Este miércoles, la Audiencia Nacional ha abierto una pieza separada y declarado secreta la investigación sobre los pagos en efectivo realizados por el PSOE entre 2017 y 2024. El juez Ismael Moreno, instructor del caso Koldo, ha tomado esta decisión alegando la «gravedad de los hechos investigados», la especial naturaleza del delito y el carácter reservado de la documentación aportada por el propio PSOE, que afecta a cargos, trabajadores, simpatizantes y voluntarios.
Esta medida, que blinda la investigación por al menos un mes, no hace más que confirmar las enormes sospechas de irregularidades en la gestión financiera de Ferraz, donde se manejaron cantidades astronómicas en billetes sin controles rigurosos.
Los hechos son claros y preocupantes. El PSOE, tras la petición del juez de que aportara todos los justificantes de los pagos en efectivo realizados durante el periodo antes mencionado, y en un intento de aparentar colaboración, entregó un pendrive con cientos de páginas de cuentas y justificantes de pagos en metálico desde la famosa “caja de Ferraz”, la cuenta en efectivo del partido, destinados supuestamente a gastos como comidas o transporte.
Conviene recordar que según se publicó recientemente y según fuentes del propio PSOE, que lo admitieron en escritos remitidos al Tribunal Supremo y a la Audiencia Nacional, el partido retiró casi un millón de euros en efectivo del banco para nutrir la famosa «caja» de la sede central. Esta práctica, que se intensificó desde que Pedro Sánchez recuperó la secretaría general en 2017, se justificaba supuestamente para reembolsar gastos menores como comidas, transporte o actos del partido. En fin, un partido que recibe decenas de millones en subvenciones públicas y presume de modernidad recurre a sacar sacos de billetes del banco para operar como en los años 80. Es absurdo y altamente sospechoso.
Este millón en metálico —más de medio millón durante la etapa de José Luis Ábalos como secretario de Organización y el resto con Santos Cerdán— se repartía en sobres sin trazabilidad real.
Koldo García, un asesor sin cargo oficial, era quien recogía el dinero de la sede del partido en la calle Ferraz, a veces enviando a su mujer, a un motero o a terceros.
El secreto decretado ahora protege esta investigación, pero también escuda al PSOE de Sánchez de un escándalo que podría ser devastador. Antes de que el partido socialista entregaba esta documentación tras la petición del juez, ya salían a la luz detalles sobre estos retiros masivos en efectivo. Es más, el propio exministro Ábalos confesó en una entrevista previa a su entrada en prisión que en los actos del partido siempre se llevaba una caja para realizar los pagos en efectivo.
¿Por qué tienen tanto miedo a la transparencia si todo era legal? La respuesta es obvia: este sistema opaco era perfecto para encubrir fondos dudosos, posiblemente vinculados a las mordidas de los casos de corrupción que ahora se están investigando.
Porque, en serio ¿quién cree que un partido moderno y «progresista» necesita recurrir a sobres con billetes para operar? Esta práctica arcaica y sospechosa es un caldo de cultivo perfecto para el blanqueo de capitales, el desvío de fondos y la corrupción pura y dura.
(Por Laura González)

