Dedico este artículo a Celia y sus padres, que fueron tan amables de llevarme al trabajo desde un desierto hasta otro cuando estaba a punto de quedarme a dormir debajo de un puente.
En esta ocasión he sido testigo y también parte en esta nueva película de ineficiencia manifiesta de una de las compañías más desastrosas del país. Un ejemplo perfecto de cómo lo público no funciona por la definición y menos cuando todos sabemos quiénes están dirigiendo nuestras famosas empresas públicas. Lo raro sería que algo saliera bien si contemplamos el panorama corrupto y degenerado de quienes desgobiernan nuestra Patria.
El tren ya llegaba tarde a Chamartín para llevarnos hacia Palencia y Santander, por lo que tampoco debería haber sido demasiada sorpresa para los que viajábamos en su interior el momento en el que el tren como tal se apagó, porque le falló completamente el sistema eléctrico, y no era capaz de producir ninguna electricidad que lo moviera o que nos diera luz. Así fue que nos quedamos tirados en medio de la nada, a bastante trecho todavía de Valladolid, sin que la tripulación supiera muy bien cómo reaccionar, aunque hay que decir que se desempeñaron bastante bien dentro de las circunstancias.
Especial mención merece el magnífico personal de la cafetería a bordo del tren, que tuvo que darnos de cenar a tantos con unos recursos limitados.
También la gente que iba en el pasaje se portaron bastante bien. Pero nada de esto es ningún mérito de la Renfe. Una de las peores empresas que puede haber en el mundo desarrollado, siempre improvisando y siempre pretendiendo que el viajero tiene que tener la paciencia que no tienen ellos a la hora de repasar las posibles contingencias que pueden ocurrir con sus malditos trenes tercermundistas.
Por supuesto, recordar a cualquier viajero tirado por operadores impuntuales e irresponsables, que pueden reclamar el 50% del billete si llegan media hora tarde y el 100% cuando la demora es de más de una hora. Ante cualquier resistencia, acudid directamente al Consorcio de Transportes con vuestra queja y las pruebas de todo.
