Según Mediterráneo digital, si el plan recuperación para el cine español supuso unos 1500 millones, en el periodo 2021 a 2025 habría que suma 1600 millones más, este importe es muy superior al de el total de todas las taquillas. En conjunto, todas las organizaciones y asociaciones relacionadas con toda la expansión de la ideología de la izquierda, el aborto, el feminismo, tema LGTBI, cambio climático y todo lo relacionado con la cultura woke, incluyendo chiringuitos que se dedican a espiar a todas las redes sociales y personas para denunciarlos, ayudando al gobierno para que elimine, de paso, a cualquier persona o institución que desee frenar los planes fascistas y comunistas del gobierno de España y sus socios, se benefician de la mamadera..
Entre los beneficiados se encuentran los actores de toda la vida, ésos que nos han hecho creer que forman parte del patrimonio cultural de España como Javier Bardem, Juan Diego Botto, y otras figuras de la música como Ana Belén y Miguel Ríos, los cuales se han vendido de una manera lejos de su intelecto a una mafia política, con tal de seguir con sus privilegios y sus famas y desbordados egos de gloria, que es no único de lo que pueden presumir. La ideología de este sector de la mal llamada cultura se identifica claramente con ideologías rancias basadas en ideas comunistas, de corte dictatorial, lo cual deja claro su incultura y elevadísimo grado de desinformación, un dato muy curioso en quienes se identifican con la cultura y se erigen como sus representantes, cuando en realidad son unos completos ignorantes. Claro que para ello sólo hay que escuchar a los periodicuchos comprados que dan publicidad a los mensajes mafiosos del gobierno. Ellos hacen películas, por lo demás, es lo mismo.
El reciente manifiesto firmado por más de 1’00 profesionales provoca auténtico asco, sonrojo y vergüenza ajena. La crítica a los jueces que se manifiestan en contra de su derecho de su trabajo en el marco de la división de poderes, ante la amenaza la ley Bolaños, que pretende borrar de un plumazo toda la autonomía judicial al estilo de Venezuela, el considerar todas los informes de la UCO sobre los probados escándalos del presidente como estrategias de persecución y derrumbe de un gobierno con 27 personas investigadas y una en la cárcel, denunciando la necesidad de defender a un gobierno que ha sido fagocitado por una mafia de delincuentes, que es el PSOE y otras referencias del mismo, que aquí no voy a describir, son excelentes ejemplos en el ridículo intelectual que se puede sufrir en estos sectores que más que representar a lo más importante de nuestra cultura, más bien son chupópteros que quieren vivir de las limosnas del poder haciendo películas de baja calidad.
Cuando hace 21 años los conocí, con ese énfasis en la defensa de la injusticia por las víctimas de la guerra de Irak, participando activamente de sus actividades, jamás me pude imaginar los sucios intereses que los movían a crear Cultura Contra la guerra, la cual fue cerrada en una reunión en el Círculo de Bellas Artes en junio de 2004, justo, qué casualidad, cuando ya salió el mafioso Zapatero como presidente del gobierno, para hacerles las delicias a semejante grupo de interesados, a los que les importaba la justicia un pimiento.
Para empezar, su obsesión con Palestina y su posición en contra de Israel es un clamor de ignorancia urticante. Con la sola intención de incendiar el gallinero internacional, estos grupos de actores crean posiciones ideológicas opuestas, que es la labor de aquellos grupos cuyo único fin es sembrar el odio y, de paso, generar la confusión, algo en lo que la izquierda siempre fue especialista. Poniendo su atención en los niños palestinos, no miran como España se está convirtiendo desde la pandemia en una suerte de nación peor que tercermundista, con un gobierno hecho de mafiosos y ladrones y un estado deshecho e inoperativo, con un grave problema de emigración ilegal y descontrolada de marroquíés, argelinos y mauiritanos, así como de otras naciones africanas, para sembrar el caos y el miedo en nuestras calles. Son tantas las razones para salir a la calle y protestar que, si estos actores y artistas tan afamados tuvieran un ápice de conciencia, se unirían al pueblo español que sufre, siendo tan comunistas como nos dicen que son, pero claro, no hay nada peor que nadie que te diga en tu cara que eres un fascista o un nazi y que no mueva un dedo por nadie. Si algo caracteriza a esta horda de comunistas es la grandísima hipocresía, cinismo y sentido de la crueldad agudizado porque ven los resultados de no ayudar a nadie, lo cual les da exactamente igual. Dado que sus intereses son puramente egoístas, de dinero y de conservar la fuerza de sus insoportables egos de actores, los cuales como psicólogo he podido experimentar, se puede concluir que están viendo cortar sus alas, no sin un rintintín de corte infantil que se observa en dicho manifiesto.
Y éstos son los grandes artistas de la cultura española, igual que son los grandes ministros mafiosos que nos hacen la vida imposible, caídos en las arenas de lo nauseabundo y las apariencias, aunque hace mucho tiempo que les quité la máscara a esta partida de mentirosos oportunistas.. El día que caiga Pedro Sánchez y su cohorte de mafiosos, se les acabó el chollo y ellos lo saben muy bien. No falta mucho.