Por Isidro García Getino
Separar la política de la moral y la ética, es corrupción. Y separarla de los ciudadanos, es nazismo.
Según el Papa Pío XI, “la política es la más alta forma de caridad”; excepto cuando se hace de ella la más alta forma de maltrato social, por endiosamiento del político. Ese endiosamiento es nazi.
¿Cómo hacerte saber? ¿Cómo sacarte de tu extrema carencia? – Fíjate, Sánchez, voy a parafrasear nada menos que a Mario Benedetti; porque las carencias de esa cabezota podrías corregirlas con las ideas de este gran escritor-pensador. Al menos que tengas algo para cuando te retiras a “reflexionar”?, así no pensarás sólo en cómo arreglártelas para conservar el sillón de nazi. Hay mucho más que eso en la vida, la tuya y la de todos los españoles.
Pues eso, ¿cómo hacerte saber?
Que sólo la vida establece las normas, y no tú.
Que no está prohibido hacer el bien por España ¿Cuándo vas a empezar?
Que odiar a media población es muy hiriente. Si no lo has notado eres tonto.
Que no deben cerrarse puertas ni poner muros en medio de la sociedad.
Que la mayor y mejor puerta es la verdad, que nos hace libres. ¡Mentiro
Que no se hace más y mejor bien común siendo más fuerte y resistente. No.
Que buscar un equilibrio social y político no es ser tibio, sino todo lo contrario. Tú no llegas ni a tibio, hielo puro.
Que negar información a la población es abrir distancias. En eso eres experto.
Que establecer encuentros es hermoso, y tú sólo buscas creas desencuentros.
Que la autodeterminación no es hacer siempre todo y sólo para ti.
Que para ser aceptado y no abucheado hay que demostrar empatía. ¿Sabes lo que es eso?
Que para ser alguien en sociedad hay que mostrar bondad y hacer el bien. De lo contrario sólo se llega a ser algo, como mucho; por ejemplo, ser jefe.
Que adularse uno mismo produce aversión en los demás, incluso en los que te adulan. Si no lo has notado en tu rededor es que eres tonto.
Que ser honesto y honrado es mucho más que no robar, es también no mentir, y otras muchas cosas de las que careces, por eso eres Don Carencias.
Que cuando nada es positivo en tu obrar político, no estás gobernando, eres un zombi político.
Que se puede estar fuera del poder y del mando, aunque sentado en un trono. En la calle se vive mejor.
Que sentir es función del cuerpo y la mente juntos, no es función del poder. ¿Sabes lo que es tener corazón, en sentido popular?
Que tienes oídos para escuchar, no sólo para escuchar-te. ¿Oyes algo cuando sales a la calle?
Que quien siembra muros no recoge nada. ¿Has mirado tu mochila humana?
Que es mucho mejor construir puentes y pantanos que destruirlos, aunque te lo manden desde la destructora Agenda 2030, ese emblema de estupidez.
Que progresar no significa dominar, avasallar, acaparar; sea poder o Estado.
Que no por mucho progresismo se ayuda más a los vulnerables. La prueba es que aumentáis su número, sus necesidades, su vulnerabilidad; a beneficio tuyo.
¿Cómo hacerte entender que nadie establece normas salvo la vida? Por cierto, esto necesita entenderlo también ese pinche tuyo en puesto de justicia. Está el tío empeñado en quitarle la venda de los ojos a su Maestra. Dile que ella no necesita de sus malvados servicios, que la venda es lo suyo porque ella pesa igual a “perico de los palotes” que a los pelotas de Perico.
Dile, de mi parte, que él es ministro de justicia para los españoles y no lacayo de injusticia para Perico y sus paletos.
Toda España, toda Europa y gran parte del mundo constatan que el Justicia Mayor del Reino ha preparado una ley para que la justicia, en adelante, sea lo más injusta posible. Puede que a ti, Perico, te suene muy bien, pero no a Pío XI, no a Mario Benedetti, no a toda la legión de magistrados de este País y del resto del mundo, tampoco a mí.
Después de lo mucho que te he visto, tengo muy claro que a ti te encanta esa ley preparada para quitar la venda a La Justicia; ¿tienes miedo a que te pese en su balanza con los ojos vendados? ¿Por qué será?. Si aprobáis esa maldita ley la más noble de las damas abandonará España para su máxima desgracia.