El silencio cómplice del pueblo español

José Antonio Primo de Rivera, en noviembre de 1936, estando preso en la cárcel de Alicante y habiendo sido condenado a muerte el 18 de noviembre de 1936 por un Tribunal Popular presidido por el Magistrado Eduardo Iglesias Portal, dejo escrito en el epílogo de su testamento político: «Ojalá Fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia».

En la misma sentencia, el Magistrado presidente de ese Tribunal Popular condenó al hermano de José Antonio, Miguel, a treinta años de prisión, y a la mujer de este, a seis años y un día. Al terminar el juicio en el que se condenaba a muerte a José Antonio, este se acercó al magistrado, le dio un abrazo y le pidió disculpas por el “mal rato·” que el citado juez acababa de pasar por haberle condenado a muerte. Parece que José Antonio y Eduardo Iglesias eran amigos.

Miguel Primo de Rivera no cumplió los 30 años a los que había sido condenado a prisión, ya que fue canjeado por otros prisioneros y paso a territorio de la España Nacional para ser miembro de la Junta Política de Falange.

Pero como la vida da muchas vueltas, estando Miguel Primo de Rivera como cónsul de España en Londres, en 1945 recibió una carta de las hijas del magistrado Eduardo Iglesias Portal, pidiéndole que mediara en la solicitud del indulto a su padre, a tenor del decreto firmado por Franco el 9 de octubre de 1945. Esta norma legal concedía el perdón a todos los exiliados de la República. De este decreto destaco el siguiente texto“… a los responsables de los delitos de rebelión militar, contra la seguridad interior del Estado o el orden público, cometidos hasta el primero de abril de mil novecientos treinta y nueve […], siempre que no conste que los referidos delincuentes hubieran tomado parte en actos de crueldad, muertes, violaciones, profanaciones, latrocinios u otros hechos que […. ] repugnen a todo hombre honrado…».

Iglesias Portal había sido, como ya he dicho, magistrado de los Tribunales Populares y nombrado por su fidelidad al Frente Popular. Antes había sido juez del Tribunal Supremo. Como juez afín a la República, fue Presidente del Tribunal de la Junta Depuradora de la Administración de Justicia, tribunal de represión durante la guerra  y miembro del Tribunal Central de Espionaje, Alta Traición y Derrotismo. Fue instructor del sumario que se abrió a causa del asesinato de Calvo Sotelo, e instructor de las diligencias penales abiertas por la Fiscalía de la República por el intento de golpe de Estado del general Sanjurjo en el año 1932. 

Miguel Primo de Rivera, demostró la caballerosidad española del vencedor sobre el vencido, haciendo honor, con su actitud, a su hermano fusilado. Pese a que este magistrado había condenado a muerte a José Antonio y sabiendo que Eduardo Iglesias Portal había sido el juez insignia del Gobierno de la República, nombrado a dedo en todos sus cargos de confianza que había ocupado en los tribunales rojos, hizo todas las gestiones posibles para que el citado magistrado fuera indultado por Franco y volviera a España. 

Iglesias Portal había vivido muy bien en su exilio mejicano durante 18 años. Había formando parte, como funcionario, del cuerpo de asesores del Gobierno de la República en el exilio y fue miembro de la Embajada de la República en el Exilio, en Méjico. Aun así, este personaje ansiaba con volver a su patria y estar con su familia.

Gracia a las gestiones y a las cartas de recomendación de Miguel Primo de Rivera, este magistrado fue indultado de sus delitos gracias al decreto firmado por Franco, volvió a España y en ella estuvo, sin represalia alguna, hasta el fin de sus días. Con fecha 14 de febrero de 1961, el BOE publicó el Decreto 186/1961, que concedía la jubilación al magistrado del Tribunal Supremo Eduardo Iglesias Portal, firmado por el ministro del ramo, Antonio Iturmendi, y por Francisco Franco, como Jefe del Estado. Iglesias Portal murió en el año 1969, en su hogar de Aguilar de la Frontera (Córdoba), rodeado de su familia, a los 83 años de edad.

Este mes de julio y agosto de 2024, hemos asistido a unos acontecimientos que muestran cómo el régimen de 1978 y su Constitución  han muerto en manos del golpista Pedro Sánchez. El aprendiz de sátrapa ha dado orden a sus esclavos morales y económicos, para que levanten  la veda de caza de jueces y magistrados que no sean afines a su dictadura bolchevique y, especialmente, ha organizado la persecución de aquellos magistrados que investigan las andanzas por los dineros del Estado, de su mujer, su hermano, de su familia más cercana y del PSOE. Hasta los jueces han de andarse con cuidado con investigar a una japonesa que ha venido a estos lares para mejorar su posición financiera y profesional, a la sombra del “Flautista de Badajoz” y de su hermano, el del Falcón.

Sin ningún respeto a la independencia de los jueces y a la aplicación de la ley por parte de la judicatura, el tiranuelo de Lanzarote ha pergeñado, con la ayuda de los separatistas y terroristas, una ley de Amnistía en comandita con  el abogado del delincuente y prófugo de Waterloo. El objetivo es mantenerse en el poder un poco tiempo más, hasta que acabe su obra de destrucción de España. Por medio de esta ley,  los amnistiados dan sus votos al amnistiador a cambio de ver borrados sus delitos. A cambio, el amnistiador Sánchez sigue en la Moncloa haciendo fechorías contra España y contra los españoles. El preámbulo de la Ley de Amnistía a los golpistas catalanes, es un insulto a la inteligencia y a la Historia, pero eso a Sánchez le da lo mismo. La sentencia por medio de la cual el Tribunal Supremo condenaba a los separatistas, ha saltado por los aires, y los jueces y fiscales que defendieron la legalidad contra el Golpe de Estado, son perseguidos por el Gobierno de la Nación y por sus medios de comunicación comprados con dinero público. Las piezas a abatir en esa cacería son los magistrados Marchena y Llarena. 

La cosa no queda ahí. Sánchez ha concedido al indulto a dos de los presidentes de su partido y de la Junta de Andalucía, Chaves y Griñán, utilizando a Conde-Pumpido, presidente a la sazón  del Tribunal Constitucional nombrado mediante los tegemanejes con sus cuates del Partido Popular. Este indulto, en forma de sentencia, contradice las resoluciones dictadas por todas las instancias judiciales anteriores, y ha tenido como único fin, el borrado del caso de corrupción por malversación de dinero público más grande de la Historia de España desde 1978. Para ello han ridiculizado a todos los jueces y tribunales que en todas las instancias judiciales anteriores, condenaron a los presidentes y altos cargos de la Junta de Andalucía por corrupción y malversación de fondos públicos, siendo la juez instructora del caso de los EREs, Sra. Alaya, el centro de todo tipo de insultos y atropellos que por parte del PSOE y del gobierno de Andalucía y de España, se lanzaron contra esta juez instructora.

La justicia ha pasado a ser un juguete en manos de Sánchez. Tras ser descubierta la repugnante trama de las mascarillas y de la compra de otros materiales sanitarios inservibles a precios muy por encima del mercado, el dictador veraneante en el palacio real de la Mareta ha seguido desprestigiando y amenazando veladamente a los jueces y tribunales que conocen del caso.  Las compras de mascarillas y de otros desechables sanitarios realizadas por parte de miembros del gobierno durante la presunta pandemia (Caso Koldo-Abalos-PSOE), han dado lugar a la apertura de diligencias judiciales. La reacción del Autócrata Felón, de sus psudomedios y de sus ministros del gobierno, ha consistido en  cargar contra los jueces que investigan este fraude, realizando descalificaciones que merman el prestigio de los instructores que siguen el hilo de la madeja de la trama defraudatoria de fondos públicos, urgida desde la Moncloa. Miembros y altos cargos del gobierno se han enriquecido comprando en China material sanitario defectuoso, mientras que a los españoles nos lo vendían a precio de oro, aun sabiendo que era inservible. Para poder realizar el negocio, nos encerraron en nuestras casas ilegalmente, pisoteando nuestros derechos constitucionales.

También, el dictador Sánchez ha atacado la dignidad del juez Peinado que investiga el caso de corrupción en los negocios, malversación de caudales públicos, apropiación indebida y tráfico de influencias, por parte de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Esta señora, con antecedentes familiares en negocios poco saludables, ha sido imputada, por utilizar el Palacio de la Moncloa y sus asesores para sus propios negocios, con conocimiento de su marido el presidente del gobierno. Ha sido sorprendida apropiándose de un programa informático creado por empresas colaboradoras y con dinero de la Universidad Complutense. Por medio de sus influencias maritales con Pedro Sánchez, ha sido nombrada director de una cátedra en la Universidad Complutense, aun careciendo de título universitario (Su formación académica se podría escribir en un ticket de un supermercado). Para ello ha utilizado un despacho de la Moncloa y la asistencia del presidente del gobierno a una reunión con el rector de la universidad, para conseguir la citada cátedra. Ha mantenido reuniones con empresas del IBEX 35, con el objeto de conseguir patrocinadores de esa cátedra y ha utilizado la misma para vender unos “masteres” a los alumnos incautos que se han inscrito, por importe de 7.000 euros cada uno.

La influencia de la Sra. Gómez sobre el Consejo de Ministros, utilizando cartas firmadas de recomendación, ha hecho que sus amigos íntimos y socios de su cátedra y de otros negocios, se hayan beneficiado de contratos millonarios con el Estado y con organismos públicos. Ha conseguido que el Estado Venezolano pague a sus socios en el máster complutense, (Globalia- Air Europa) 200 millones que le adeudaban, mediante un aterrizaje en Barajas de la bolivariana Delfi Rodríguez, pese a tenerlo prohibido por la Unión Europea. Estaban presentes en tal hecho ilegal, el segundo del PSOE y Ministro de Transportes, Sr Abalos y el comisionista de Globalia, Sr. Aldama.

Tras otra reunión de la Sra. Gómez con los Sres. Hidalgo y Aldama en un hotel de San Petersburgo, el Consejo de Ministros presidido por su marido, concedió un rescate COVID 19 al grupo empresarial de Air Europa, por valor de 1.000 millones de euros. Hasta tal punto llegan las influencias de esta Sra. Gómez, que en el Instituto de Empresa llegó a dirigir un chiringuito financiado por la empresa Wakalua (que suena a nombre de puticlub), para impartir no se sabe que temarios a los alumnos sobre Africa, mientras su marido, el presidente, beneficiaba con subvenciones y rescates millonarios a los dueños de Wakalua (Grupo Globalia-Air Europa).

El presidente del gobierno golpista, y ahora cabeza del “Proces”, Pedro Sánchez, ha puesto en marcha los mecanismos del Estado para impedir que pudiera hacérsele una foto a su mujer, Sra. Gómez, declarando ante el juzgado como imputada. Movilizó a cientos de policías, drones y helicópteros para que la foto no se produjera, y para amedrentar al juez instructor antes de la declaración de su mujer. Sin respeto a las decisiones judiciales y a la independencia judicial, Pedro y Begoña se han querellado contra el juez buscando destruir su reputación y preparar su recusación. Se ha insultado al magistrado Peinado desde la Moncloa y desde los portavoces del partido. Incluso el Ministro de Justicia ha cargado contra el juez, tildándolo de “Tejero sin bigote”. Se ha dicho de este magistrado, hasta que era poseedor de dos DNIs, al objeto de realizar  compras inmobiliarias indetectables por Hacienda. Días después Puigdemont llegaba a España, daba un mitin en Barcelona pactado con Sánchez y se volvía a fugar. Ese día no había en el Arco del Triunfo de Barcelona, ni un dron, ni un helicóptero, ni un mal policía que detuviera al prófugo de la justicia, pese a tener orden de búsqueda y captura dada por el juez Llarena. Era un modo de demostrar a los jueces, que el que manda en la judicatura y en la fiscalía es Pedro Sánchez.

El dictadorzuelo bolivariano ha quebrantado la independencia judicial, ha intentado atemorizar a los jueces que investigan a sus familiares imputados, y que por ende, también le investigan a él. Ha llamado a los tribunales “fango y ultraderecha”, y como buen psicópata, no parara hasta destruir personal y civilmente, a los magistrados que investigan los desmanes del “clan” Sánchez y de su partido-secta. El cómplice principal de Sánchez para dar este golpe de Estado, es el presidente del Tribunal Constitucional Conde Punpido. Sin él, ninguna de las fechorías que comete Sánchez, se podrían haber realizado. Este individuo peligroso y sin escrúpulos, estaría dispuesto, a órdenes de Sánchez, a declarar inconstitucional a la propia Constitución con tal de que el dictador de la Moncloa, siguiera detentando el poder. Sin ese poder, ambos se verían, irremediablemente, sentados en el banquillo de los imputados.

Volviendo a José Antonio Primo de Rivera, creo que su concepto del pueblo español no coincide con el mío. Hemos sido testigos como los jueces del Tribunal Supremo y el gobierno frentepopulista de Sánchez, desenterraban a Franco y a José Antonio, mientras el pueblo español callaba cobardemente. Vemos a diario, como este pueblo mezquino, acepta oleadas de inmigrantes que arruinaran su vida, su salud, su cultura y su modo de vida y se calla. Asistimos al espectáculo de como el gobierno da un golpe de Estado contra la Constitución y la Monarquía, y ese mismo pueblo calla. El pueblo español observa como los comunistas y socialistas pactan con separatistas y terroristas la ruptura de España y su destrucción como nación milenaria, y calla. La clase media y la clase obrera sienten en sus carnes y sus haciendas como el gobierno del Frente Popular de Sánchez aniquila política y económicamente España, y callan. Este pueblo asiste a la tragedia  de como el gobierno destruye sus vidas, su futuro y el de sus hijos y calla. Creo que ya es demasiado tarde para que este pueblo reaccione. Ahora, muchos de los que se quejan en privado y envían “valientemente” desde el chiringuito de la playa, por medio de sus teléfonos móviles, memes contra Sánchez, tampoco harán nada a la vuelta de vacaciones para derrocar al dictador. Sánchez lo sabe. Lo comprobó desde el confinamiento fraudulento a causa de la presunta pandemia: El pueblo no se moverá. Será su esclavo a cambio de una subvención, de unas ayuditas y de pan y circo.

“Consumatum est”