miércoles, diciembre 17, 2025
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Thiago Motta gana peso en la Real Sociedad tras el despido de Sergio Francisco

La Real Sociedad ha tomado una decisión que venía cocinándose a fuego lento desde hace semanas, y finalmente este domingo se ha hecho oficial. Sergio Francisco ya no es el entrenador del primer equipo y, a partir de ese movimiento, todas las miradas se dirigen hacia Thiago Motta como principal candidato para liderar el nuevo proyecto.

El cierre de una etapa que nunca encontró su sitio

Sergio Francisco, que asumió el banquillo del primer equipo tras un paso sólido por el filial, nunca logró que su propuesta terminara de cuajar, y aunque logró sostenerse durante algunas fases del curso, el rendimiento global fue apagándose con el paso de las jornadas. Cuatro victorias en dieciséis partidos, un equipo desdibujado, muy lejos de la identidad que caracterizaba a la Real de hace apenas dos temporadas, y lo más preocupante, con apenas un punto de colchón sobre el descenso, un escenario que ha sorprendido incluso a las principales casa de apuestas. La directiva, que había aguantado más de lo que muchos esperaban, terminó por decir basta.

El despido, aunque doloroso, era inevitable. La última derrota en Anoeta ante el Girona terminó de agotar la paciencia del club, y con la afición comenzando a perder la fe, se optó por tomar la decisión en pleno diciembre, justo antes del parón navideño.

Thiago Motta, el nombre que más convence

El exjugador del Barça, del Atlético y del PSG, convertido en entrenador de perfil moderno y con un marcado gusto por el juego asociativo y la proyección de talento joven, es el favorito de la dirección deportiva. 

Su candidatura no surge de un impulso reciente. Desde el mes de octubre su nombre ha estado presente en las conversaciones internas, aunque en una primera fase se valoraron alternativas de corte más nacional como García Pimienta o Luis García Plaza. Con el paso del tiempo, el club ha ido inclinándose hacia un perfil internacional, y en ese contexto Motta ofrece un equilibrio atractivo entre conocimiento del fútbol español y experiencia en ligas exigentes como la italiana o la francesa. Un bagaje que podría devolver a la Real a los primeros planos y situarla de nuevo entre los nombres fuertes en las apuestas por el título de Liga.

El factor económico que frena los tiempos

Aunque todo encaja en lo futbolístico, hay un detalle que no es menor. Thiago Motta, pese a estar libre tras su salida de la Juventus en marzo, sigue cobrando de los bianconeri. Tiene un contrato en vigor hasta 2027 que le garantiza unos 3,5 millones de euros por temporada, y cualquier acercamiento con la Real Sociedad exige que él esté dispuesto a renunciar a esa comodidad económica. No es imposible, ni mucho menos, pero sí añade una pausa al proceso que, por lo demás, parece bastante encaminado.

En Zubieta no tienen prisa. La dupla Ansotegi-Agirretxe servirá de escudo en este periodo y permiten negociar sin precipitación, con la convicción de que convencer a Motta supondría algo más que una solución inmediata, sería una apuesta estratégica de futuro. Y lo cierto es que él también ha sido selectivo, ya que recientemente ha rechazado propuestas del Bayer Leverkusen y del Mónaco, lo que indica que no va a aceptar cualquier proyecto. Parece que quiere algo que le encaje, que le motive y que le permita crecer.

Una decisión que marcará el rumbo

La Real Sociedad necesita reencontrarse con su identidad, reconectar con una idea de juego reconocible y, sobre todo, volver a competir. La elección del nuevo entrenador no es un parche de urgencia, sino un paso crucial en ese camino de reconstrucción. Thiago Motta tiene, por ahora, todos los boletos. Solo falta que él también quiera subirse a este tren.

Y si lo hace, quizás dentro de unos meses podamos mirar hacia atrás y entender este diciembre como el punto de inflexión que tanto necesitaba la Real.

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