La administración de Joe Biden estaría evaluando la posibilidad de emitir indultos preventivos para proteger a ciertos funcionarios gubernamentales y demócratas clave ante la posible llegada de Donald Trump nuevamente a la Casa Blanca. Según diversos reportes, esta medida busca evitar que miembros del Gobierno actual sean objeto de investigaciones o acusaciones impulsadas por un eventual mandato de Trump, quien ha manifestado su intención de tomar represalias contra figuras políticas relacionadas con casos como la investigación del 6 de enero o la gestión de la pandemia.
Contexto de la Medida
El regreso de Trump al poder podría poner bajo escrutinio a figuras como el exdirector del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, o los exmiembros del comité del 6 de enero, Adam Schiff y Liz Cheney. Estas personas han sido objeto de críticas por su papel en investigaciones contra Trump o por decisiones controvertidas durante la pandemia.
Además, Trump ha designado a Kash Patel como su posible director del FBI, quien ha prometido perseguir irregularidades relacionadas con lo que considera «acciones del Estado Profundo». Esto ha intensificado la preocupación dentro de la Casa Blanca.
Argumentos a Favor y en Contra
Los asesores del presidente Biden consideran esta medida como una forma de prevenir lo que describen como «venganzas políticas» de una futura administración republicana. Sin embargo, críticos como el propio Adam Schiff advierten que estos indultos podrían interpretarse como un reconocimiento de culpabilidad, alimentando así las narrativas de los opositores.
Precedentes y Posibilidades
El debate recuerda al caso de Gerald Ford, quien otorgó un indulto preventivo a Richard Nixon tras el escándalo Watergate. Según la Constitución de los Estados Unidos, Biden tiene la autoridad para emitir indultos de este tipo, aunque no está claro si estas acciones serían aceptadas o rechazadas por los destinatarios.
En este contexto, los aliados de Trump han señalado que figuras como Fauci enfrentan cuestionamientos legales por decisiones relacionadas con la pandemia, incluidas investigaciones de ganancia de función en laboratorios chinos y la implementación de restricciones sanitarias.
Consecuencias Políticas
El indulto preventivo, de llevarse a cabo, podría generar un debate público sobre la transparencia y la justicia en la política estadounidense. La administración Biden parece buscar un equilibrio entre proteger a sus funcionarios y evitar aparentar irregularidades.
La situación refleja la tensa polarización política en el país y cómo las decisiones presidenciales pueden influir significativamente en la percepción pública y las dinámicas de poder.
Enésima y clamorosa prueba de que esto no va de izquierdas y derechas, conservadores o ‘progresistas’.
Es una incompatibilidad de especies, seres de distintas dimensiones forzados a coexistir en una. Estos no respetan la palabra, ni la noción del tiempo, ni la naturaleza profunda de la ley y el orden, ni comparten principios naturales universales que hasta las ratas de alcantarilla sí comparten.
NO HABLAMOS EL MISMO LENGUAJE, nosotros lo procesamos en todas las capas de profundidad, y lo respetamos como código, y ellos sólo lo estrujan y retuercen para engañar y parasitar vitaliciamente. Lo mismo se cargan cosas con efecto retroactivo, algo inadmisible para las mejores mentes juristas de la humanidad, como siembran sus minas de mierda en diferido para el futuro. Es imposible el «diálogo» con esta gentuza. Ni el ‘consenso’. Ellos llaman consenso a la actitud de que el hombre evolucionado trague eternamente mientras lo configuran todo para su sistema egoísta, parasitario, materialista, de naturaleza criminal y con pretensiones de impunidad eterna.
Y aquí está el problema, en que los que no somos «ellos» los toleramos, nos resignamos y damos un margen de tolerancia y flexibilidad EXCESIVO. Y estos tiempos de gentuza desatada son la prueba de que hay que ventilar mucho más a menudo.