La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha detenido esta mañana a Leire Díez, exmilitante del PSOE conocida como la «fontanera» del partido, y a Vicente Fernández Guerrero, expresidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La operación, ordenada por el Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional bajo secreto de sumario y supervisada por la Fiscalía Anticorrupción, investiga presuntas irregularidades en contrataciones públicas vinculadas a la SEPI.
Leire Díez, apodada «fontanera» por su presunto papel en operaciones internas del partido, está imputada desde mayo de 2025 en el Juzgado de Instrucción nº 9 de Madrid por cohecho y tráfico de influencias. Grabaciones filtradas la muestran ofreciendo favores judiciales a cambio de información sensible contra mandos de la UCO y fiscales, en un intento de desacreditar investigaciones como el caso Koldo, que salpica al entorno de Pedro Sánchez. En una reunión grabada por el fiscal Ignacio Stampa, Díez se presentó como «la persona que ha puesto el PSOE para saber qué hay detrás de los informes policiales», negando luego actuar en nombre oficial del partido y alegando una investigación periodística.
Vicente Fernández, de 57 años, fue nombrado presidente de la SEPI en 2018 por María Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda, tras la llegada de Sánchez al Gobierno. Dimitió en octubre de 2019 tras su imputación en el caso de la mina de Aznalcóllar por presunta concesión irregular. Bajo su mandato, la SEPI autorizó rescates controvertidos como el de Air Europa y Plus Ultra, y participó en operaciones como la de Talgo. Tras su salida, trabajó en Servinabar 2000 (2021-2023), empresa navarra en el epicentro de la trama de corrupción atribuida a Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE. Fuentes de la UCO sospechan que Fernández actuó como testaferro de Cerdán para canalizar comisiones del 2% en contratos públicos, conectando esta causa con el «caso Koldo».
Díez permanece en los calabozos de Tres Cantos (Madrid), mientras la investigación, iniciada en mayo de 2025, podría derivar en más arrestos. En redes sociales, la noticia genera un torbellino de lo que muchos tildan las «cloacas del PSOE» y @hazteoir advierte de un «tic tac» para Sánchez. El PSOE guarda silencio, pero el caso agrava la crisis interna, con denuncias de acoso y corrupción que cuestionan su credibilidad.

