El líder nacionalista George Simion, del partido Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), ha logrado una contundente victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía, celebradas el domingo 4 de mayo de 2025. Con un 40,5% de los votos, según el recuento de casi el 99% de los sufragios, Simion se posiciona como el claro favorito para la segunda vuelta, programada para el 18 de mayo, donde se enfrentará al alcalde de Bucarest, Nicușor Dan, que obtuvo un 20,9%. Este resultado, que refleja un fuerte apoyo al discurso antiestablishment de Simion, ha generado preocupación en la Unión Europea y la OTAN, dado el papel estratégico de Rumanía en el flanco oriental de la alianza atlántica.
Simion, de 38 años, capitalizó la frustración de amplios sectores de la población tras la anulación de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, cuando el ultranacionalista Călin Georgescu, ganador de la primera ronda, fue descalificado por presuntas irregularidades y una supuesta interferencia rusa. La decisión del Tribunal Constitucional de invalidar aquellos comicios desató protestas y alimentó el discurso de Simion, quien se presentó como defensor de la «dignidad rumana» y de la «voluntad del pueblo» frente a un establishment acusado de corrupción y connivencia con intereses extranjeros.
El líder de AUR, conocido por su admiración al expresidente estadounidense Donald Trump y su eslogan «Hacer Rumanía Grande Otra Vez», se benefició del apoyo de votantes desencantados con la clase política tradicional. Ganó en 36 de los 47 distritos electorales del país y obtuvo un respaldo abrumador entre la diáspora, con un 61% de los votos en el extranjero, especialmente en países como Italia (77%) y España (80%).
Su campaña, centrada en la soberanía nacional, la crítica a la Unión Europea y la oposición al envío de ayuda militar a Ucrania, resonó en un contexto de alta inflación, crisis económica y desigualdad, donde el ingreso medio rumano es un tercio del promedio europeo.
Simion votó acompañado de Georgescu, a quien ha prometido un papel de liderazgo, posiblemente como primer ministro, en caso de victoria. Georgescu, que calificó la repetición electoral como un «fraude», sigue siendo una figura influyente entre los votantes de extrema derecha, y su apoyo ha sido clave para el ascenso de Simion. «Hoy, el pueblo rumano ha hablado. Es una victoria de la dignidad, de aquellos que aún creen en una Rumanía libre, respetada y soberana», declaró Simion en un mensaje pregrabado tras el cierre de las urnas.