El nombre del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a emerger en una investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, esta vez a través de una conversación clave entre el comandante Rubén Villalba, imputado por presuntamente estar a sueldo de Víctor de Aldama y Leire Díez, conocida como la ‘fontanera’ del PSOE. En unas notas detalladas tomadas por Villalba durante un encuentro de casi cuatro horas el 10 de marzo de 2025, y ahora incorporadas a la pesquisa sobre Díez, se describe a Zapatero como «íntimo amigo» de un empresario chino llamado «un tal Miguel Dhul», un alias que alude a Fangyong Du. Este último, según informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), representa un riesgo para la seguridad nacional al ser considerado un presunto espía de Pekín, por lo que se le denegó la nacionalidad española.
Las anotaciones de Villalba, que forman parte de la evidencia en la investigación, recogen textualmente las palabras de Díez: «Leire habla de un tal Miguel Dhul, supuesto íntimo amigo del expresidente Zapatero, de origen chino y que tiene dos hijos cuyo padrino sería Zapatero». Díez, quien se presentó como emisaria del PSOE y ofrecía información sobre mandos de la Guardia Civil implicados en casos de corrupción contra el Gobierno a cambio de puestos influyentes para neutralizar a ‘enemigos’, alertó sobre la discreción necesaria en torno a Du. En el apunte número 42 de las notas, se precisa que «Miguel Dhul [Duch, en realidad] estuvo vinculado con Aldama, Ábalos, Koldo, Pepe Ruz, director de Correos Juan Manuel Serrano (amigo íntimo de Pedro Sánchez) y otros durante los años de la pandemia haciendo negocios». Aunque no se profundiza en la naturaleza exacta de estos negocios, se alude a contratos públicos de material sanitario en plena crisis, un período marcado por irregularidades en adquisiciones estatales.
Conocido como «Miguelito» en ciertos círculos, Fangyong Du no solo habría colaborado en la creación del lobby prochino Gate Center impulsado por Zapatero —un think tank con sede en un piso de la calle Velázquez en el barrio de Salamanca de Madrid, fundado en abril de 2022—, sino que también trasladó una de sus empresas, Mimo Advisors Europa S.L. (anteriormente Acento Asia SRL), al mismo inmueble meses después. Esta firma surgió en el contexto de los esfuerzos del exministro José Blanco por asesorar a Huawei, con la intervención de Zapatero como facilitador. Otros empresarios chinos en ese edificio están bajo escrutinio de los servicios de inteligencia españoles por posibles lazos con el espionaje militar de Pekín, lo que ha llevado a sospechar que el lugar podría servir como un núcleo de actividades de inteligencia china en España.
Díez, según las notas, también reveló que «Aldama es contratado en Huawei por este chino, a quien CNI eleva informe denegándole la solicitud de nacionalidad española por ser un supuesto espía chino». La remuneración de Aldama por Huawei ascendía a 12.000 euros mensuales, coincidiendo con un momento crítico para la multinacional: el intento de sortear vetos internacionales para su integración en el sistema 5G español. En paralelo, Huawei se infiltró en el sistema de interceptación de telecomunicaciones Sitel, utilizado por la Policía y la Guardia Civil, y firmó contratos con el Ejército del Aire, Hacienda y la Seguridad Social. Aldama habría actuado como puente para llevar a Huawei hasta Moncloa, justo cuando la compañía china se incorporó a la cartera de clientes de la agencia de comunicación de las hijas de Zapatero, sin que se hayan aclarado los servicios prestados. Poco antes, el propio Zapatero se había sumado a campañas de lobby ante el Gobierno de Pedro Sánchez en favor del gigante tecnológico.
Tras su exposición en los medios, Fangyong Du desapareció de la escena pública. Díez transmitió a Villalba que «lo tienen oculto y controlado», y especuló que «probablemente sea Zapatero quien le haya dado instrucciones a Miguel Dhul para que se oculte durante una temporada». Las hijas del expresidente, por su parte, fueron contratadas para tareas de comunicación tanto en Gate Center como directamente para Huawei, profundizando los nexos entre la familia Zapatero y los intereses chinos.
Esta revelación, extraída de las notas facilitadas por Villalba a sus superiores en la Guardia Civil, se enmarca en una serie de investigaciones sobre presuntas tramas de corrupción e influencia extranjera que han salpicado al entorno del PSOE durante la pandemia y más allá. The Objective ha seguido de cerca estas conexiones entre Zapatero, Aldama, Huawei y el núcleo de Moncloa en publicaciones previas, subrayando cómo figuras clave del partido podrían haber facilitado accesos privilegiados a contratos públicos y decisiones estratégicas de seguridad nacional. La identidad de quien conectó a Díez con la Guardia Civil permanece en el anonimato, pero el caso continúa abierto, con implicaciones que podrían extenderse a altos niveles del poder político español.