Como ya sabrán, un hacker, identificado bajo el seudónimo de Akkaspace, filtró datos personales de hasta nueve ministros del Consejo de Ministros, incluyendo números de teléfono, direcciones, documentos de identidad y correos electrónicos la semana pasada. Este hecho, que también ha afectado a ex altos cargos de otros partidos y a más de una decena de periodistas, ha puesto en evidencia vulnerabilidades críticas en los sistemas de seguridad del Ejecutivo y ha generado una investigación de alto nivel por parte de la Audiencia Nacional, la Policía Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
La filtración comenzó el pasado jueves, 19 de junio, cuando Akkaspace publicó los datos sensibles de siete ministros, entre ellos la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y los titulares de Transportes, Agricultura, Ciencia, Igualdad e Inclusión. Posteriormente, el sábado y el domingo, el hacker amplió su ofensiva al divulgar información de otros altos cargos, investigados por corrupción, y periodistas, lo que ha intensificado la alarma sobre la seguridad de los datos gubernamentales.
Los datos, verificados como auténticos por Vozpópuli, se difundieron inicialmente a través de un canal de Telegram que cuenta con más de 95.000 suscriptores. La información también fue alojada en Doxbin, una plataforma conocida por compartir material sensible de manera anónima. A pesar de que Telegram bloqueó el canal de Akkaspace tras las primeras filtraciones, el hacker ha continuado publicando datos y ha anunciado su intención de crear una página web para seguir divulgando información.
En una entrevista exclusiva con Vozpópuli, Akkaspace se presentó como un «Robin Hood» que actúa «para el pueblo» y contra la supuesta «corrupción del PSOE». También cuenta que utiliza técnicas de ataques DDoS y pentesting (simulación de ciberataques para detectar vulnerabilidades), y afirmó haber obtenido los datos de manera «completamente legal» a través de un bot privado de Telegram. Según sus declaraciones, cuenta con «muchísima información» sobre más ministros y figuras públicas, y está dispuesto a seguir publicándola a pesar de saberse investigado por las autoridades.
Akkaspace, quien asegura actuar en solitario tras desvincularse de otro hacker conocido como Gov.eth, expresó su objetivo de presionar para que dimita el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En una conversación en Twitch, el hacker desafió a las autoridades con frases como «espero que me metan en la misma celda que Pedro Sánchez» y afirmó que «el pueblo» lo defenderá.
La Audiencia Nacional ha abierto diligencias secretas para investigar esta brecha, considerada una de las más graves en el seno del Gobierno en los últimos años. La Policía Nacional, en colaboración con el CNI, está trabajando para identificar la fuente de la filtración y evaluar el alcance del daño.
A pesar de las numerosas llamadas y mensajes de acoso recibidos por los afectados, Vozpópuli señala que los ministros no han cambiado sus números de teléfono, lo que ha incrementado las críticas sobre la gestión de la crisis. La filtración también ha afectado a exdirigentes del Partido Popular, como María Dolores de Cospedal y Ana Pastor, y a figuras de Podemos, como Ione Belarra y Pablo Iglesias, lo que sugiere que el ataque no se limita a un solo partido político.