Si un amigo te dice que ha pasado la ria, a nado, es normal que le digas -Dime cuándo piensas volverlo a hacer, y lo veré, y te creeré- Tal cauto proceder no debería ofender al nadador pues, al fin y al cabo, ¿Qué le cuesta, al que ha hecho algo, repetirlo para los amigos incrédulos?
Pero, siendo así, ¿por qué les cuesta tanto repetir el viaje, a los que dicen haber alcanzado la Luna? ¿Por qué no han ido en decenas de años? ¿No iba a ser la gran proveedora de tantos valiosos minerales que se necesitan en la Tierra? ¿No es asombroso que, cinco lustros después del famoso 2001, no haya un solo habitáculo instalado allí? ¡Ni un solo habitante! ¿Por qué no repiten la hazaña, con una cámara que transmita en vivo y en directo, y acaban, de una vez, con el “cáncer terraplanista”?
Si la travesía hecha se puede repetir, y probar así que se ha hecho; negarse a repetirla ¿no podría demostrar, a la inversa, que no se ha hecho? ¿Por qué alguien negaría, a un terraplanista, el mismo derecho a ser escéptico, que se otorga a sí mismo? ¿Por qué no puede dudar de la NASA como tú dudas de tu amigo?
Conozco a algunos terraplanistas, y ninguno de ellos cayó en el engaño del pinchazo. ¿No es curioso que otros, que sí fueron engañados, se burlen de ellos y les llamen ignorantes, idiotas o cosas por el estilo? ¿El engañado llama bobo al que no se dejó engañar? ¿No hay aquí algo que chirría?
En este mundo los hay que niegan la divinidad y no por ello son perseguidos por ningún santo oficio. ¿No es sorprendente ver actuar como auténticos inquisidores, a esos mismos ateos, ante cualquiera que confiese ser terraplanista? ¿Se puede negar a Dios y no se puede negar una triste bola?
¿Por qué tanto odio hacia los terraplanistas? ¿Por qué los partidarios de la bola no los tratan con la condescendencia que tratan a los que creen en fantasmas o en extraterrestres? El contrario del ateo se supone que es el creyente. ¿Cómo se explica que, el ateo, odie más al terraplanista, que a su enemigo natural?
Estos últimos días he sido testigo (como tú, supongo) del odio que le han dispensado ciertos incultos tertulianos al futbolista Javi Poves, por el simple hecho de declararse antiglobalista (Fíjate si serán incultos que no sabían diferenciar un circulo de una esfera). Ellos lo presentaron como “el portavoz de los terraplanistas” y él podía haber aceptado ese papel, haberse dejado querer, y postularse como el “number one”, tal y como han hecho algunos autonombrados “líderes de la disidencia”, pero no cayó en la trampa.
Javi no cayó en la trampa del ego. Él les respondió -Mejor entrad en los canales de los Hermanos Barea y de Iru Landucci, que saben más que yo-. ¡Fue impresionante! Si todos esos que se autodenominan “disidentes” actuaran igual, en cuestión de días llegaría, a todos, la mejor información, y todos podríamos actuar el consecuencia. ¡Sería el fin del “imperio del mal”!
Javi no dijo -Entrad en mi canal- sino -Entrad en esos canales que cito- y así les metió un buen gol a esos tontos de la tele pues logró publicitar, y además gratis, lo que ellos quieren censurar, dando la oportunidad, a todos los que le estaban viendo, de averiguar lo que tiene de verdad el terraplanismo, más allá de los chistes malos con los que intentan desprestigiarlo.
En estos años “post-covidianos”, todos hemos sido testigos de la incapacidad de muchos “portavoces disidentes” para citar a otros que saben más y eso revela su verdadera intención, que no es servir de “correa de transmisión” de la mejor información sino mantener atrapados, en sus redes, a los “buscadores de la verdad” que lograron pescar. Ellos solo citan a otro si ese otro les cita a ellos (“Quid pro quo”, apretón de manos masón, por el interés te quiero, Andrés).
Javi demostró que sabe perfectamente como ganar esta guerra psicológica en la que nos tienen enfrentados. Tenía claro que salir del armario globalista es mucho más estigmatizante que salir del armario gay, pero salió, valientemente, sin hacer caso de los “likes”. Cogió su cruz e inició el apasionante camino de liberarse del egoísmo, que es lo único que nos puede salvar, como individuos y como especie.
Javi Poves, ante ti me quito el sombrero Soy consciente de que, si a otros les da por repetir lo que has hecho, si se pone de moda citar a otros que saben más, el mundo cambiará a mejor, seguro. Yo escribo sobre consciencia, y me han llamado muchas veces “maestro”, pero debo reconocer que, a los que han aprendido tu lección, nada puedo enseñarles.
Pienso que la globalización es un obstáculo para la población, soy de los que pienso (aunque puedo estar equivocado) que para creer algo o a alguien, tiene que haber una demostración, y si alguien no es capaz de demostrar lo que dice, nunca le creeré. Nunca han demostrado que estuvieran en la luna, no han demostrado que las vacunas (todas) fueran eficaces, los curas, los obispos y demás curia jamás han demostrado que dios, jesucristo o el espíritu santo existieran; y como esto muchas más cosas que la gente cree porque se lo cuentan pero que no se lo demuestran.