martes, noviembre 18, 2025

La mantenida

Por Alfonso de la Vega

No me refiero a una hipotética amante de un potentado o alto cargo del Régimen sino en lo que parece haber devenido la Iglesia Católica española: de Esposa de Cristo a mantenida del Régimen. Otrora plena de talentos y gentes admirables, hoy de turbias medianías, no ya como brillante Institución espiritual sino como organización material aunque quepa reconocer que las responsabilidades últimas en una Institución tan jerarquizada se encuentren en Roma. Como le pasaba a don Quijote tanto encantamiento de nigromantes confunde al más pintado.

Tras un almuerzo oficial celebrado en el Vaticano, una especie de banquete de Viridiana incluso con trans, León XIV acaba de recibir a la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española en un encuentro de cerca de una hora. Según explicó su presidente, la reunión se desarrolló en un clima de “alegría y gratitud”. Previamente  la delegación española tuvo una reunión con Parolin, el secretario de Estado, quien recordó sus conversaciones recientes con el ministro de Justicia y trasladó a los obispos los temas tratados en su breve encuentro con el presidente Pedro Sánchez durante la COP30 en Brasil. La CEE expuso a Parolin los asuntos que permanecen abiertos en las relaciones Iglesia-Estado como lo que llaman “resignificación” del Valle. Curioso que la CEE se entere de novedades antes por el Vaticano que por el gobierno español. ¿Qué estará negociando en secreto contra los tan cacareados principios de sinodalidad, ese supuesto camino de participación y comunión para que todos incluidos los laicos puedan decidir sobre cuestiones que afectan a la Iglesia Católica?

Tenemos varios escándalos recientes que muestran su tibieza cuando no simple y llana complicidad con el liberticida régimen ateo woke que se está imponiendo. Y no solo de la propia CEE curiosamente presidida por un obispo que tiene un pasado como antiguo comunista de los de Carrillo, el de Paracuellos, aupado al poder clerical por Bergoglio y se permite dar lecciones de demagogia filantrópica comunistoide revestida de evangélica. Cabe recordar algunos de los escándalos más notables.

Así, en relación con el aborto, cuya práctica lleva a la excomunión latae sententiae que el término legal canónico que significa «pena ya impuesta» y que se refiere a la excomunión automática y directa que se aplica a quienes procuran un aborto sin necesidad de juicio o declaración previa. Quien realiza el aborto (incluida la madre) o participa como cómplice necesario queda excomulgado en el mismo instante en que comete el delito, sin necesidad de un proceso formal.

En la Cataluña golpista e islamizada de Omella se ha sabido que el hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona va a provocar abortos. Se trata de un hospital estrechamente relacionado con la Iglesia Católica desde el siglo XV. El patronato de la Fundación consta de seis miembros, dos de ellos de la Catedral. Un caso parecido al citado del Hospital catalán de codirección eclesiástica es el del obispo de la Seo de Urgel que se va a convertir en co- jefe de un Estado abortista, el de Andorra. No sé qué consecuencias pueda tener esto de acuerdo con el derecho canónico pero nada puede disimular su condición de incoherencia moral y desprestigio de su misión evangélica. El obispo de Tarragona que no disimula su querencia independentista muestra su disgusto y critica que los fieles recen el rosario cerca de los centros abortorios donde van ser sacrificados los nasciturus que se desarrollan en la entrañas de sus madres. “Rezar el rosario en la puerta de una clínica abortiva es ideologizar y banalizar la oración”, explica muy falaz y resabiado. Y se queda tan fresco. Un tipo que también mira con ojos complacientes otras muertes ajenas como las provocadas por la eutanasia.

En otro desorden de cosas y en relación con los invasores que violan nuestras fronteras los obispos y clero colaboracionista nos sermonean con la obligación de acogerlos y mantenerlos a nuestra costa. Soluciones vendo que para mí no tengo. No se conoce que acojan a los invasores en su enorme patrimonio inmobiliario, residencia del nuncio, palacios episcopales, monasterios o casas rectorales. Es pura incoherencia cuando no hipocresía e exigir a los demás lo que ellos no hacen aprovechando los medios e infraestructuras que poseen. Pero, como decía Espinosa, la primera corrupción es la del entendimiento. Y aquí se ve que o el presidente de la CEE no entiende de qué va la cosa o lo que aún sería peor, quizás lo entiende pero acaso se mueve como «compañero de viaje», por tratar de promover un conflicto social de carácter violento, una nueva forma posmoderna de lucha de clases.

Explican fuentes especializadas que se han denunciado varias maniobras de importante especulación inmobiliaria en curso. Por ejemplo en Madrid con las polémicas fundaciones del cardenal Cobo, en Belorado o la frustrada sobre Torreciudad.

La Primada tampoco se libra de escándalos tales como los bailes sacrílegos dentro de la catedral, el blasfemo Cristo del «jula jop» erigido en la explanada de San Juan de los Reyes, la protección a cierto sacerdote progre de dudosas costumbres, o la persecución a los sacerdotes tradicionales de la Sacristía de la Vendée.

Sin olvidar la escandalosa inacción para evitar la profanación gubernamental de la basílica del Valle de los Caídos sacralizada por el Papa Juan XIII, como antes se hiciera con la tumba de su benefactor el general Francisco Franco, condecorado con el mayor galardón del Vaticano por haber salvado miles de vidas de eclesiásticos y fieles católicos de la sanguinaria persecución roja. Y al que debe la permanencia institucional de la propia Iglesia católica española. Los textos del Papa Juan XXIII son claros e inequívocos, aunque nuestros obispos actuales quieran ignorarlos. Lo de defender la condición sagrada del santuario e incluso la propia permanencia de la gran Cruz o de las Virtudes y los Evangelistas parece que no va con sus Ilustrísimas enredadas en complacer al poder político.

Pero no hay sacrificio espiritual y moral en demasía por conservar la macro “paguita” del Estado, la condición de mantenida complaciente para lo que el régimen quiera mandar. Una Iglesia desacralizada y rendida a lo woke es el resultado de un encantamiento maléfico como el de una Dulcinea degradada a vulgar campesina con olor a ajos y rara habilidad para salar puercos. Cervantes con su irónica lucidez ya nos prevenía contra una Iglesia que se convirtiese en obstáculo para la evolución espiritual. En la búsqueda personal de la realización del Ideal y de lo sagrado, cuyo escenario verdadero es la conciencia, a veces las organizaciones devienen en un obstáculo. Así, cuando don Quijote intenta dar con la morada de Dulcinea, arquetipo del alma y sus valores, se encuentra con que “con la Iglesia hemos dado Sancho”. Y cabe recordar para la mejor comprensión del texto cervantino que la palabra “Iglesia” aparece con mayúscula en la edición princeps, se refiere a la Institución no a un edificio concreto.

El amable lector me contra argumentará con razón que la cosa no es nueva. Así  cuando el Poder material, aunque debilitado y vicario como ahora, se prefiere al Espíritu. Nobilísimas criaturas y auténticos buscadores espirituales elevados a Doctores de la Iglesia como Teresa o Juan de Yepes estuvieron a un paso de terminar en las cárceles de la Inquisición. El quietista Miguel de Molinos no tuvo tanta suerte.

Vengan días y vengan ollas” que diría Sancho Panza. O ahora la heroica CEE.

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