Raphael Batista, de 38 años, y Gustavo Batista, de 10 años, nacieron biológicamente como mujeres, pero ambos se identifican ahora como hombres. Raphael, que dejó de identificarse como mujer en 2024, ha explicado en una entrevista con el medio brasileño G1 que su transición comenzó tras años de lucha interna con su identidad de género, un proceso que describió como profundamente liberador. “Si tengo disforia en mi cuerpo? La respuesta es sí”, afirmó Raphael en un video publicado en Instagram en septiembre de 2024, donde también destacó que su hijo Gustavo le dio “fuerza y coraje” para enfrentarse a este cambio.
Gustavo, por su parte, comenzó su transición social a una edad aún más temprana. A los 7 años, según publica Folha de S.Paulo, Gustavo expresó a sus padres que se sentía como un niño, lo que llevó a Raphael y su pareja a apoyar su transición. Gustavo, que ahora actúa como niño en su vida diaria, también ha encontrado un espacio en la industria del entretenimiento, trabajando como actor infantil en películas y series, interpretando tanto personajes transgénero como cisgénero, según O Globo.
Ambos miembros de la familia han documentado su viaje en Instagram, acumulando casi 25.000 seguidores. Raphael y Gustavo han compartido fotos de sus cortes de pelo, ropa masculina y momentos familiares, enfatizando su nueva identidad como padre e hijo.
Raphael y Gustavo reciben atención especializada en Brasil a través de instituciones de renombre. Raphael es tratado en la Clínica Transdisciplinaria de Identidad de Género y Orientación Sexual del Instituto de Psiquiatría del Hospital das Clínicas en São Paulo, mientras que Gustavo acude a la Unidad de Endocrinología Pediátrica del Instituto de Niños del mismo hospital, según Veja Saúde. Estos centros son pioneros en Brasil en el cuidado de personas transgénero y de género diverso, ofreciendo terapia hormonal, apoyo psicológico y, en el caso de menores, tratamientos bloqueadores de la pubertad, si es médicamente indicado y con consentimiento parental.
La transición de Gustavo, siendo tan joven, ha sido particularmente debatida. Los bloqueadores de la pubertad, que retrasan los cambios físicos de la pubertad para dar tiempo a los menores a explorar su identidad, son muy preocupantes. Según The Lancet, un estudio publicado en 2023 indica que estos tratamientos pueden mejorar la salud mental de los jóvenes transgénero, reduciendo la depresión y la ansiedad, pero también advierte sobre posibles efectos secundarios a largo plazo, como impactos en la densidad ósea, si no se gestionan adecuadamente.
En fin, una auténtica locura se mire por donde se mire.