Por Alfonso de la Vega
La verdad es que no se entiende bien la posición de don Felipe en apoyo descarado del ruinoso globalismo en general y de la devastación provocada por la actual UE en particular. Por su propia conveniencia personal y de la dinastía, hoy crecientemente cuestionadas, debiera ser al menos más prudente. Las últimas declaraciones pro comunitarias en su reciente sermón navideño además de cuestionables para cualquier patriota resultan especialmente inoportunas cuando hoy la situación de los países de la UE se está degradando a ojos vista.
¿Es que Su Majestad no tiene algún consejero como el buen y sabio Patronio, el del conde Lucanor, que le asesore un poco y le proteja del ridículo?; No sé, se ve que no. En realidad, con el beneplácito de don Felipe lo que ocurre en su desolado reino es similar a lo que sucede con la liberticida barbarie de la UE.
La UE se encuentra en horas muy bajas lo que la hace más peligrosa. Las razones son varias además del actual cambio de planteamiento estratégico de la Administración Trump. En gran parte la crisis se debe a los propios méritos de la UE que ha traicionado a sus pueblos a los que somete de modo despótico y contribuye a arruinar. Unos dirigentes traidores con razonables sospechas de corrupción generalizada que sirven intereses opuestos a los de la ciudadanía. Los ejemplos son muchos, la desestabilización de la clase media, la ruinoso superstición del cambio climático antropogénico, la criminal moral WOKE, la legitimización del terrorismo contra el suministro barato de energía, la inmigración descontrolada y devastadora, el sabotaje al sector agrario, la hiper regulación contra la actividad económica de PYMES y autónomos, el apoyo al corrupto régimen ucraniano y el acoso a Rusia…Con dirigentes desquiciados que promueven un suicida además de ruinoso enfrentamiento bélico con Rusia que puede resultar devastador. Nos encontramos en la negación sistemática de las primeras ideas europeas, al menos en lo que tuvieran de verdaderamente filantrópico.

Y están empezando a extenderse las protestas más fulminantes, primero mediante el auge de los nuevos partidos patrióticos de resistencia nacional. También mediante manifestaciones de protestas civiles contra los desafueros. Con el rabo ente las patas la tenebrosa Von Leyen se ha visto obligada recular en temas como el ruinoso tratado de MERCASUR para favorecer a la morisma contra los legítimos intereses de los productores y consumidores europeos. O con lo de la aberración de la imposición del fláccido coche eléctrico y la prohibición de los motores de combustión para el año 2035. Y para colmo de males está el tema del oneroso apoyo al dictador ucraniano, que parece que va a quedar en solitario.
La UE no es una federación de naciones sino una alianza mohatrera de élites financieras y corporaciones transnacionales contra los pueblos. La UE ha devenido en enemiga de la clase media y de los trabajadores de Europa. Sus medidas arruinan las economías. Crecen las manifestaciones de protesta. La potente y empoderada industria automovilística alemana empieza a cerrar sus fábricas. El sector agrario está siendo saboteado hasta extremos que ya apenas puedan garantizar la estabilidad o independencia alimentaria. Se está generalizando la conciencia de los desastres que produce la inmigración promovida por las élites.

Por si ya no hubiera bastante con sus anteriores fechorías, apoyada por populares y socialistas la comisionista jefa está dispuesta terminar de arruinar a los europeos, ahora con otros 90.000 millones adicionales acosta el contribuyente para arrojar al desagüe o albañal ucraniano. Aunque una temerosa Bélgica se opone a que roben por la cara los millones en fondos rusos depositados por miedo a lo que pueda pasar. Lo de los principios, los valores y las reglas y todo eso que informan las filantrópicas conductas de nuestros probos próceres a diferencia de los siempre malvados rusos. Un baile de millones y millones despilfarrados que provoca mareos y estupefacciones. Por no hablar de Banco Central Europeo con el dogal de la deuda amenazando soberanías y futuros. Instituciones ajenas dedicadas en la práctica a arruinar la vida y el futuro de los secuestrados europeos que se unen al grave sabotaje de la convivencia social.
Aquí, en el reino de España hasta ahora no les ha hecho falta ilegalizar partidos patriotas gracias en parte a la labor narcotizadora de la Monarquía, principal agente globalista cada vez más declarado. El corral está un poco agitado pero no pasa nada. Todas las instituciones, incluso la Corona, hasta ahora están doblegadas a la agenda 2030. La deriva de la UE lleva en sí misma la inestabilidad, la falta de “sostenibilidad”. Algunos de los mayores logros de la CEE, como la ausencia de guerra entre miembros, se lograron manteniendo importantes cotas de soberanía y capacidad de decisión de los miembros. Por el contrario la dictadura actual de la UE pretende arrastrar a los pueblos europeos a una devastadora guerra estúpida e ilícita moralmente en beneficio de un régimen y una plutocracia desalmada que ni tan siquiera es predominantemente europea. Ahora la UE intenta la derrota estratégica de Rusia pese al enorme coste político y económico que supone para los ciudadanos europeos, a los que se les engaña o se les niega la palabra con la complicidad de los media subvencionados. La voladura del gasoducto, un estúpido acto auto terrorista tremendo, es una prueba tangible de ello.
La centralización cada vez mayor de poderes sin control en la UE en Europa provoca que los Estados miembros se sientan privados de sus derechos por la retirada de soberanía y el ataque a su identidad. Aunque no se quiera reconocer así el programa de desarrollo de la civilización occidental, dirigido por un grupo de oligarcas globales, lamentables desde el punto de vista intelectual y moral, que se hacen pasar por el centro mundial de toma de decisiones, es totalmente insatisfactorio para la humanidad. Y es que los globalistas están imponiendo tiránicamente incluso el transhumanismo. Contra las tradiciones y religiones de los pueblos y etnias, imponen estándares demenciales o depravados de personas modificadas sin género ni tribu, y desarrollan estrategias para destruir las familias y los Estados, las lenguas y las culturas.
Por mucho que lo critique o intente descalificar el globalista don Felipe esto seguirá impulsando la disidencia política y la presión a favor de la desintegración. Este proceso en curso es provisional. O se completa para dar lugar a una dictadura centralizada sin más remilgos o retrocede para mantener la soberanía e idiosincrasia de cada nación. Tirar mucho de la cuerda puede hacer zozobrar la UE. La amenaza de una guerra impopular y absurda perpetrada por unas élites degradadas también puede resultar contraproducente para esa aventura. La propia OTAN está hoy afectada por su política anti rusa tras el desmantelamiento de la antigua URSS. Otro factor de incertidumbre es comprobar cómo influye la nueva doctrina de seguridad norteamericana. O la evolución de la guerra en Ucrania. O con las apetencias expansionistas contra Groenlandia, Dinamarca es miembro de la OTAN, ¿que pudiera ser atacada por otro? En este momento tampoco se sabría dónde estaría la propia Úrsula.
La solución provisional inmediata sería la salida masiva de la UE de todos o casi todos de los países miembros de la UE. Un UEXIT masivo sino total. Sí, ¡parece llegado el momento para que la UE se salga de la UE!
De modo, que no se entiende que el monarca tome partido en estas circunstancias sin considerar los legítimos intereses de la nación histórica que dice representar. El escenario de un EXIT español ya no es descartable en un futuro no tan lejano. Nos encontramos ante un gravísimo dilema para la civilización occidental y para España. Un pretendido representante de la soberanía nacional haría bien en hacer manifestaciones más prudentes que no le conviertan en enemigo de la nación y de la historia.

