El Debate publica hoy en exclusiva las imágenes que acreditan la reunión clandestina que el expresidente mantuvo con el empresario Julio Martínez. Esta revelación, que sacude el panorama político español, pone en el centro de la tormenta a José Luis Rodríguez Zapatero, figura clave en el rescate de la aerolínea Plus Ultra, ahora envuelta en una investigación por blanqueo de capitales. La cita, ocurrida en una zona remota de El Pardo (Madrid), se celebró apenas tres días antes de la detención de Martínez por la Unidad Central contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional. ¿Casualidad o advertencia? Las reacciones no se han hecho esperar, con el PP exigiendo aclaraciones al Gobierno de Pedro Sánchez.
La reunión tuvo lugar el lunes 8 de diciembre de 2025, a primera hora de la mañana, en un descampado y un camino de acceso restringido en El Monte del Pardo, una zona boscosa bajo la vigilancia de Patrimonio Nacional y conocida por su falta de cobertura telefónica, ideal para conversaciones «off the record». Julio Martínez Martínez, de 58 años y originario de Elda (Alicante), salió de su ático en el exclusivo barrio de Salamanca de Madrid a las 8:26 horas, portando una bolsa con documentos en su Mini Cooper verde. Llegó al punto de encuentro a las 8:47, donde subió al Toyota Land Cruiser negro oficial de Zapatero.
A las 9:01, tras abrir una cancela con la ayuda de un empleado de Patrimonio Nacional, ambos accedieron al sendero restringido. Pasearon más de una hora entre la vegetación, en un entorno que garantizaba el aislamiento total. Posteriormente, a las 10:01, se dirigieron al restaurante El Torreón, en las cercanías, a bordo de un Land Rover Freelander blanco de escolta. El dispositivo de seguridad fue impecable: al menos cuatro vehículos oficiales con matrículas reservadas y seis agentes de protección verificaron que el local estuviera vacío, controlando el perímetro para evitar testigos. Desayunaron durante más de una hora en la mesa número 56, optando por huevos a la plancha con jamón.
Las imágenes exclusivas de El Debate, captadas por un equipo de investigación, muestran el trayecto de Martínez hacia la cita, uno de los coches de escolta vigilando el acceso y la mesa del desayuno. Fuentes cercanas indican que este tipo de encuentros entre Zapatero y Martínez eran «casi diarios» durante años, pero en las últimas semanas se habían espaciado debido a las sospechas de Martínez de estar bajo vigilancia policial.
La detención de Martínez se produjo el jueves 11 de diciembre, apenas 72 horas después de la reunión con Zapatero. Fue arrestado junto al presidente de Plus Ultra, Julio Martínez Sola (sin relación familiar), y el consejero delegado Roberto Roselli Bonet, en el marco de una operación contra una presunta trama de blanqueo de capitales con ramificaciones en Venezuela y Francia. La investigación, declarada secreta por el Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid, indaga en movimientos financieros irregulares, desvío de fondos públicos y posible tráfico de oro. Plus Ultra, una aerolínea con vínculos al régimen chavista de Nicolás Maduro, recibió un rescate de 53 millones de euros del Gobierno español en 2021, una decisión impulsada directamente por Zapatero, según declaraciones del exministro José Luis Ábalos (actualmente en prisión por el caso Koldo).
Martínez, en libertad provisional desde el sábado 13 de diciembre con retirada de pasaporte, orden de no salir de España y comparecencias judiciales periódicas, es el eje de la pieza separada por blanqueo. Su empresa, Análisis Relevante SL –constituida en febrero de 2020 como consultora con facturaciones modestas y sin empleados–, es vista por los investigadores como un instrumento para operaciones financieras opacas. Curiosamente, esta mercantil es cliente de Whathefav SL, la agencia de comunicación fundada en 2019 por las hijas de Zapatero, Alba y Laura Rodríguez Zapatero, que ha reconocido públicamente el vínculo comercial.
Además, informes policiales revelan que Martínez borró mensajes y correos electrónicos en su teléfono antes de la detención, una acción detectada por los servicios de inteligencia que lo tenían bajo vigilancia desde meses atrás. Esta maniobra, interpretada como intento de obstrucción, ha intensificado el escrutinio sobre sus conexiones con el expresidente.
Zapatero, que el sábado 13 de diciembre negó rotundamente cualquier implicación en el rescate de Plus Ultra –»No tengo nada que ver con eso»–, se encuentra en una posición delicada. Fuentes del PSOE hablan de «nervios» en su entorno, con el caso reabriendo heridas sobre los lazos del expresidente con Venezuela, donde ha multiplicado su fortuna asesorando al régimen de Maduro. Ábalos, en su declaración judicial, confirmó que Zapatero presionó personalmente para declarar a Plus Ultra como «estratégica» y aprobar el rescate, a pesar de las dudas sobre su viabilidad.