Matar al mensajero es una práctica común de todos los pueblos y de todas las épocas, con una sociedad ciega que acostumbra a sacrificar a los profetas y a cometer todo tipo de barbaridades con tal de no mirarse en un espejo y contemplar el abismo de la verdad y de su propia responsabilidad en esa verdad.
Es por eso que no espero que este artículo lo apruebe mucha gente y mucho menos los pobres ingenuos que van a votar cada año con toda la ilusión del mundo y se creen lo que sale en las noticias. Si ustedes de esas personas es mejor que no siga leyendo para no perturbar su conciencia acomodaticia. Y es que la verdad no es para todos los públicos y mucho menos para un público que lleva siendo adoctrinado en una falsa democracia y Estado de Desecho desde hace tantas generaciones ya.
Y es que te puedes meter con un partido u otro, entre comillas, si es que te deja la jauría pepera, pero no con su sacrosanto sistema electoral supuestamente democrático y su falso régimen de libertades.
Con el 11M se inició una tradición golpista que no ha terminado todavía
Con el 11M se inició una tradición golpista que no ha terminado todavía y salió a la luz claramente, para que quiso y quiera verlo, el gran secreto del régimen: se pueden robar unas elecciones con una acertada mezcla de bombas y presión mediática. Y así fue como los verdaderos arquitectos de este régimen decidieron y siguen decidiendo en la sombra quiénes van a supuestamente gobernar según sus intereses más inmediatos.
Pero no hace falta matar a 200 personas antes de unas elecciones para truncar las mismas y poner al Gobierno de marionetas concreto que a ellos les parece mejor. En el 11M, de hecho, la circunstancia de un atentado que ya estaba organizado previamente para fines políticos más amplios fue aprovechada también para un tema mucho más inmediato y local en un cambiazo electoral que colocó a Zapatero en La Moncloa contra todo pronóstico. Pero con cosas más pequeñas y sin que corra la sangre necesariamente también se pueden cambiar gobiernos utilizando escándalos diversos y la plataforma mediática y partidista según convenga a esos guionistas en la sombra de nuestro régimen político actual.
Un ejemplo clarísimo de esto es la expulsión a patadas en el culo de Mariano Rajoy en el 2018. ¿Os acordáis de esa moción de censura que el cobarde seseante propició por no querer dimitir y convocar elecciones nuevas? ¿Sabéis por qué se hizo ésto, incluso utilizando por el camino a una cacique de menor calibre como Cifuentes? Porque los arquitectos de la película sabían que si volvían a convocar elecciones volverían a ganar los del PP, ya que el PSOE y su espectro mediático estaban en caída libre y siguen estandolo todavía hoy, desde hace más de 15 años. Lo que nos lleva a un nuevo y a la vez antiguo episodio en el golpismo español disfrazado de elecciones democráticas: los pucherazos de las últimas elecciones, cuyos resultados nadie se puede creer.
¿No se supone que el Presidente debería ser una persona muy querida y muy votada por la gente?
Llevo muchos años ya preguntándome cómo es posible que tengamos un gobierno liderado por una persona que es insultada y prácticamente linchada en cada acto público ante el se digna a aparecer. ¿No se supone que el Presidente debería ser una persona muy querida y muy votada por la gente? Y no me sirve la excusa de cera de que han pactado los del PSOE con un montón de grupúsculos etarras. El tiempo de los mitos debe ceder el paso cuanto antes a una verdadera época de información contrastada y análisis si no queremos vivir en una permanente mentira.
¿Quiénes fueron los verdaderos terroristas del 11M, capaces de amenazar con más bombas a nuestro Estado y colocar al gobierno que ellos quieran?
Yo he investigado estas cosas personalmente y hasta me he desplazado a eventos públicos de partidos como Podemos, en los que apenas había 10 o 20 personas. esto contrasta muchísimo con una sala de teatro enorme y repleta de cientos de personas gritando que viva voz y que Santiago Abascal presidente, en esas mismas fechas y en la misma ciudad de Santander. Contemplando este único hecho me cuesta creer que luego en las elecciones anden prácticamente parejos, porque hay que recordar que la gran alternativa pepera de verde son en realidad los suplentes de los suplentes del PP azul. Y eso que el pulso en la calle y en las redes sociales está claramente a favor de ellos.
Lo que ya me aparece el colmo es que encima tengamos que hacerle las gracias a un inútil como Abascal o a tres pedazos de inútiles seguidos como son Rajoy y Casado y Feijóo por haber entregado el país al sicario de Sánchez para que pueda hacer lo que le dé la gana durante casi diez años. Y recordemos que fue Rajoy el que le entregó el poder en mano en 2018, por mucho que los peperos les cueste reconocer una obviedad. Es decir: el PP y el PSOE no actúan de forma independiente sino conjunta en todo y box aquí ocupa el papel de falsa disidencia y distractores, por más que sus absurdos hooligans sigan empeñados en que son las mesnadas del Cid Campeador.
En todo caso se lo tenemos que agradecer a la UCO y no a Abascal, que es el mayor inútil que hay
Si yo fuera Abascal y fuera de verdad un patriota y un tío estupendo ya me hubiera hecho el hará kiri hace mucho tiempo, después de perder tantas elecciones seguidas contra este personaje. Porque se puede ser inútil y se puede ser como este señor, que ha perdido un número incalculable de elecciones contra la coalición etarra de Moncloa y todavía vuelve a última hora con su cuerpo moreno a contarnos que nos va a salvar y que ahora sí que es la buena. Pues en todo caso se lo tenemos que agradecer a la UCO y no a ti, que eres el mayor inútil que hay.
La conspiración para acabar con España tiene que contar necesariamente y cuenta con los amigos de los partidos azul y verde, que no son otra cosa que las muletas que el PSOE necesita para sostenerse en el poder falso de la Moncloa. Y tampoco Felipe VI hace ni el más mínimo esfuerzo por disimular su verdadera vocación como pasmarote al servicio de esos mismos arquitectos ocultos de los que estamos hablando aquí todo el tiempo.
La conclusión es que hace falta ser imbécil para creerse que gente tan pasota de nuestros problemas y sufrimientos como españoles y como inmigrantes, en este régimen que practica la trata esclavista con seres humanos por todas partes, de pronto se han dado cuenta de que España va muy mal y de que estamos gobernados por ladrones. Pues tengo noticias para vosotros: Ana Rosa Quintana o Ferreras o Abascal o Felipe VI y un montón de otras marionetas colocadas por los que mandan de verdad saben perfectamente que estamos en un país de ladrones y participan de alguna forma del problemón que tenemos. Y son cómplices de toda la situación general que padecemos los españoles y en concreto los currantes que mantenemos esta basura de régimen.
Hace falta ser muy estúpido para pensar que si mañana se va Sánchez vamos a ser una Suiza cuasi perfecta
La verdad es que hace falta ser muy estúpido para pensar que si mañana se va Sánchez de repente vamos a ser una especie de Suiza cuasi perfecta, sin todos estos problemas de ocupaciones y de guetos y de impuestos soviéticos y de mil y una situaciones que tenemos que aguantar las españolas normales y que son problemas que ha creado el régimen político. Porque a esa gentuza les debemos toda la plaga de drogadicción, trata de personas sin control, ocupaciones de casas que tienen dueño, una justicia politizada, unas fuerzas de seguridad que no pueden darnos ninguna seguridad porque no les dejan y más faenas como el aborto, es un pecado tremendo que clama al cielo y por el cual estoy convencido que Dios hará pagar a España y ya nos está haciendo pagar en gran medida. Alabado sea.
Cuando pasado mañana tengamos a frijol de presidente intermitente de Abascal os daréis cuenta de que todo es igual o peor. Y será peor incluso porque tendremos a los taqueros encantados de la vida después de haber ganado su presunta batalla contra el PSOE. Son gente a los que les gusta engañarse tirarse una importancia que no tienen en ningún caso, ya que los españoles en general y ellos en concreto no tenemos ninguna capacidad de influir en nuestro futuro nacional a nivel político. No hace falta ser imbécil y ciego para no darse cuenta de una realidad tan manifiesta, como el propio Abascal reconoce cuando dice que por las urnas no vamos a poder sacar a Sánchez en la vida. Confirmándose una vez más que esto no va de democracia ni de elegir nada en unas urnas y que es una dictadura que manipula a las masas callejeras y a los medios de incomunicación, con la única diferencia de que los medios de comunicación cobran y los idiotas que van gratis a Ferraz para hacer el mamón por el PP lo hacen gratuitamente.