miércoles, junio 11, 2025
InicioOpiniónColaboradores¿Corre en la izquierda sangre criminal?

¿Corre en la izquierda sangre criminal?

Tradicionalmente se nos hace creer que esta corriente ideológica defiende al más desfavorecido frente al que se dice abusa de sus derechos en una defensa de la victimización forzada que se introduce en las leyes para castigar penalmente a quien osa desmentir este principio. Los hechos, son además mucho mas tozudos y prometen no sólo describirlos, sino prevén qué es lo que está por venir si no hacemos algo frente a estos sujetos de ideologías bárbaras y salvajes.

Un repaso de la historia de la España contemporánea nos la deja a las claras, con los abusos dictatoriales y terroristas de la segunda república, el asesinato de miles de personas detenidas en las checas o centros de erradicación desde 1931 a 1936, de los que hay muchas pruebas y, sobre todo, como acabó la fiesta de la izquierda revolucionaria del Frente Popular con una guerra civil que duró tres años, que fue buscada precisamente por estos partidos para nada democráticos, entre los que se incluye el PSOE o el partido comunista.

Casi un siglo después la historia se repite y no sólo aquí. En EEUU la política migratoria y la expulsión de los ilegales, especialmente de los que tienen antecedentes penales o están provocando el caos en los Ángeles está provocando el caos absoluto. Como suele suceder, allí donde hay revolución se encuentra la mano negra de quien los financia. No se trata de causas justas, se trata de una maniobra para sembrar el caos, allí donde la izquierda ve perder sus papeles y el control y empiezan a ser vistos como lo que son, mafiosos, terroristas y delincuentes. No les importa acudir a la financiación de organización como la Act Blue, la cual recibe fondos de George Soros, el mismo que paga la inmigración ilegal en España para sembrar el caos en las calles españolas o defiende ideologías satánicas como el aborto, el feminismo, el LGTBI o el uso de la geoingeniería para provocar el tan ansiado cambio climático.  El hecho de que Soros esté detrás de los incidentes de los Ángeles no es una casualidad para ningún avispado porque la izquierda tiene siempre que hacer ruido, o bien con discursos, o bien con cortinas de humo para entretener al vulgo o bien quemando calles enteras si así la gente no los escucha. Sembrar el caos y la muerte eleva sus niveles de placer hasta extremos adictivos, mientras tejen sus discursos de odio, está vez de una manera mucho más clara, defendiendo a los que atacan a los de la guardia nacional, enviados por Trump para defender el orden público, siendo los demócratas, oh sorpresa, como siempre, los que defienden a sujetos que no merecen vivir en los EEUU. Sus sucios intereses económicos, cuando se ven en peligro, son el motor para que esta estirpe satánica y repulsivamente masona, se ponga en marcha para crear el caos para que el orden no sea posible de ningún modo,

Teniendo en cuenta que la crisis migratoria es igual en EEUU y en España o el resto de Europa, donde la asfixia por el exceso de ilegales que no tienen cabida en la vida de los españoles de bien, está generando muchos problemas, hay que mirar a los EEUU para saber lo que puede ocurrir en nuestro país, aunque por distintos motivos. Los partidos de izquierda, en la línea criminal de siempre, defienden el caos, especialmente si no se nota mucho y pasa desapercibido, lo cual les permite seguir con sus sucios planes de terrorismo social, ya que el objetivo no es quedarnos como estamos, sino ir un paso más allá y generar el caos absoluto y, para ello, lo mejor es la provocación descarada, el uso de la ley para defender a los delincuentes (ya son protegidos en los partidos mafiosos, al poder actuar de manera impune en casos de corrupción que dejan al aprendiz de mafioso en el jardín de infancia) y esperar el momento correcto para encender la mecha. Ya lo están haciendo al calificar a toda persona que se oponga a este sinsentido como facha, ultra racista y todo tipo de calificativos al estilo de Goebbels para que el mensaje breve vaya calando poco a poco en la gente, de modo que todo aquél que no quiera más inmigrantes sea considerado un delincuente, susceptible de ser denunciado. En España se realizan campañas literalmente de odio, de división social, a modo de jugarreta infantil para meter a los muertos debajo de la alfombra y quedar todos ellos como los defensores de la dignidad humana (dime de qué presumes y te diré de qué adoleces), así mientras siguen con la jugada y encendiendo la mecha, porque su propósito es que estalle de la peor manera. Imaginemos que a los españoles se les inflan las narices y empiezan a salir a las calles en protestas masivas, se enfrentan a los musulmanes y magrebíes, reclamando que sean expulsados de España ipso facto, imaginemos que las órdenes del gobierno son desobedecidas y que la izquierda mafiosa y criminal española pierde los papeles y comienza a lanzar campañas no tan suaves y laxas contra los que ven los hechos con cierto sentido común, sino que los acusan de terroristas, motivo suficiente para declarar un estado de alerta allí donde los españoles díscolos se ponen bien chulos y dicen ya basta, expulsando a los okupas a palos de las propiedades donde no deben estar o enfrentando a los que roban o tomándose la justicia por su mano de principio a fin porque la policía parece compinchada con el propósito de generar el caos, bajo el engaño de las órdenes de una especie de gobierno, cuyas intenciones no son de esa naturaleza. Saldrían los comunistas con sus bocas llenas de soflamas defendiendo la libertad y la justicia, atacarían con violencia a quienes osan hacerles frente porque acaban generando la injusticia social que ellos mismos, hipócritamente han creado durante años, en total secreto, siguiendo los sigilosos principios de la masonería, para nada despreciables.

El escenario de los EEUU podría ser el de Europa, siendo este país el reflejo de nuestro futuro. De momento los españoles duermen el sueño del buenismo infantil, pero llegará el tiempo en que todo el plan fascista y dictatorial de la agendita 2030 se volverá insostenible para los españoles que tendrán que salir a la calle, dejar su sofá y comenzar a luchar por sus derechos, los cuales han perdido por completo para recuperarlos tanto para ellos mismos como para sus hijos. ¿Y entonces?

Dejo este interrogante para ver si merece la pena descubrir quienes son los demonios verdaderos, aunque sean de carne o hueso o si permitimos que la historia se repita una vez más. Hay que arrancar la mala hierba, especialmente si está manchada de sangre.

 

Artículo relacionados

Entradas recientes