En un pequeño municipio de Guadalajara como Atienza, con menos de 500 habitantes, las noticias corren como la pólvora, y más aún si involucran a figuras públicas. El pasado 28 de diciembre de 2025, Día de los Santos Inocentes, una supuesta «broma» lanzada por un concejal del PSOE ha desatado un escándalo que ha generado indignación generalizada. Juan Carlos Castell, edil socialista en el Ayuntamiento de Atienza, publicó en su estado de WhatsApp un mensaje falso que simulaba un accidente mortal del alcalde, Pedro Loranca, del Partido Popular (PP). Esta acción no solo ha sido calificada como «ruin y deleznable» por el PP, sino que pone en evidencia un nivel de descerebramiento que cuestiona la aptitud de Castell para ostentar un cargo público.
El mensaje en cuestión, difundido a través de WhatsApp, afirmaba que el alcalde Pedro Loranca había caído en un pozo de 180 metros de profundidad mientras revisaba uno de los pozos municipales. «Están intentando sacarlo con una soga… Parece ser que la caída es de 180 metros. Menuda movida…», rezaba el texto, según reportes de múltiples fuentes. Esta invención se enmarcaba en el contexto del Día de los Inocentes, una tradición española donde se permiten bromas ligeras, pero en este caso, la «inocentada» implicaba la muerte hipotética del regidor, generando alarma real en una comunidad pequeña y unida.
Atienza arrastra desde agosto un grave problema con el suministro de agua, relacionado precisamente con pozos y infraestructuras municipales, lo que hace la broma aún más insensible. Castell no solo frivolizó con la muerte de una persona, sino que se mofó de un empleado municipal y de un problema que afecta directamente la vida diaria de los vecinos. En un pueblo donde todos se conocen, difundir un bulo así por WhatsApp –una herramienta de comunicación masiva– equivale a gritar «fuego» en un teatro abarrotado. ¿Qué clase de mente considera esto divertido? Es un acto de irresponsabilidad pura, rayando en lo patético, que demuestra una desconexión total con la realidad de sus conciudadanos.
El Partido Popular de Atienza no tardó en reaccionar. En un comunicado oficial, exigieron la «dimisión inmediata» de Juan Carlos Castell, argumentando que una persona capaz de inventar un accidente fatal no está en condiciones de representar a nadie. Los populares tildaron la broma de «detestable» y enfatizaron que no hay justificación posible, ni siquiera en el Día de los Inocentes, para bromear con la muerte o ridiculizar problemas reales como el del agua.
Además, el PP apuntó directamente al portavoz socialista y diputado provincial, Raúl de la Fuente, cuestionando si condenaría la conducta de su compañero o si su silencio implicaría un respaldo implícito. Hasta el momento, no se ha reportado ninguna respuesta oficial del PSOE, lo que añade más leña al fuego en un contexto político ya tenso. Esta falta de reacción inmediata del partido podría interpretarse como una tolerancia hacia comportamientos que, en el mejor de los casos, son inmaduros y, en el peor, peligrosos.
En un municipio como Atienza, donde la proximidad entre vecinos es la norma, este tipo de «bromas» pueden causar un daño real. Fuentes indican que el mensaje generó alarma entre los habitantes, especialmente considerando el problema crónico del agua que ha afectado a la localidad desde hace meses. Algunos reportes sugieren que Castell ni siquiera reside permanentemente en el pueblo, lo que lo aleja de las consecuencias diarias de sus actos, agravando la percepción de arrogancia y falta de empatía.