Por Alfonso de la Vega
Los últimos acontecimientos con el desastre de la marcha de la guerra en Ucrania, la limpieza étnica sionista en Gaza, la decadencia del dólar, la deslegitimación institucional con el más de la mitad de abstención en las votaciones europeas, el auge de la mal llamada “extrema derecha”, también en las extemporáneas votaciones francesas, la inocultable senilidad de Biden puesta de manifiesto en el penoso espectáculo ofrecido en el «debate» contra Trump… parece que hayan podido dar lugar a un cambio o al menos retraso en los planes devastadores de la plutocracia anglo sionista.
Quizás por ello Netanyahu pretende atacar al Líbano, cosa que al parecer se temía debiera haber sucedido el pasado 22 de junio, en un intento que parece desesperado por provocar un grave conflicto bélico abierto y generalizado en Oriente medio que le permita sobrevivir políticamente y no terminar procesado.
Ahora bien conviene detenerse un poco más en la situación del Imperio en franca decadencia. Y no solo por la emergencia de los BRICS y la paulatina retirada del dólar como moneda hegemónica del comercio internacional. La situación social en USA es cada vez peor pues ha sufrido una auténtica devastación bajo la administración directa abusiva del deep state con el corrupto títere Biden. Un anciano depravado pero también muy disminuido que no parece estar en condiciones personales de controlar nada, lo que hace que el ciudadano un poco consciente se pregunte, pero ¿quién gobierna en realidad?
Para valorar mejor la cuestión cabe trasladar algunos datos económicos indicativos de la situación social tras la calamidad de la administración Biden, según Michael Zinder:
“A un hogar estadounidense típico le cuesta 1.069 dólares más al mes sólo comprar los mismos bienes y servicios que hace tres años. Dos tercios de los encuestados en una encuesta reciente indicaron que tuvieron que tomar medidas para hacer frente al creciente estrés financiero durante el año pasado. Esas medidas incluyeron reducir el gasto, no pagar las facturas mensuales o aceptar un trabajo adicional. Una encuesta reciente descubrió que el 44 por ciento de los estadounidenses jubilados están considerando volver a trabajar porque el costo de vida se ha vuelto demasiado opresivo.
Los precios de la gasolina han subido un 46 por ciento desde que Joe Biden entró en la Casa Blanca.
Los precios de alquiler de viviendas han subido un 30 por ciento desde que Biden entró en la Casa Blanca. Un 61 por ciento de los inquilinos estadounidenses no pueden pagar el alquiler de un apartamento de precio medio en Estados Unidos en este momento. Las ventas de viviendas nuevas cayeron un 11,3 por ciento el mes pasado. Las ventas de viviendas pendientes están cayendo al ritmo más rápido jamás registrado. La tasa promedio de una hipoteca fija a 30 años ha aumentado un 148 por ciento desde que Biden llegó a la Casa Blanca. Según Zillow, el pago mensual de la hipoteca de una casa típica en este país casi se ha duplicado durante los últimos cuatro años. Según Zillow, el pago mensual de la hipoteca de una casa típica en este país casi se ha duplicado durante los últimos cuatro años.
Según el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, ha habido más de 8 millones de nuevos inmigrantes mientras Biden ha estado en la Casa Blanca. Realmente estamos en medio de una crisis de inmigración que es mucho mayor que cualquier cosa que hayamos presenciado antes. Gracias a nuestra crisis migratoria sin precedentes, la población sin hogar en la ciudad de Chicago de hecho se triplicó en sólo un año.
Las tasas de homicidios han aumentado en porcentajes de dos dígitos en muchas de las principales ciudades de Estados Unidos este año.
Las solicitudes continuas de desempleo acaban de dispararse al nivel más alto en casi tres años. Hoy en día, el 20 por ciento de toda la población del estado de California vive en la pobreza. Según una encuesta reciente, el 46 por ciento de los estadounidenses ni siquiera tienen ahorrados 500 dólares.
Hasta ahora, Estados Unidos ha gastado un total de aproximadamente 175 mil millones de dólares en la guerra en Ucrania, y los rusos siguen ganando.”
Aquí no se incluye el auge de las drogas, algunas como el terrorífico fentanilo sintético que sustituye en cierta medida al opio que ya no se cultiva en Afganistán tras la humillante caída de la dominación norteamericana, están haciendo auténticos estragos entre la población más desarraigada. Tampoco las consecuencias que pudiera tener la revelación de los escándalos sexuales de los Biden y del Partido Demócrata. Está por aclarar también la participación de Obama y la administración norteamericana del satanizado Partido Demócrata en el golpe de Estado Vaticano para hacer abdicar al Papa Benedicto XVI y sustituirle por el nefasto candidato de la mafia homosexual de san Galo, agente del NOM y de la agenda 2030.
Si estos datos fuesen precisos la situación social USA puede entenderse como desastrosa para la amenazada clase media y originar un auténtico polvorín. A diferencia de la europea, la población norteamericana se encuentra armada hasta los dientes.
Para colmo de inestabilidad su corrupto presidente títere padece demencia senil y muestra su incapacidad absoluta para gobernar nada. Las instituciones parecen usurpadas. Por la servidumbre del calendario electoral la administración Biden está pidiendo un alto el fuego en Gaza, no atendido, pero continúa suministrando armas que lo hacen menos probable. Pero Netanyahu aparentemente le desobedece, sin que Biden lo reconozca así ni se haya producido aún un golpe de estado para derrocarlo. En Ucrania, Biden financia y alienta una guerra que no se puede ganar y se niega a participar en negociaciones que podrían poner fin al terrible derramamiento de sangre. Una guerra provocada en contra de todos los pueblos de Europa, pero que también causa estragos en la estabilidad y credibilidad del imperio y desde luego en su propia sociedad.
Lo que en teoría no es algo extraño desde luego porque la globalización anglo sionista pretende debilitar y acabar con los Estados nacionales y el orden social existente generando un abigarrado magma multiétnico y multicultural a pastorear como ganado de acuerdo con inconfesables intereses. Pero el ciudadano norteamericano medio ya se pregunta quién o qué está dirigiendo el país y con qué objetivos que desde luego no son los de procurar el progreso civil y bienestar social. La situación es ya tan escandalosa e inocultable que como ya indicábamos antes el poder oculto estaría valorando apartar a Biden de la carrera presidencial y poner un caballo o yegua de repuesto e igual servicio mercenario. O bien, la opción de dejar que Trump gane y tenga que “apechugar” con la ruinosa debacle generalizada que han dejado los demócratas, ¿Conviene mirar de reojo a Francia?
Este pueda ser el gran dilema para el Poder. Si se sigue con esta dinámica la situación estaría llegando a un punto de no retorno. La “fatiga de materiales” nos acerca al punto de ruptura. El tiempo apura, las elecciones presidenciales son en noviembre de no suspenderse por algún motivo provocado y también es posible que la plutocracia anglo sionista perciba que habría ido demasiado lejos y para tapar sus tremendas calamidades inducidas se vea en la necesidad de provocar una devastadora deflagración bélica mundial. O por el contrario, entrar en relativa latencia a la espera de un futuro ataque.
Una de las claves de comprensión de la situación internacional es precisamente ver qué pasa con la carrera presidencial en el Imperio.
Si los estadounidenses son masoquistas,tanto o más que los españoles.
Joe Biden ,es Obama,es Jeffrey Epstein,es Pizzagate,es Bill Gates es George Soros.
Simboliza la mas alta corrupción del mundo occidental,Presidente por fraude electoral…incluso nos preguntamos si realmente existe,si es un actor con máscara,o un robot con IA.
Es el Foro de Davos quien dirige a Pedro Sánchez o directamente Joe Biden?.