Por Juana Natividad Baqué de Cubas
Conocen el dicho de: “Cuando un tonto coge un camino, el camino se acaba y el tonto sigue”. Tiene sentido cuando lo vemos desde la perspectiva actual. Es una tontería escoger andar un camino cuando este ni siquiera existe, antes de empezar ya acabó, seguir andando hacia ningún sitio se convierte en un repetitivo bucle de sucesos que aún siendo aparentemente diferentes se aparecen a los ojos del atontado como normal, por ello que el tonto sigue sin saber siquiera ni el motivo ni la intención. Todo le es dado circunstancialmente, es decir, dependerá siempre de las circunstancias. Y si algo no sale como esperaba se enojará, pataleará, culpará a propios y extraños, incluso al mundo entero de que si algo falló fue debido a la irresponsabilidad de otros.
Este dicho es de cosecha propia. “Cuando todo parece perdido, es cuando tenemos la oportunidad de encontrarnos a nosotros mismos”. Es como tocar fondo dándonos la oportunidad de impulsarnos con los pies. En estos tiempos tan inciertos con todas las alarmas activadas que nos avisan sobre terribles acontecimientos para la humanidad. Es natural que nos sintamos perdidos y de alguna manera vulnerables, si en vez de lamentarnos, lo elegimos como trampolín para ejecutar nuestro mejor salto, se convierte en una estupenda oportunidad de encontrar la manera de conectar con nuevos proyectos consistentes y futuribles sin tener que estar desorientados todo el tiempo, ese darnos cuenta de que ya somos nosotros quienes decidimos y no las circunstancias, nos permite elaborar con mayor efectividad nuestros pensamientos y reflexiones. Pese a todo el bloqueo sistémico que se ejerce contra el ciudadano sin que se den cuenta de quien y quienes son los que utilizan su vida como un artículo desechable.
Debido a ello, voy a hablar un poco más sobre la situación tan indecente y distópica que nos está literalmente quitando de en medio, o si lo prefieren eliminando, especialmente en todo aquello que pudiera ofrecer la oportunidad de mejorar nuestro propio patrimonio, nuestro país, así como las futuras generaciones de ciudadanos españoles. No contento con ello, los infames políticos y demás escoria deshumanizada se pavonean burlándose de nosotros. Cómo ya saben, estos distópicos personajillos sacados del erasmus conductista Europeo, han decidido eliminar de su nomenclatura ridícula lo de congreso de los diputados, diputadas y diputades…y dejarlo solo como “Congreso”. Cuando realmente debería llamarse congreso de los imputados, imputadas e imputades. La burla sigue y los burladores nos quieren cabreados con tal de que les sigamos el juego.
Muchos ciudadanos están hartos de ser explotados, y es comprensible su malestar. Sus bienes conseguidos con mucho esfuerzo y sacrificio siempre están amenazados de embargos, expolio, incluso robo administrativo por el que se utilizan sus impuestos robados de su patrimonio con usura. Usado para los privilegios de una banda de forajidos encorbatados con una administración elefantina corte real incluida, y cómo no, toda la molienda de chupopteros traídos de otros países con una intención perversa y un largo etc de subvenciones tanto a medios como a grupos de presión que usan como sicarios y esbirros.
Con todo ello el ciudadano desasistido de todo derecho real, desamparados de toda justicia del sistema, en caso de que sean ocupadas sus viviendas por quienes nada aportaron a la sociedad más que su presencia subvencionada creados por el mismo sistema que beneficia a los abusones, vividores y penaliza a los ciudadanos que creyeron que sus derechos constitucionales les protegerían de todos los canallas que obtienen el poder fraudulentamente. Un fraude hecho a medida de un sistema parlamentario que no sirve al ciudadano sino que se aprovecha de él para doblegarlo y someterlo a su dominio absoluto.
Es una lástima que se desaproveche el potencial que tenemos más que de sobra. Sería ideal que nos dispusiéramos a trabajar en dicha latencia, es incluso urgente hacerlo, es agotador levantarse cada mañana con la incertidumbre de qué harán hoy los políticos para fastidiarnos más la vida, es desesperante ver como destruyen tu propio país aquellos que su deber es protegerlo. Sentir en carne propia, el sufrimiento de ciudadanos que no pueden defenderse y no tienen ni recursos ni ganas siquiera de proteger lo que le es propio. Creyendo acertadamente que nadie les va a apoyar, los políticos ya se han encargado de que esto funcione así, que no sintamos la necesidad de unirnos en torno a algo mayor que nuestro propio ombligo. Divide y vencerás, así es como está la sociedad, dividida y enfrentada entre sí, mirando a su vecino como su enemigo, impidiéndoles ver quienes son sus verdaderos enemigos. Mientras tanto, toda la camarilla disfrazada de bufones del impostor que dice ser rey de nadie ni de nada que no es más que otro vividor que viste y calza a costa del sudor y las lágrimas de un pueblo enfermo, acobardado y sumiso.
Oyen el redoblar de las campanas que suenan a arrebato en sus corazones, creyendo que suenan para otros, nada que ver con ellos. Por muy enmudecidas que estén ahora por la curia tanto eclesiástica como administrativa, es imposible no verlas a no ser que estemos sordos o peor aún, muertos en vida. Es evidente que toda esta congregación de parásitos que gobiernan con tal desfachatez y despotismo son cómplices de la conjura contra España, y en lo que a nosotros nos atañe son coautores del expolio social que sufre nuestro país. ¿Cómo?, ¿De qué manera podemos explicarnos esto? hemos aceptado la inevitabilidad, esto es así, y nada podemos hacer más que sufrir en silencio como obedientes y dóciles lacayos. Aparentemente.
No amigos, esto no es así, el silencio de los corderos es un troyano que nos han metido por la retaguardia mientras confiábamos en aquellos que juraron servir y proteger a nuestra patria España. No hay quien defienda ni a España ni a los españoles, lo que es evidente es que vendimos nuestra alma mater al impostor y en eso, todos lo que lo permitimos somos cómplices. Pero, basta de lamentarse por asuntos que ya no tienen solución en base al sistema por el que seguimos enganchados.
Toca a cada cual según sus medidas, decidir. Sabemos lo que tenemos que hacer y la decisión está tomada de antemano. Aunque requiere un previo formateo de toda la basura intelectoide que nos ha suministrado el sistema. Nuestros recuerdos de lo que fuimos antaño nos animarán a reiniciar la reconquista de España de la forma más inteligente que seamos capaces de aplicar contra los enemigos de España y por ende de la hispanidad. No precisamos de un conflicto bélico ni soldadesca alguna, tan solo precisamos de nuestra inteligencia. En principio pasando inadvertidos a los ojos del sistema. De enfocarse seguro que se nos ocurrirán muchas ideas de cómo lograrlo.
Para los normales actuales su conexión con el pasado es apenas perceptible y para la mayoría de sujetos al sistema prácticamente nula, no tiene razón de ser dado que su sentido de pertenencia al sistema es total. Está fundamentado en función de lo que han aprendido desde el punto de vista antropológico del sistema establecido. Todo lo que se salga de sus baremos es considerado falso, o sacado de una mente febril que no tiene ni consistencia ni validez alguna para los doctos adalides del pensamiento, que si o si, se tienen que aceptar según su doctrina sus enunciados, conforme a sus razones y posteriores juicios. se ha creado una paradoja espacio temporal de tal magnitud que su misma inercia impide cualquier otro enfoque que no sea el previsto por dicho sistema establecido en el que la mayoría de los ciudadanos y deseo que cada vez menos sigan atrapados por la semántica cognitiva de quienes obtiene su poder en base a las palabras contra las palabras.
Me explico. Los dirigentes o in-dignatarios que componen la farsa democrática del sistema, hablan y hablan, redactan leyes y ordenamientos, normas y conjuras, todo tipo de bla bla blases y más bla bla blases que ni siquiera son frases. Pueden decorarlas con estereotipados logotipos y sublimados retoques trasnochados que confunden y alteran el comportamiento de la mayoría de los comunes muy propensos a la manipulación cognitiva, la cual aceptan con agrado y al igual que un virus se extiende y lo infecta todo a su paso.
Las conceptualizaciones cada vez más enfocadas a la inercia racional, han creado una paradoja espacio temporal en la que los ciudadanos sujetos al sistema establecido sigan enganchados a una eficaz semántica cognitiva previamente elaborada para que jamás puedan empoderarse de sí mismos.
Los durmientes sin reflexión alguna proceden como se espera de ellos. Complacer a quienes mueven los hilos de su vida, llegando al punto en que el lenguaje se convierte en un arma de destrucción del intelecto de quienes sucumbieron a la mentira y el engaño de quienes conspiran para exterminarlos. Nunca olviden lo ocurrido en Valencia posiblemente sea el desencadenante de un nuevo amanecer para España, lo que hicieron debe convertirse en la mecha que prenda nuestro ansiado despertar.