miércoles, julio 16, 2025
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Torre Pacheco, ¿cuándo vas a despertar?

Todo apunta a que no hacemos caso a los problemas hasta que no nos hacen toc toc con cierta intensidad, lo suficiente para ser muy molestos o amenazar con echarnos la casa abajo con una grúa. Parece que a los españoles buenistas, que no son pocos, se les aplica muy bien el cuento. El delincuente de Sánchez ha ido convirtiendo España en una tierra apta para el infierno y muchos no se han enterado hasta ahora, cuando empiezan a tener la inseguridad en sus calles por parte de marroquíes que juran odiar a los españoles, que se manifiestan con palos ante la policía sin que ésta haga nada porque les conviene el enfrentamiento y ver hasta dónde llega ese buenismo ingenuo que tanto los ha ayudado en política de terrorismo de estado.

Sin embargo, los hechos son ya evidentes porque se ven. Los pacíficos pueblos españoles, los rincones de España que se llenan de esa suerte de hordas con intenciones claramente matones y  salvajes, han cambiado. Estos sujetos roban, violan y cometen todo tipo de delitos sin que las fuerzas de seguridad hagan nada, salvo mirar a otro lado o silbar. Parece que el plan del gobierno consiste en que entre ellos se maten, les vendría muy bien como excusa.

Llegados a estos extremos, en los que el estado se comporta como una organización mafiosa, criminal y terrorista, cuando la seguridad de los españoles les importa un pimiento y cuando la tranquilidad para hacer vida normal se esfuma, digo yo que algo habrá qué hacer antes de que España sea una batalla campal. Si la policía no hace nada, tendrán que ser los vecinos los que organicen actividades de vigilancia, por si a alguno de estos energúmenos se le ocurre dar una paliza o violar a alguien por la calle, si cometido el delito se sabe que el sujeto va a salir de rositas, tendrán que ser los vecinos los que agarren al susodicho y lo  lleven a la comisaría de turno para que haga su trabajo. Sólo sería deseable que los españoles no tengan que tomarse la justicia por su mano, en cuyo caso entramos ya en palabras mayores.

Los hechos son lo suficientemente graves como para que los vecinos opten, en un momento dado, por desobedecer al estado y sus redes de espionaje y adoptar aquellas medidas que sean necesarias para asegurar la seguridad. El gobierno ya está lo suficientemente ocupado como para  tapar la evidencia de sus cada vez más claros crímenes, ante los recién espantados españoles, no sea que la presión social los pille con las defensas bajas porque no es que no sepan lo que hacen y por qué, sino porque carecen de los medios para ofrecer esa seguridad que los españoles necesitan. Entonces nos podemos preguntar quiénes van a ofrecerla y la respuesta es la misma que la de la dana. El pueblo salva el pueblo.

En este caso se trata de que el miedo cambie de bando. En vez amenazar con palos a los españoles que sea a la inversa y que sepan esos inmigrantes ilegales que los ´patrios van a hacer cumplir la ley si alguno se la salta, porque no están ni en su país ni en su territorio y los españoles han de tener los cojones bien puestos para dejar estos términos bien claritos, aunque para ello haga falta convicción. No basta con se manifiesten en las calles, tal como hacen ahora, han de organizarse por el bien de sus comunidades, al igual que en todos los pueblos y ciudades donde estos problemas hagan acto de aparición.

No es posible seguir actuando de este modo, que no deseo describir. Los españoles han de despertar del sueño húmedo del 78 y darse cuenta del gran engaño. Los han drogado como niños, los han infantilizado y les han hecho creer que eso de la democracia y de la magnanimidad del estado español era una realidad. Nada más lejos de la realidad. El demonio ya están saliendo de su escondite y el que no lo quiera ver no tiene solución alguna. ¿Tomar medidas contra lo que nos dicen las autoridades? ¿No creernos lo que nos tratan de contar los medios comprados por las mafias políticas, para darnos una dosis de dormidina tras el agotamiento de manifestarnos en la calle para hacernos las víctimas? Eso no sirve para nada.

En no pocas ocasiones sólo el levantamiento salva al pueblo, al margen de lo que diga el estado y sus instrumentalizaciones nacidas de Soros, el gran artífice y financiador de la existencia de esta horda de salvajes. Se puede llegar al extremo de que la situación sea insostenible y se siga poniendo al pueblo entre la espada y la pared, generando un escenario de caos.

La gran pregunta no es cuándo cuando Torre Pacheco va a despertar y el resto de las comunidades aceptadas. La gran pregunta es hasta qué punto los españoles aman realmente su país y son capaces de hacer cualquier cosa para protegerlo como lo han hecho durante siglos, luchando estoicamente por su dignidad. Si eso implica hacer una revuelta se hace, si eso requiere que los españoles se organicen, simplemente se hace.

Está en juego el futuro de los españoles que estén por venir y que tienen nuestra misma sangre, a menos que a los actuales eso les de exactamente igual.

 

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