Por Colin Rivas
Está hecho de granos de cacao tostados, molidos, mezclados con azúcar y se vende como terapia antioxidante.
El cacao contiene teobromina, un estimulante similar a la cafeína que estresa el sistema suprarrenal. Es literalmente tóxico para los perros porque no pueden metabolizarlo. Los humanos sí pueden, aunque lentamente, pero aun así estimula la liberación de cortisol.
Los oxalatos del chocolate negro son desorbitados. Una barra de 100 g contiene entre 200 y 500 mg de oxalatos, dependiendo del porcentaje de cacao. Estos se unen al calcio, forman cristales y estresan los riñones.
El cacao también tiene un alto contenido de níquel, lo que provoca reacciones en personas con sensibilidad al níquel. Comer chocolate negro con regularidad es una forma fiable de descubrir si se tiene esta sensibilidad.
Los flavonoides de los que todo el mundo habla sí están presentes, pero también se encuentran en el té, las bayas y el vino. La investigación específica sobre el chocolate está financiada en gran medida por Mars y Hershey.
La mayoría del chocolate negro contiene cadmio del suelo en el que crece el cacao. El ministerio de sanidad americano descubrió que muchas marcas populares exceden los límites de seguridad de California para la exposición al cadmio.
Estás comiendo semillas tostadas con alto contenido de oxalatos, metales pesados y estimulantes suprarrenales, mezcladas con azúcar, y lo llaman medicina porque algunos estudios financiados por fabricantes de chocolate encontraron antioxidantes.
La dosis de oxalatos en una barra es suficiente para provocar cálculos renales, pero al menos tienes tus polifenoles sanadores partrocinados por Nestlé y Hershey o eso crees.
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