lunes, septiembre 1, 2025
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¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

Por Juana Natividad Baqué de Cubas

Si el tiempo pasado es un soporte necesario cuyo formato actúa como enlace de la información sobre hechos acaecidos en el pasado, podemos recurrir a dicho pasado para nutrirnos de información veraz, en todo lo relacionado con aquello que nos motiva a analizar los hechos y hechuras de quienes nos han robado la soberanía, nos han llevado a la ruina, la desesperación, demolición de nuestra patria, y cómo no, la invasión de un ejército de personajes que nada tiene que ver con el deseo de mejorar y ayudar a dichas personas de otros países. Más bien obedece a todo lo contrario, a una aversión enfermiza a la humanidad. 

Desenmascarar el verdadero rostro del “Estado”, con la finalidad de mostrar y demostrar por los hechos acaecidos del pasado la corrupción y el planicidio que opera en la sombra. Entonces, se nos hace imprescindible acudir dicho pasado ya que no tiene ni espacio ni tiempo sin embargo, es el motor del presente de nuestros días y a la vez nos impulsa al futuro sea cual sea este que tenga programado de antemano dicho “Estado”, a las órdenes de quiénes son los dueños absolutos del planeta, a los que rinden obediencia y total sumisión.

Entiendo que no nos será posible desentrañar dicho planicidio “Estatal”, sin recurrir a los acontecimientos del pasado en que se sostiene. “Por su obras, los conoceréis”, una clave de muchísima importancia con la que trabajar con los hechos del pasado en relación en principio, a comprender cómo hemos llegado a esta situación tan indeseable, para subsiguientemente elaborar análisis detallados de los sucesos y acontecimientos que crearon las circunstancias actuales.

Considero muy importante volver la vista atrás dónde se halla la base de la actual situación social que padecemos no sólo en el cómo, sino también, el cuándo y el porqué. Pienso, que los efectos de comprender en principio la verdad que esconden en la sombra, nos dotaría de perspectivas cognitivas mejoradas y altamente poderosas con las que enfrentar los desafíos que tenemos que afrontar tarde o temprano. Considero que el primer paso es desenmascararlos, exponerlos a la luz y prepararnos adecuadamente para desmontar el chiringuito en el que la corrupción ya sin límites, lo han convertido en un arma de destrucción masiva, siendo una de las causas originales  de los estragos que sufrimos en todos los niveles y estratos sociales, estando bajo el dominio absoluto de personajes entregados en cuerpo y no digo alma ya que carecen de cualidades y sentimientos, unos patéticos burócratas desalmados, dispuestos a destruirnos como nación y etnia, arrasando todo a su paso.

Soy consciente que de seguir así las cosas, sin ofrecer resistencia alguna, el futuro de España se está forjando en contra de la nación española, si esta situación actual dónde ya estamos aterrorizados…el miedo, la incertidumbre, la ignominia, la corrupción, la proyectamos unos años por delante con esta dinámica destructiva, les puedo confirmar que esto que les parece tan ruin y abyecto, será un cuento de niños que apenas tendrá relevancia alguna, comparándolos con los sucesos que se van a dar de no parar está abominación gubernamental, administrativa y en definitiva “Estatal”.

Miren amigos, digo a menudo que es muy conveniente aprender a desaprender, lo digo por un motivo, a menudo el inconsciente induce a comportarse de manera inapropiada debido a que está sometido a las creencias concretamente a la que se refiere a la obediencia jerárquica, en la que predomina la sumisión y dependencia tanto a gobiernos como a dioses sobre natura. Por ejemplo, la creencia de que algo superior al ser humano mueve los hilos del destino del hombre. Ésta artimaña existencial reprime que el ser humano pueda avanzar por sí mismo, lo mantiene bloqueado, incapacitando su potencial anímico, afectando a su libre pensar y hacer, siendo respetuosos y honestos con su prójimo y su entorno. Los efectos castrantes derivados de ello son desastrosos, el impacto de esta aberración cognoscitiva es ampliamente conocida por quienes han iniciado su despertar, piensan por sí mismos y toman sus propias decisiones. 

Sus actos ya hablan por ellos, no preguntan qué puedes hacer por mí, ni tan siquiera que puedo hacer por ti. Saborean la vida libres de compromisos y ataduras del inconsciente colectivo atrapado sin remedio en las redes neurales, o si les sugiere mejores perspectivas visuales, usen el símil de la matrix del sistema establecido. Es el mismo proceder que se asienta a la obediencia sin más, a gobiernos infames y corruptos, por ejemplo, el que padecemos en nuestro país desde hace varias décadas, concretamente desde que iniciaron la farsa de la democracia.

Exponiendo a los impostores y falsos dioses (que lo son todos) ante la mirada crítica de los seres humanos que están despertando, sería un buen método por el que podríamos reconocernos como ciudadanos libres y responsables de nuestro destino. No necesitamos a líderes que nos manipulan y dirigen nuestra conducta conforme a “Ellos” les apetezca, es un engaño más con la que sustraernos de nuestro afán de mejorar nuestras capacidades “Ilimitadas” que nos confieran un progreso estable y verdaderamente humano sin intermediarios. 

¿Qué precisa de tiempo?. Cierto, así es, pero, dicho tiempo solo se dará cuando desenmascaremos y paremos en principio por lo cerca que nos toca, la verdadera naturaleza del “Estado” que nos ha robado la soberanía y nos castiga con su indiferencia cuando más necesaria es su presencia, ya que tiene todo el poder de hacer y deshacer sin que nada ni nadie le ponga freno. Entonces se nos hace imprescindible desmontar el tinglado que ha hecho posible que dicho “Estado” sea el principal enemigo de la nación española. 

Los españoles tenemos talento suficiente para recomponernos de cualquier situación, no lo digo porque sí, es un latido que ganamos a pulso forjado por nuestra historia, (por supuesto nuestra verdadera historia). No tenemos que imitar a nadie, ningún otro país puede enorgullecerse de su historia como nosotros, y esto es un hecho. Si el corazón de los españoles deja de latir, los impulsos se detienen, España se detiene, el español se detiene, la humanidad sigue su curso, pero, los españoles se quedan sin pulso. ¿Es eso lo que desean conseguir los despreciables traidores a España?. No les quepa la menor duda de que así es.

Las respuestas que buscamos no las encontraremos en el presente, sino en el pasado, la suma de los hechos que padecemos actualmente son producto del pasado de nuestra corta historia bajo la tiranía de una falsa democracia. Si deseamos mostrar el rastro que ha dejado la corrupción “Estatal” es preciso ir a la raíz del problema, y si es posible, arrancar dicha raíz que es la causa de nuestros infortunios. No nos queda otra, no nos han dejado salida a no ser, con los pies por delante. Nada de lo que pueda decir, tiene sentido alguno si no se aceptan a sí mismos en virtud del propio despertar y en eso nadie puede hacerlo por otro, no tenemos que esperar a nadie, nadie va a acudir en nuestra ayuda, si estamos aquí en esta era, es por algo, si ese es el caso, abramos los ojos sin esperar a que nos los cierren para siempre.

Aunque sea determinante en estos tiempos que el número de despiertos sea cada vez mayor, el despertar es una elección individual, elijan lo que elijan es su responsabilidad individual (si tienen la posibilidad de elegir, estarían aplicando su libre albedrío). Cosa que nos quieren prohibir, y a fuerza de corromper nuestra esencia lo van a lograr. Exponiendo a los impostores y falsos dioses ante la mirada crítica de quienes están despertando de su letargo al que fueron sometidos, tendremos alguna oportunidad de unirnos en una causa común con la que provocar un gran despertar. Los durmientes no pueden tener acceso aún a dicho nivel, por razones que les mantienen proscritos de sí mismos. No lo entenderán “aún”, y menos “aún” les conmoverá a darle alguna credibilidad. Para estos, es lo normal, sin embargo, le dan toda la credibilidad a la impostura del sistema, cuyos amos les tratan como ganado vacuno y bestias de carga. Siguen las paradojas y son tantas que apenas se distinguen una de otra.

Se habrán dado cuenta que intentar siquiera mostrarles a los durmientes que nos la están jugando es una pérdida de tiempo, y de amigos, incluso de familiares. Les han convencido de que solo “Ellos” tienen la potestad de erigirse con la verdad absoluta y si lo dice la televisión es definitivo. Los normales (Adscritos a las normas) siempre encuentran en otros como justificarse ante ellos mismos. Son tan tontos que lo que no harán jamás, es reconocer que dicho comportamiento es erróneo, dónde siempre el culpable será el otro. El atontamiento generalizado actualmente es lo que impulsa a los normales a ver en los demás sus propios errores. Es lo normal y así establecido, sus dioses deben estar muy contentos con el resultado.

Los lazos que creamos cuando ofrecemos lo mejor de nosotros mismos sin esperar siquiera agradecimiento alguno, son de un orden que no tiene en cuenta lo que has hecho sino, cómo lo has hecho. Actualmente se está perdiendo de forma alarmante la empatía, se está sustituyendo por la apatía y dicha apatía genera el paso de todo, dando lugar al que se le va a hacer y al que se jodan. Estamos muy arraigados a ello, obedecer y ser obedecidos se ha establecido como lo normal, cada cual en su ámbito de poder y de sumisión al mismo tiempo. 

La crueldad, el despotismo está sustituyendo la empatía natural. Los que lo tienen todo, aún quieren más, sus diversiones fruto del aburrimiento que sufren, les conmueven a diseñar juegos dónde los seres humanos son usados como juguetes. Por ejemplo, la plandemia. Hay unos films, que representan muy bien estas características. “Los juegos del hambre”. No dejan nada al azar, toda la saga, está perfectamente diseñada para que los despiertos puedan conocer lo que ocultan tras bambalinas. Forma parte del juego, no nos ocultan sus intenciones de hecho al exponerlas a la luz disfrazado de película, o por cualquier otro medio, ejerce de narcótico para los normales. O lo que ahora se entiende como primados negativos, pronto lo sustituirán por otro desorden psíquico.

Cuando se les aplique situaciones similares a lo que han visualizado, lo verán como normal. No les pillará de sorpresa ya que lo importaron a su subconsciente, los medios ejecutan su labor de manipulación cognitiva en todo aquello que está bajo el control del sistema establecido. Nada es lo que parece, sin embargo, para un observador avezado las apariencias no engañan. Para un observador avezado, los seres humanos son su familia, no permite que se le nuble su visión al respecto, no se deja llevar por emociones y sentimientos ajenos a su despertar. Los seres humanos son individuos y no unas masas de gentes peligrosas o desechables. El observador siente en su corazón la grandeza de toda la humanidad individuo por individuo, ni juzga ni se somete a juicio, sabe a que es debido el comportamiento de sus semejantes que persisten en la mentira y el engaño.. 

Aquellos que someten bajo el yugo de la autoridad de la que carecen a sus semejantes,  no tienen escrúpulos, es tal el daño que han causado que ya no tienen vuelta atrás, seguirán jugando con la humanidad mientras ésta no se libere del yugo de la autoridad que no es más que una pantomima hecha a propósito de un autoritarismo que prioriza la obediencia mediante el chantaje y la coacción. Nos es muy necesario empoderarnos y a la vez, responsabilizarnos de nuestra propia emancipación como individuos despiertos. Durante milenios han jugado a ser dioses usando al planeta como tablero de juego y a la humanidad como peones y servidumbre, sus privilegios los robaron a la humanidad y se perpetúan mediante el miedo, y el terror. Cuando consideran que somos peligrosos y que estamos cerca del despertar, o que hemos proliferado en mayor número del que les parece adecuado, generan conflictos bélicos y toda suerte de juegos del hambre. La última jugada es lo que parece, y no parece que nos importe el resultado final.  

Están jugando ahora con la descomposición de las naciones, están desmembrando sus culturas y tradiciones de forma que les sirva para componer y reorganizar el mundo a su antojo. Los dioses son muy caprichosos y no sienten empatía alguna con los que consideran ganado. Distraen a “su” ganado con sus patrañas y juguetes psíquicos en que los ingenuos que no creen en sí mismos y menos aún en la humanidad, sean capaces de las peores atrocidades en nombre del dios al que adoran y se postran sumisamente. Dioses que necesitan de esclavos, de privilegios y de todo tipo de ruindades hechas en su honor. En que sus representantes terrenales se suben a lomo de los creyentes y les conducen a su perdición. Aceptaron ser perdedores y van a perderlo todo, incluso su propia vida, aunque mirándolo bien nunca les perteneció. Si tan solo prestáramos atención a lo que sucede, no estaríamos en esta disyuntiva. 

Nos han equiparado a la condición de animales salvajes, el modelo que sostiene el poder sobre la raza humana se debe en gran parte a que nos han puesto en la misma balanza evolutiva del reino animal inferior que se fundamenta en depredadores y presas. Según dicha sentencia, lo único que nos impide devorarnos los unos a los otros es el sistema establecido con sus dioses y lacayos a su servicio. Y para tener los argumentos que lo avalen y la raza humana lo acepte como que el sistema es un mal necesario que se diseñó por nuestro bien, en el que ser esclavo, no está tan mal cuando se sabe que la alternativa es el caos y la oscuridad. Una de las premisas de los falsos dioses y toda su servidumbre de mandatarios humanos al servicio de sus amos, con la que afianzar y asegurar el control sobre la raza humana. 

Les pregunto. ¿Están conformes con esta sentencia?. ¿Lo aceptan tal cual?. Muchos primados de ese tipo surgieron para infectar la psique de los seres humanos. Con conceptos y artimañas de nula o baja inteligencia con la que seguir paralizando el progreso de forma que jamás pudiéramos liberarnos de su tiranía. Aún siendo esta premisa una justificación que se erige como un pilar básico del sistema, precisa de otras premisas o pilares que le den consistencia. Similarmente a la gran sala hipóstila de Luxor, Egipto. Una sola premisa o columna no tendría la consistencia suficiente para sostener el techo o dicho simbólicamente el cielo dónde se asienta el reino de los falsos dioses. Estos traidores a su propia raza, se han apoderado de todos los recursos y gobiernos que les sirven con la misma devoción y obediencia ciega a los planes de quienes dirigen desde las sombras el nuevo orden mundial. Lo quieren todo, y a fe que lo están consiguiendo.

Dichos falsos dioses a los que se les rinde pleitesía, veneración y culto a través de religiones, y gobiernos (Todas ellas sin excepciones), sectas, hermandades, creencias esotéricas, ideologías y toda suerte de artimañas engañosas, que la raza humana ha aceptado como verdadero, es falso. Nos han metido en la cabeza que somos menos que hombres. Esto debe cambiar, de no hacerlo todo irá a peor. Observen cómo está el panorama mundial, ideologías, religiones etc. escenifican una obra cuyos autores ni siquiera figuran en el guion. Una obra maestra si observamos su desenlace final.

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