La infantilidad del personal parece no tener límites cuando se trata de defender al Sistema de alguna manera. Crece la indignación de los ofendiditos, con su retahíla de argumentos bastante absurdos, para defender lo indefendible: que la cúpula de la Iglesia Católica es cada vez má un calco exacto de Podemos en sus mejores tiempos, con la sala diferencia de que tiene un estilo más cerca y hasta más cursi. Pero es exactamente lo mismo. Agenda verde falsa por todas partes, banalización de lo que debería ser la justicia social, politiquería barata y demagogia y hasta darle bofetadas a la ortodoxia católica todos los días delante de un montón de católicos imbéciles que están aplaudiendo a este nuevo iluminado.
Las verdades sobre Bergoglio, un siniestro personaje al que nadie de verdad apoya
En este periódico hemos sido de los pocos que hemos contado las verdades sobre Bergoglio, un siniestro personaje al que nadie de verdad apoya ni defiende y a los hechos me remito. Después de tantos vídeos y artículos diciendo tantas verdades incómodas sobre este elemento no ha venido ni un solo defensor de este patán a argumentar absolutamente nada. Se han conformado con llorarme por las esquinas y con comentarios por las redes sociales afirmando que básicamente tengo que tragarme a este p*** comunista porque lo ha elegido el Espíritu Santo. Y si no estás de acuerdo eres más que un fascista y un cavernario. Eres un auténtico retrasado al que se puede corregir en cualquier momento y con insultos incluidos. Pero siempre con comentarios bastante vacíos de contenido que no terminan de entrar en harina en cuanto a los datos que estoy proporcionando y que son muy rotundos.
Es la lógica al revés todo el tiempo con esta gente. Nosotros no podemos decir verdad desde el supuesto Pap y ellos no pueden venir a demostrarnos nunca lo equivocados que estamos. Ojalá se mostrasen tan ofendiditos cada día que se producen cientos de abortos solamente en España o cuando los falsos obispos españoles quieren cargarse la mayor Cruz del mundo, que remata el merecido mausoleo para quienes dieron sus vidas por la mejor de las causas. Pero estos retrasados de obispillos y cardenales de la ONU se empeñan cada día en ser más rojos que Lenin.