras. ¿Y cómo lo llaman ahora a eso? Pues bicho persistente. Cualquier cosa con tal de no denunciar lo que está pasando.
El extremo al que se está llegando, por parte de los medios, para seguir ingresando una millonada no puede ser más indecente. ¿Dónde están los valores? ¿Dónde la solidaridad? ¿Dónde está lo que todos entendíamos por periodismo? Se ha perdido y todos se han convertidos en simples servidores del poder, incluso en casos tan gravísimos como este.
A mi la prensa subvencionada me da asco y no me creo nada de nadie que sea propiedad de BlackRock y los medios de comunicación son suyos, encima el gobierno criminal los subvenciona con nuestro dinero, yo ya no leo ningún periódico oficial ni veo la televisión, tampoco escucho la radio porque me dan asco.
Los periodistas del sistema son los seres más despreciables, dañinos, deshumanizados y destructivos de la época que nos toca vivir. Ellos y los «expertos» que aparecen en sus pantallas, periódicos, revistas y emisoras. A los que hay que añadir a los «influencers divulgadores» que cubren el flanco de las redes.
Si de mí dependiera, la batalla (literal) por la recuperación de nuestra dignidad, libertad y futuro empezaría por todos estos soldados y agentes de la mentira y el mal. Con pleno derecho.