El liquidador, que así es como todos deberíamos llamar a Sánc-HEZ, tenía órdenes claras desde el mismo momento en el que presentó una Moción de Censura con la que sus jefes acabaron con Rajao. Rajao también lo tenía claro, por eso se fue a emborrachar a un bar cuando supo que tenía que marcharse.
Desde ese momento, el liquidador tuvo que ponerse en marcha con las órdenes elegidas, sabía para qué le habían colocado y no le iba a temblar el pulso. Por eso le eligieron a él, por su clara incapacidad para mostrar empatía con el sufrimiento del prójimo. Era el perfil adecuado para ejecutar el plan.
Aunque son muchos más los planes ejecutados, hay tres que destacan sobre el resto:
- Tres meses de encierro ilegal e injustificado.
- Obligar a poner el brazo a la gente para enfermarla e incluso acabar con ella.
- 29 de octubre de 2024: Valencia.
Sabemos que hay mucha gente que piensa que estamos locos. Sabemos que muchos, con auténtica disonancia cognitiva, seguirán sin querer ver la realidad. Sabemos que otros muchos, cuando se les habla de despoblación, creen que la cosa no va con ellos.
Pero la realidad es esta, por mucho que no se quiera ver. Un simple análisis de todo debería ser suficiente. ¿Lo van viendo, o necesitan que se provoque más sufrimiento a los de su alrededor?
Más bien es el liquidador genocida, ya que en su haber tiene todo lo ocurrido durante 2020 y todo lo relacionado con la gota fría de Valencia
Fuera masones
De las instituciones