En un insólito suceso ocurrido en la parroquia de Triabá, en Castro de Rei (Lugo), un feriante fue sorprendido intentando abusar s€xu@lmente de una vaca en una explotación ganadera durante las fiestas patronales de San Pedro, según ha publicado El Progreso. El hecho ha tenido lugar en la madrugada del sábado al domingo, alrededor de las seis de la mañana, tras la actuación de la orquesta París de Noia, que había atraído a una gran multitud al evento.
El propietario de la explotación ganadera fue alertado por los fuertes bramidos del animal, una vaca preñada y próxima a dar a luz. Según ha contado, su madre escuchó los ruidos y al bajar al establo descubrió al hombre en la entrada, lo que la llevó a avisarle. El ganadero encontró al animal atado con cuerdas y al feriante con una bolsa que contenía un taburete y otros materiales, lo que sugiere que el acto no fue espontáneo. “Creemos que no es la primera vez que lo hace, sabía a lo que venía”, afirmó el ganadero, todavía impactado por lo ocurrido, según recoge El Progreso.
El propietario, inicialmente confundido y pensando que el intruso podría estar intentando robar un becerro, se enfrentó al individuo, quien huyó rápidamente del lugar. Tras el incidente, el ganadero contactó a la Guardia Civil y presentó una denuncia. Al día siguiente, durante la sesión vermú de las fiestas, acompañó a los agentes para identificar al presunto responsable. Según el medio, el feriante habría admitido los hechos ante las autoridades y fue citado para declarar en un juzgado de Lugo.
El ganadero ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias del incidente, señalando que si la vaca, en estado de gestación avanzado, se hubiera asustado, podría haber causado un accidente grave. Además, explicó que la zona del establo donde ocurrieron los hechos carece de cámaras de seguridad por ser una de las áreas más antiguas de la instalación, lo que dificultó obtener pruebas visuales, de acuerdo con la información publicada por El Progreso.
Este caso, calificado como “surrealista” por el afectado, ha generado gran conmoción en la comunidad local y se suma a otros incidentes de zoofilia reportados en distintos lugares. Las autoridades investigan el caso como un posible delito de maltrato animal, contemplado en el artículo 340 bis del Código Penal español, que podría acarrear una pena de hasta 18 meses de prisión.